Golpe al santuario gay
La discoteca de Orlando donde 49 personas, la mayor¨ªa latinas, fueron asesinadas a tiros era un lugar de liberaci¨®n y seguridad para la comunidad LGTB de la ciudad
Maribel Mej¨ªa ha perdido a ocho amigos en la matanza de Orlando. Casi cada s¨¢bado, la noche de fiesta latina, acud¨ªa con ellos a la discoteca gay Pulse. ¡°Era nuestra casa, ¨¦ramos familia¡±, explicaba este mi¨¦rcoles Mej¨ªa, de 42 a?os, nacida en Rep¨²blica Dominicana, criada en Puerto Rico y que vive desde peque?a en Florida.
La discoteca Pulse era un santuario para la comunidad LGTB de esta ciudad. Un templo de liberaci¨®n y de seguridad, en el que no temer sentirse juzgado. Esa aura de protecci¨®n se hizo a?icos la madrugada del domingo, cuando Omar Siddique Mateen abri¨® fuego indiscriminadamente y mat¨® a 49 personas en el peor tiroteo de la historia de Estados Unidos y el mayor ataque al colectivo homosexual. El antecedente era un incendio intencionado en un bar gay de Nueva Orleans en 1973, en el que murieron 32 personas.
El club Pulse, ubicado en una avenida de una zona residencial del centro de Orlando, abri¨® en 2004. El nombre hace referencia al pulso corporal y es un homenaje al hermano de la propietaria, que muri¨® en 1991 de sida. Pulse naci¨® para ser un lugar de aceptaci¨®n tomando como referencia la vida del hermano, que se cri¨® en una familia con valores muy conservadores pero que, una vez revel¨® que era homosexual, se sorprendi¨® de la reacci¨®n positiva de sus familiares.
Desde enero de 2015, el matrimonio homosexual es legal en Florida como consecuencia de un fallo judicial, pero el Gobierno estatal, de control republicano, se ha resistido a conceder los mismos derechos sociales a los matrimonios de personas del mismo sexo.
Mej¨ªa, que trabaja como productora de televisi¨®n, acudi¨® con su esposa a Pulse la noche del s¨¢bado. Pero a los 20 minutos se march¨® porque se encontraba mal. No lleg¨® a ver a sus ocho amigos, con los que hab¨ªa quedado m¨¢s tarde. Ten¨ªan entre 25 y 39 a?os. Siete hombres (todos puertorrique?os) y una mujer (estadounidense). Cuatro eran pareja.
23 v¨ªctimas puertorrique?as
De las 49 v¨ªctimas del atacante, que fue abatido por la polic¨ªa, el 90% es de origen hispano: 23 puertorrique?os, 12 estadounidenses, cuatro mexicanos, tres dominicanos, dos cubanos, un ecuatoriano y un venezolano, al margen de tres personas cuya nacionalidad a¨²n no se ha revelado. Las v¨ªctimas ten¨ªan entre 18 y 50 a?os. La gran mayor¨ªa eran hombres.
Desde hace tres a?os, la noche de s¨¢bado en Pulse era el lugar de encuentro de Mej¨ªa con sus amigos. ¡°Ah¨ª nos permit¨ªan abrazarnos, besarnos. Era tan bonito, no hab¨ªa inhibiciones, a nadie le iba a molestar eso¡±, explica.
Eso no sucede, asegura, en discotecas no enfocadas al p¨²blico gay: ¡°Nos sentimos inc¨®modos, se nos quedan mirando como si fu¨¦ramos unos bichos raros. Evitamos ir, por eso tenemos nuestros propios lugares, que son sagrados, es la iglesia, el punto donde nos encontr¨¢bamos para pasarlo bien sin hacerle da?o a nadie¡±.
Los siete amigos puertorrique?os fallecidos hab¨ªan llegado de peque?os a EE UU. Dos llevaban 10 a?os de relaci¨®n y hab¨ªan montado juntos un sal¨®n de belleza. ¡°Dec¨ªan: ¡®Vamos a morir juntos¡¯. Se llevaban tan bien¡±, rememora Mej¨ªa. Los dem¨¢s trabajaban en tiendas de art¨ªculos de cumplea?os, moda y perfumes. ¡°Eran tan amables, tan humanos, tan ch¨¦veres¡±, explica.
Mej¨ªa y su esposa hac¨ªan muchas actividades con las dos parejas. ¡°Eran mis hermanitos¡±, recuerda. Viajaban a Miami o Tampa, pasaban juntos las grandes celebraciones¡ ¡°No nos importaba si nos miraban. Eramos felices¡±, destaca.
La productora de televisi¨®n evita hablar del futuro. Se le entrecorta la voz. ¡°No quiero pensar en eso, me hace mucho da?o, tengo que aprender a vivir con ello¡±, dice.
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