Estados Unidos admite haber matado entre 64 y 116 civiles en bombardeos desde 2009

Estados Unidos levant¨® parcialmente este viernes el secretismo alrededor de sus ataques a¨¦reos en operaciones antiterroristas en el extranjero. El Gobierno difundi¨® sus estimaciones del impacto de sus bombardeos, desde la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca en 2009 hasta 2015, fuera de las llamadas ¨¢reas de hostilidades activas, por lo que excluye a Afganist¨¢n, Irak y Siria. Washington calcula haber matado entre 64 y 116 civiles en ese per¨ªodo fuera de zonas de guerra. Las estimaciones de organizaciones independientes son mucho m¨¢s elevadas: entre 200 y 1.000 civiles muertos.

EE UU dice haber llevado a cabo en ese per¨ªodo 473 ataques a¨¦reos que han causado la muerte de entre 2.372 y 2.581 combatientes, seg¨²n un informe de la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional, el ente que engloba a todas las agencias de inteligencia y seguridad del Gobierno. El informe no detalla ni c¨®mo ni d¨®nde se llevaron a cabo las operaciones. Pero, seg¨²n informaciones p¨²blicas, se considera que la mayor¨ªa de ataques fueron con drones de la CIA o el Ej¨¦rcito en Pakist¨¢n, Somalia, Yemen y Libia. Las operaciones cuentan te¨®ricamente con el aval de los gobiernos de esos pa¨ªses y, seg¨²n una directiva de 2013, solo se llevan a cabo contra individuos que se consideren una amenaza inminente a EE UU.

La difusi¨®n de las cifras llega tras un intenso debate interno en el Gobierno sobre la conveniencia de divulgarlas. A seis meses del fin de su mandato, Obama busca revertir las cr¨ªticas a la falta de transparencia en las operaciones antiterroristas. Obama es el presidente que m¨¢s ha optado por la estrategia de ataques quir¨²rgicos contra sospechosos de terrorismo, envueltas en un manto de opacidad y ejecutadas desde una sala de control a miles de kil¨®metros de distancia.

La estrategia minimiza posibles v¨ªctimas estadounidenses -un riesgo existente en un bombardeo desde un caza- y el posible impacto de las operaciones en la opini¨®n p¨²blica. Pero la ONU y otras organizaciones han cuestionado si los ataques de drones fuera de zonas de guerra respetan las salvaguardas internacionales de protecci¨®n de civiles.

En paralelo al informe, publicado a las puertas de un puente festivo en el pa¨ªs, Obama aprob¨® este viernes un decreto que establece que el Gobierno difundir¨¢ cada a?o su estimaci¨®n de civiles muertos en operaciones y detalla los procedimientos de EE UU para evitar muertes civiles. El mandatario busca establecer un precedente, pero el decreto puede ser cancelado por su sucesor elegido en las elecciones de noviembre.

El Gobierno dispone de un sistema de compensaciones econ¨®micas a familiares de civiles muertos en bombardeos, pero se desconoce p¨²blicamente c¨®mo se deciden y cu¨¢ntas personas han sido indemnizadas. El reconocimiento de que un civil ha fallecido es inusual y llega tras una larga investigaci¨®n interna.

En el informe, Inteligencia Nacional esgrime que basa sus estimaciones en todas las fuentes de informaci¨®n, incluidos art¨ªculos period¨ªsticos y de organizaciones independientes. Una persona, explica, es considerada un civil cuando no hay una ¡°base insuficiente para determinar que el fallecido es un combatiente¡±.

El documento atribuye las divergencias en los c¨¢lculos de muertos respecto a organizaciones independientes al hecho de que el Gobierno cuenta con informaci¨®n sofisticada y contactos sobre el terreno que son inaccesibles para esas organizaciones. Eso, por ejemplo, puede llevar al Gobierno a determinar con seguridad que una persona es un combatiente. Pero, al mismo tiempo, Inteligencia Nacional admite que cuenta con limitaciones para determinar con precisi¨®n el n¨²mero de muertos.