La contaminaci¨®n invisible que envenena China
El Gobierno impulsa un plan para frenar la poluci¨®n del suelo, que afecta a un 16% del territorio
En la ¨²ltima semana de mayo, durante la madrugada, tres camiones de gran tama?o llegaron a las afueras de la aldea de Daying, en la provincia norte?a china de Hebei. Aprovechando la oscuridad, empezaron a arrojar su carga a una acequia, hasta que alguien se acerc¨® y se dieron a la fuga. Nadie sabe con exactitud qu¨¦ sustancias vertieron. Pero un mes m¨¢s tarde, el olor del c¨®ctel qu¨ªmico es a¨²n penetrante. La mezcla ha matado los ¨¢lamos que el granjero Zhang Yachun hab¨ªa plantado hace dos a?os a lo largo de la zanja, cerca de 200, que ya solo valen para le?a. La campesina Bian, due?a del terreno adjunto, llora temiendo que su campo, su ¨²nica fuente de ingresos y que regaba con el agua de la acequia, tambi¨¦n se haya contaminado y su pr¨®xima cosecha de trigo quede inservible.
Los aldeanos de Daying, donde viven 1.500 personas, desconocen qui¨¦n haya podido ser el responsable. En sus cercan¨ªas hay plantas qu¨ªmicas, f¨¢bricas de acero y factor¨ªas de cuero. Las autoridades locales, denuncian Zhang y Bian, no han hecho caso de sus reclamaciones. ¡°Nos dicen que localicemos nosotros a los culpables, y que entonces intervendr¨¢n ellos. Pero solo somos gente corriente, ?c¨®mo podemos encontrar qui¨¦n ha sido?¡±.
Al norte de Daying se encuentra la aldea de Maoying, de 4.000 habitantes y pegada a la ciudad de Xinji, que presume de ser la ¡°capital del cuero¡± de China. Un enorme vertedero a cielo abierto recoge los desechos de un centenar de f¨¢bricas especializadas. Sus habitantes no se atreven a abrir las ventanas debido al permanente mal olor, y se quejan de lo turbio de su agua potable. ¡°Mucha gente padece enfermedades raras. Incluso los j¨®venes desarrollan c¨¢ncer. Hace dos a?os fuimos a protestar al gobierno de Xinji. Detuvieron a dos y les pusieron despu¨¦s en libertad, a otro le condenaron por allanar un edificio p¨²blico¡±, dice un residente que se identifica como Wang.
Lamentablemente, no son casos aislados. La poluci¨®n del suelo en China ¡°es un problema tan grave como la del aire, solo que menos visible¡±, se?ala Ada Kong, directora de la campa?a contra productos t¨®xicos de Greenpeace en Asia Oriental.
Los resultados de un estudio elaborado por el Ministerio de Recursos Naturales entre 2005 y 2013, y divulgados parcialmente en 2014, encuentran que un 19,4% de los terrenos de cultivo, y el 16,1% del total del suelo, est¨¢n contaminados. En 3,3 millones de hect¨¢reas la cantidad de t¨®xicos ha obligado a prohibir la siembra. Entre las causas, los desechos t¨®xicos de las f¨¢bricas, el uso de agua contaminada para el riego o el empleo excesivo de pesticidas.
Pero la realidad puede ser a¨²n peor. Sus cr¨ªticos consideran que las muestras, extra¨ªdas de 10.000 puntos en 1.500 ¨¢reas examinadas, fueron poco representativas y no tuvieron en cuenta todos los posibles elementos t¨®xicos. Gao Shengda, secretario general de la Asociaci¨®n Industrial para la Regeneraci¨®n del Suelo de China, calculaba en declaraciones al Diario del Pueblo que hay entre 300.000 y 500.000 ¨¢reas de suelo contaminado en todo el pa¨ªs.
La administraci¨®n local mira hacia otro lado
En muchos casos, las empresas contaminantes se encuentran entre los principales generadores de empleo y de contribuciones fiscales en sus localidades, por lo que las autoridades de la zona, como en el caso que denuncian los granjeros Bian y Zhang, se han visto tentadas de mirar hacia otro lado.
Es tambi¨¦n el caso que denuncia un residente de la aldea de Donglonghuzhuang, en Hebei, y que pide el anonimato para hablar de los vertidos de una planta qu¨ªmica construida a 300 metros de la localidad.
"Los echan al r¨ªo aleatoriamente, y como consecuencia tambi¨¦n han contaminado la tierra y las aguas subterr¨¢neas. Las autoridades dicen que el agua est¨¢ bien, pero nuestras cosechas se mueren y cada vez tenemos m¨¢s casos de c¨¢ncer. En enero, un instituto de Pek¨ªn nos analiz¨® el agua y encontr¨® que el nivel de 28 metales pesados sobrepasaba gravemente lo permisible¡ Algunos hemos ido a protestar a Pek¨ªn. Pero matones locales entraron en nuestras casas y nos amenazaron. A uno de nosotros le han dado una paliza y le han partido la pierna", revela.
Seg¨²n explica Kong, ¡°esperamos que el Gobierno central aumente la prioridad que concede a la protecci¨®n de los funcionarios de medioambiente, de manera que no solo tengan que rendir cuentas de su cumplimiento de las metas econ¨®micas, sino tambi¨¦n de c¨®mo protegen al medioambiente¡±.
Despu¨¦s de tres a?os de preparaci¨®n, el Gobierno chino public¨® el 31 de mayo un plan de lucha contra la contaminaci¨®n del suelo, que complementa a los ya aprobados contra la poluci¨®n del aire y el agua. Para 2020 el plan prev¨¦ haber reducido el empeoramiento de la contaminaci¨®n. Para 2030, aspira a haber empezado a mejorar la calidad del suelo, y para 2050 habr¨¢ revertido los efectos de la poluci¨®n. Entre sus propuestas, prev¨¦ haber limpiado 666.000 hect¨¢reas de terreno cultivable y convertir 13.340 kil¨®metros cuadrados de suelo contaminado en bosques y praderas para dentro de 4 a?os.
Aunque el proyecto presenta algunos problemas. Es dif¨ªcil obligar a su aplicaci¨®n hasta que se apruebe la nueva ley de control de contaminaci¨®n del suelo, algo que podr¨ªa ocurrir el a?o pr¨®ximo. ¡°La precisi¨®n de la investigaci¨®n de 2014 no es mucha, necesitamos datos exactos¡±, reconoce Wang Xiahui, director del Centro de Protecci¨®n del Suelo de la Academia de Protecci¨®n Medioambiental. Los expertos esperan completar un estudio sobre el suelo cultivable para finales de 2018 y del suelo industrial para 2020.
Aplicar el plan en su totalidad ser¨¢, asimismo, una tarea extremadamente cara. Sus redactores calculan que ser¨¢n necesarios en torno a 300.000 millones de yuanes (40.506 millones de euros). Pero en 2016, aunque creci¨® un 146% con respecto al a?o anterior, el presupuesto oficial solo fue de 9.000 millones. El investigador Gu Qingdao, de la Academia China de Investigaci¨®n de Ciencias Medioambientales y uno de los participantes en la elaboraci¨®n del plan, apunta la posibilidad de establecer alianzas entre el sector privado y el p¨²blico.
Pero, sobre todo, el plan deposita la responsabilidad de su cumplimiento en las autoridades locales. ¡°Dada la escala del problema, contar con el personal y los conocimientos adecuados puede representar un gran desaf¨ªo para estos gobiernos¡±, considera Kong.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.