600 agentes sofocan un mot¨ªn en una c¨¢rcel de M¨¦xico

Un ej¨¦rcito policial sofoc¨® anoche el mot¨ªn declarado en la superpoblada c¨¢rcel de Barrientos, en el Estado de M¨¦xico.?La revuelta, que acab¨® sin v¨ªctimas mortales y con 17 heridos leves, se desat¨® cuando las fuerzas de seguridad intentaron inspeccionar el interior del penal tras la fuga de un preso. Los reclusos respondieron alz¨¢ndose y tomando los puntos neur¨¢lgicos de la prisi¨®n. El temor a que la rebeli¨®n pudiera desembocar en un ba?o de sangre, como ocurri¨® en febrero en la c¨¢rcel de Topo Chico, desencaden¨® una fuerte movilizaci¨®n policial. 600 agentes fueron desplazados hasta la prisi¨®n para aplastar el mot¨ªn. A la una de la madrugada, su objetivo parec¨ªa cumplido.

Bajo una persistente lluvia, cientos de polic¨ªas custodiaban el reclusorio. En el interior a¨²n se ve¨ªan los destellos del fuego y una densa humareda que se perd¨ªa en el cielo de la noche. Los familiares de los presos, arremolinados en las cercan¨ªas, exig¨ªan explicaciones. ¡°No sabemos si hay muertos ni heridos, nos tratan como animales¡±, gritaba Mar¨ªa, de 40 a?os, con un hijo y un primo en la c¨¢rcel ¡°por una injusticia¡±. Su opini¨®n era compartida por una masa enfebrecida que se agitaba amenazante ante los cordones policiales. ¡°Esa c¨¢rcel es un pozo de corrupci¨®n¡±, gritaba Miguel, un exconvicto que hab¨ªa penado 8 a?os dentro. Tambi¨¦n por ¡°una injusticia¡±.

Los familiares de los internos no dejaban de denunciar la supuesta corrupci¨®n que reina tras los muros. ¡°Por entrar en fin de semana te cobran 300 pesos (16 d¨®lares), por llevar algo de comida 30 pesos y para evitar ir a la celda de castigo, en la zona amarilla, 5.000 pesos¡±, contaban.

Por la ma?ana martes, Jos¨¦ Manzur, funcionario del Estado de M¨¦xico, confirm¨® la fuga de cuatro reos:?Jonathan Gerardo Galicia (quien se encontraba en el ¨¢rea de Juzgados), ?ngel Chavero Hern¨¢ndez y Bernab¨¦ ?ngeles Ram¨ªrez, presos desde 2010 y Jos¨¦ Antonio Arvizu, internado desde 2013.?

El reclusorio es uno de los m¨¢s superpoblados del pa¨ªs. Tiene 2.600 presos, el doble de su capacidad. Las fugas y motines han sido constantes a lo largo de su historia. Y tambi¨¦n las denuncias de corrupci¨®n interna. Cuando surgieron las primeras informaciones sobre la revuelta presidiaria, en la memoria de muchos mexicanos prendieron las im¨¢genes de la c¨¢rcel de Topochico, donde murieron 49 presos en febrero pasado. Fue el mayor mot¨ªn de la historia de M¨¦xico y se debi¨® a un enfrentamiento entre Los Zetas y el c¨¢rtel del Golfo para hacerse con el control del penal.

La rebeli¨®n sac¨® a la luz la terrible situaci¨®n de la c¨¢rceles mexicanas. Con una poblaci¨®n reclusa de cerca de 250.000 internos, el hacinamiento y la violencia son moneda com¨²n. Pero el mayor problema procede del despiadado dominio que ejercen los c¨¢rteles, hasta el punto de que muchas penitenciarias se rigen a voluntad de las organizaciones criminales. Controlan las visitas, las drogas y los alimentos. Prestan el dinero y en caso de que no haya retorno, ejercen la violencia sin contemplaciones. Un ejemplo de ello fue la c¨¢rcel de Ciudad Ju¨¢rez. All¨ª, las bandas llegaron a organizar hace pocos a?os carreras de caballos, ante el silencio c¨®mplice de las autoridades.