?Es M¨¦xico racista?
La humillaci¨®n a tres ind¨ªgenas y una exposici¨®n sobre discriminaci¨®n avivan el debate
A la entrada de?Im¨¢genes para ver-te. Una exhibici¨®n del racismo en M¨¦xico, el vigilante Abel Rodr¨ªguez, de 47 a?os, recuerda su infancia en un pueblo de Veracruz: "Sufr¨ª mucho de ni?o. Para poder desayunar iba ofreci¨¦ndome de barrendero por las ma?anas. Para comer le tra¨ªa le?a a quienes lo pidieran. Y siempre me trataban como ajeno". A las puertas de una exposici¨®n en el Museo de la Ciudad de la capital que pone a su pa¨ªs ante el espejo de su viejo y velado tu¨¦tano de discriminaci¨®n, Rodr¨ªguez responde a la pregunta por su identidad.
¨C?Mestizo o ind¨ªgena?
¨CYo me considero ind¨ªgena.
¨C?Y qu¨¦ es mestizo para usted?
¨CEso es lo que quisiera yo saber. ?Qu¨¦ es un mestizo?
El de M¨¦xico, dice el cartel de bienvenida, es un racismo "escurridizo, dif¨ªcil de cernir". La ausencia de polarizaciones raciales (como blanco-negro), la relativa homogeneidad de aspecto del mexicano mayoritario (el mestizo, moreno o claro en diferentes grados) hace que no sea en general un racismo dicot¨®mico, de unos en contraste a otros, sino interno, de escalas de asunci¨®n o rechazo de la herencia originaria. "Es un sentimiento que nos involucra a todos. Como en alguna medida casi todos somos ind¨ªgenas, es algo muy dif¨ªcil de aceptar", juzga C¨¦sar Carrillo Trueba, bi¨®logo, antrop¨®logo y comisario de la muestra mientras ense?a un sala en la que se proyectan rostros que mutan en unos segundos de un color y unos rasgos a otros, mostrando la cercan¨ªa de todas las variables del humano, junto a expresiones populares que denigran a los ind¨ªgenas.
Frijolero. Indio bajado del cerro a tamborazos. Nopal. Cara de ¨ªdolo prehisp¨¢nico. Pr¨®fugo del petate.
Las exhalaciones racistas son frecuentes en M¨¦xico. Hace dos semanas se difundi¨® un informe de la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos sobre la humillaci¨®n y el maltrato que sufrieron tres ind¨ªgenas tzeltales de Chiapas cuando agentes de migraci¨®n mexicanos los detuvieron y trataron de expulsarlos de su propio pa¨ªs con destino a Guatemala, de donde los funcionarios consideraron que deb¨ªan de provenir aquellos sospechosos de no-mexicanidad.
"Un caso como ese lo que evidencia es que en M¨¦xico hay mucho racismo", afirma el antrop¨®logo Roger Bartra. "Lo hay dondequiera que mires. En los estratos ricos, en las capas acomodadas, en la clase media. Hasta en los sectores m¨¢s pobres, incluso entre ind¨ªgenas; es dram¨¢tico, cuando tienen un hijo m¨¢s blanquito creen que es mejor". "El desprecio a lo ind¨ªgena es generalizado y antiqu¨ªsimo, una herencia colonial que sigue permeando a la sociedad tanto en la c¨²spide como en la base. Eso es lo m¨¢s tr¨¢gico. Es un racismo transversal".
En la exposici¨®n, Carrillo Trueba se?ala una frase de un casting para un anuncio de Aerom¨¦xico. Todos look Polanco. Nadie moreno.?Polanco es un barrio adinerado de la Ciudad de M¨¦xico en el que abunda la gente blanca. El anuncio es de 2013. Desandando d¨¦cadas y yendo del ¨¢mbito de la publicidad al de la erudici¨®n, el comisario muestra una frase de 1940 del etn¨®grafo Carlos Basauri ¨C"Los otom¨ªes carecen de ideas abstractas"¨C, equiparable a Todos look Polanco.
Autor de M¨¦xico racista (Grijalbo, 2016), Federico Navarrete opina que el racismo es "un problema serio de nuestro pa¨ªs". "Desde los ¨¢mbitos m¨¢s privados (familia, escuela, c¨ªrculos sociales) hasta el racismo descarado, casi de apartheid, de las televisoras y la publicidad, pasando por el racismo velado en lo p¨²blico, en acceso a servicios, impartici¨®n de justicia, distribuci¨®n de la riqueza. Dir¨ªa que el racismo no es el origen de nuestros problemas, pero los agrava".
En M¨¦xico, un pa¨ªs en el que m¨¢s de 15 millones de personas (10% de la poblaci¨®n) se consideran ind¨ªgenas, no hubo un ¨®rgano centinela de la diferencia hasta la creaci¨®n en 2003 del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminaci¨®n. Hoy, seg¨²n las encuestas, uno de cada dos mexicanos reconoce que en su pa¨ªs se sufre discriminaci¨®n por el color de la piel, y las personas de piel morena oscura tienen un 51% menos de potencial de riqueza que las blancas.
Los analistas coinciden en que la demora en el reconocimiento del problema racista, que en M¨¦xico se est¨¢ echando a rodar con mucho retraso con respecto a otros pa¨ªses, tiene que ver con el mito del mexicano mestizo (el universal mexicano) que se alent¨® despu¨¦s de la Revoluci¨®n: la "raza c¨®smica", en palabras del intelectual Jos¨¦ Vasconcelos, un supuesto combinado de europeo e ind¨ªgena que superaba por fusi¨®n a esos dos elementos.
Carillo Trueba critica la base del mito: "El mestizaje como tal, en realidad, fue sobre todo entre distintas comunidades ind¨ªgenas. Por ejemplo, el hijo de un tarahumara con la hija de un zapoteco. Hay poco de europeo. De hecho, hay incluso m¨¢s de negro africano, como indican los estudios de marcadores gen¨¦ticos. Sin embargo, no hay mexicano que no diga que tiene un abuelo espa?ol. Le ayuda a ser reconocido como blanco, o a percibirse como tal".
En el M¨¦xico de los tres tzoztiles a los que quisieron deportar, de los centros comerciales con anuncios de familias rubio finlandia, de la Virgen morena, la de Guadalupe, pero Nadie moreno para?el casting, en el lema del estandarte educativo de la naci¨®n, la UNAM, se sigue leyendo: Por mi raza hablar¨¢ el esp¨ªritu,?frase de Vasconcelos. A falta de que se consume el aserto c¨®smico, sucede y no es poco que, como dice Carrillo, "se empieza a hablar de racismo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.