Valls acude de nuevo al decretazo para la definitiva aprobaci¨®n de la reforma laboral
Los sindicatos amenazan con m¨¢s protestas ante la ¡°deriva autoritaria¡± del Gobierno
Por cuarta vez en esta legislatura, el Gobierno franc¨¦s anula el voto parlamentario y echa mano del decretazo para sacar adelante una reforma. Es la cuarta prueba de la debilidad del Ejecutivo a causa de la rebeld¨ªa de decenas de sus diputados del ala m¨¢s izquierdista. En este caso, el golpe de mano del primer ministro, Manuel Valls, tiene mayor trascendencia porque sirve para aprobar definitivamente la reforma laboral, la m¨¢s rechazada en la calle y la que ha causado las m¨¢s graves tensiones en la izquierda francesa.
Valls ha anunciado este martes en la Asamblea Nacional el recurso al extraordinario art¨ªculo 49.3 de la Constituci¨®n ¨Cpermite suspender el tr¨¢mite parlamentario de una ley y aprobarla por decreto- despu¨¦s de una tensa reuni¨®n con su dividido grupo parlamentario. ¡°Basta de jugar. Yo no juego. Asumo mis responsabilidades en inter¨¦s del pa¨ªs¡±, les espet¨® el jefe del Gobierno.
Se refer¨ªa as¨ª al fracasado intento de ¨²ltima hora para pactar alguna enmienda y unir el voto socialista. El decretazo se produce el mismo d¨ªa en que deb¨ªa comenzar en la Asamblea Nacional la segunda y ¨²ltima lectura del proyecto de ley. En la primera, en mayo, Valls tambi¨¦n utiliz¨® el decretazo para sacar adelante el proyecto y enviarlo al Senado.
Para el jefe del Gobierno, el fracaso parlamentario del proyecto de ley es achacable a "una alianza de conservadores y de inmovilistas" -la derecha y sus diputados cr¨ªticos-, pese a que el proyecto recoge "un texto de progreso" necesario para Francia. "El pa¨ªs debe avanzar", ha afirmado.
Con este recurso al decreto, Hollande y Valls pretenden dar carpetazo a su proyecto m¨¢s pol¨¦mico y convertido desde marzo pasado en todo un s¨ªmbolo de la pugna de los sindicatos mayoritarios y de la izquierda radical contra la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno socialista. Solo uno de los grandes sindicatos, el reformista CFDT, acept¨® el texto despu¨¦s de que el Ejecutivo edulcorara art¨ªculos clave, como el de la rebaja de las indemnizaciones por despido.
De acuerdo con el 49.3 de la Constituci¨®n, la ley queda aprobada si la Asamblea no presenta en 24 horas una potencial moci¨®n de censura que debe ser votada en los dos d¨ªas siguientes. En mayo, Los Republicanos, el principal partido de la oposici¨®n present¨® la moci¨®n, pero no logr¨® la requerida mayor¨ªa absoluta de la C¨¢mara.
Los cap¨ªtulos m¨¢s contestados
Prioridad a la empresa. Los acuerdos entre propietarios y empleados en cada empresa tendr¨¢n m¨¢s fuerza legal que los pactados en el sector. Es un cambio radical en el principio de jerarqu¨ªa legal.
Indemnizaciones. Baja general en caso de despido. Se reducen a 15 meses de salario ¨Cen lugar de 27- para empleados con m¨¢s de 20 a?os de antig¨¹edad. Son baremos "indicativos", no obligatorios, como dec¨ªa la primera versi¨®n de la ley.
Despidos. Se facilitan en caso de degradaci¨®n de cifra de negocios durante cuatro trimestres o p¨¦rdidas durante un semestre. Y por cambios tecnol¨®gicos o reorganizaciones.
Horas extraordinarias. Su pago podr¨¢ ser de solo un 10% superior a las horas ordinarias, no 25% como hasta ahora, si as¨ª se pacta en cada empresa.
35 horas. El principio sagrado en el l¨ªmite laboral semanal queda de hecho dinamitado por la ley porque se podr¨¢ ampliar m¨¢s f¨¢cilmente que ahora por acuerdo interno en las empresas.
Los diputados rebeldes y la izquierda radical tambi¨¦n intentaron entonces presentar esa moci¨®n. Les faltaron dos firmas de las 58 exigidas para conseguirlo. Ahora dicen tener suficientes apoyos para hacer frente a ¡°la m¨¢quina infernal¡± del 49.3, en palabras de Christian Paul, l¨ªder de los rebeldes.
Los Republicanos (196 esca?os) han dicho que no presentar¨¢n la censura. Dejar¨ªan as¨ª en evidencia la brecha interna en la izquierda y, de paso, se reservan la opci¨®n de apoyar la censura de la izquierda, si es que la presentan. Con esa alianza contra natura, la moci¨®n conseguir¨ªa m¨¢s de los 289 votos exigidos. Como consecuencia, la ley no ser¨ªa aprobada y caer¨ªa el Gobierno. Un riesgo considerado ¡°desproporcionado¡± por algunos rebeldes a menos de un a?o de las presidenciales.
El paso dado por Valls ha coincidido con una nueva jornada de movilizaci¨®n contra la reforma dentro de la mayor movilizaci¨®n social registrada en Francia en las ¨²ltimas d¨¦cadas. La mayor manifestaci¨®n se ha registrado en el centro de Par¨ªs -entre 7.500 y 45.000 asistentes, seg¨²n la polic¨ªa o los organizadores- a la misma hora en que Valls anunciaba su decisi¨®n. La CGT, el mayor sindicato del pa¨ªs, prepara nuevas protestas ante ¡°la deriva autoritaria¡± y ¡°una rentr¨¦e potente y ofensiva para impedir la aplicaci¨®n de la ley¡± que es rechazada por cerca del 70% de los franceses, seg¨²n los sondeos.
Junto con la laboral, la otra destacada reforma del mandato de Fran?ois Hollande ha sido la de liberalizaci¨®n de la econom¨ªa. Tambi¨¦n por la rebeli¨®n de diputados socialistas, la ley fue aprobada en las dos lecturas por decretazo. En ambos casos, Valls super¨® con holgura las correspondientes mociones de censura de Los Republicanos.
La opci¨®n constitucional de aprobar una ley por decreto sin debate ni votaci¨®n la ha utilizado el Gobierno franc¨¦s en 84 ocasiones desde el arranque de la V Rep¨²blica en 1958. La izquierda lo ha hecho en 52 ocasiones y la derecha, en 32. El r¨¦cord, con 28 veces, lo tiene el exprimer ministro socialista fallecido la semana pasada Michel Rocard, quien dirigi¨® el Gobierno 1988 y 1991.
Bajo el mandato de Sarkozy (2007-2012), no se hizo en ninguna ocasi¨®n. Valls, en cambio, lo ha hecho ya cuatro veces: dos para aprobar la tambi¨¦n pol¨¦mica ley de liberalizaci¨®n de la econom¨ªa y otras dos con la reforma laboral. La mayor cr¨ªtica contra el uso de semejante arma nuclear la hizo en 2006 el hoy presidente Hollande: ¡°El 49.3 es una brutalidad. El 49.3 es una negaci¨®n de la democracia¡±.?
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