El bloqueo que ahoga a los m¨¢s pobres de Oaxaca

La orden lleg¨® al maestro v¨ªa Whatsapp la noche anterior: ¡°compa?eros, ma?ana realizaremos una cobertura en Hacienda Blanca¡±. El mensaje, en rom¨¢n paladino, significa ma?ana bloquearemos la carretera de acceso a Oaxaca que comunica con la Ciudad de M¨¦xico.

De esta forma, como un ej¨¦rcito disciplinado, a las siete de la ma?ana del jueves los docentes fueron poco a poco ocupando la calzada. Y la orden es clara; mientras dure la negociaci¨®n entre la Coordinadora de trabajadores de la educaci¨®n (CNTE) y el gobierno de Enrique Pe?a Nieto se permitir¨¢ el acceso a los veh¨ªculos particulares pero no a los camiones de mercanc¨ªas. Los bloqueos ser¨¢n una m¨¢s de las herramientas de negociaci¨®n mientras contin¨²an las conversaciones.

As¨ª, uno a uno los camiones, de gas, de leche, de pollo¡­ comenzaron a quedar varados en el arc¨¦n por tercer d¨ªa consecutivo

Este viernes el bloqueo ser¨¢ junto a la ruta que lleva hacia el Istmo, el s¨¢bado en el aeropuerto¡­y as¨ª sucesivamente en m¨¢s de 20 puntos a lo largo del Estado.

Por el momento en la tur¨ªstica Oaxaca no se nota desabastecimiento alguno y un huevo no cuesta 40 pesos (2 d¨®lares) como dijo el l¨ªder de la patronal oaxaque?a, sino los 3 pesos (0¡¯15 d¨®lares) que ha costado siempre, comprob¨® EL PA?S. La situaci¨®n, sin embargo, es dram¨¢tica para las comunidades m¨¢s remotas que dependen de la cadena de tiendas y alimentos subsidiados del Estado (Diconsa).

Diconsa, la red de distribuci¨®n de comida m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina, tiene casi 2.500 tiendas en Oaxaca donde se abastecen a precios reducidos m¨¢s de un mill¨®n y medio de personas en condiciones de ¡°alta marginalidad¡± repartidas por monta?as, veredas y desfiladeros de la sierra, la gran mayor¨ªa ind¨ªgenas que subsisten al borde de la hambruna.

Poblaciones donde jam¨¢s llegar¨ªan las empresas de alimentos convencionales por el alto coste que supone atravesar muchas horas de carreteras infernales para llegar a una comunidad donde nadie puede comprar sus productos porque el ingreso m¨¢s alto es de 100 d¨®lares mensuales.

¡°Hubo desabastecimiento pero ya hemos regularizado la distribuci¨®n de ma¨ªz, frijol, leche y los productos de la canasta b¨¢sica en los valles Centrales de Oaxaca, explica a EL PA?S Efr¨¦n De Jes¨²s G¨®mez, jefe del almac¨¦n rural de Diconsa. ¡°El problema est¨¢ en las zonas de la costa y del Istmo donde los bloqueos son m¨¢s fuertes y no ha podido llegar los alimentos a los m¨¢s pobres¡± a?ade.

Para normalizar el abasto en la zona centro del Estado Oaxaca los empleados de Diconsa utilizan varias estrategias: ¡°se ha hecho un mapeo de los bloqueos en funci¨®n de su radicalizaci¨®n; los que dejan pasar, los que son violentos con los camiones del gobierno, los que se despejan durante la noche¡­¡± explica. Entre otras cosas los camiones ya no llevan logotipos de ning¨²n tipo para hacer m¨¢s dif¨ªcil su identificaci¨®n y los conductores aprovechan la noche y las veredas para sortear los bloqueos y llevar los productos, a?ade De Jes¨²s.

¡°En el almac¨¦n tenemos alimentos para 20 d¨ªas pero nuestro problema es llevarlos a las comunidades¡± dice el jefe local de Diconsa, una empresa p¨²blica acostumbrada a llevar leche fortificada, frijol o ma¨ªz a los lugares m¨¢s inaccesibles. De hecho, cuenta entre su ¡®plantilla¡¯ con una decena de mulas para transportar los alimentos a los lugares m¨¢s remotos, pero es incapaz de sortear el bloqueo magisterial.

La situaci¨®n se ha vuelto tan dram¨¢tica en estas zonas que el Secretario de Desarrollo Social Jos¨¦ Antonio Mead, anunci¨® que desde el jueves al s¨¢bado habr¨¢ dos vuelos diarios para llevar m¨¢s de 100 toneladas de alimentos a la costa oaxaque?a en el Pac¨ªfico. Los alimentos tambi¨¦n se llevar¨¢n por tierra desde los Estados vecinos de Guerrero y Veracruz y ser¨¢n distribuidos a trav¨¦s de las tiendas del estado.

¡°Vamos a empezar a tener una crisis alimentaria y eso es lo peor que le puede pasar a Oaxaca porque va a provocar m¨¢s revueltas sociales y un enfrentamiento social. No entre maestros y gobierno sino entre poblaciones y los maestros¡± se?ala Oscar V¨¢zquez, jefe de almac¨¦n central de Diconsa.

Uno de sus empleados, el conductor de cami¨®n Gerardo Gilberto Reyes, hoy luce cansado. Desde hace d¨ªas conduce por la noche por carreteras imposibles de la sierra pero se le ilumina la cara cuando recuerda la alegr¨ªa de los ind¨ªgenas cada vez que llega con el cami¨®n cargado de arroz. Cuando se refiere a su empleo Gilberto no habla de un trabajo sino de una ¡°misi¨®n¡±. S¨®lo as¨ª se explica tanta tenacidad. ¡°Da mucha alegr¨ªa ver c¨®mo te reciben en poblaciones donde ya no queda nada en la tienda comunitaria. Me suelen hacer una comida y me dan las gracias porque sin estos productos no comer¨ªan y ellos no entienden del problema con los maestros¡± explica a bordo de su Dina.