Una propuesta xen¨®foba
La idea del refer¨¦ndum sobre refugiados en Hungr¨ªa habr¨ªa sido dif¨ªcil sin el ¡®Brexit¡¯
El presidente h¨²ngaro ha avisado de que su pa¨ªs va a organizar un referendo para rechazar las cuotas obligatorias de refugiados que la UE fij¨® en 2015 y que los pa¨ªses del grupo de Visegrado (Polonia, Hungr¨ªa, Eslovaquia y Rep¨²blica Checa) combatieron rotundamente. La cuesti¨®n que pretende plantear el Gobierno h¨²ngaro a los ciudadanos es ya una respuesta: ¡°?Quiere que la UE tenga derecho a determinar una cuota obligatoria de ciudadanos no h¨²ngaros en Hungr¨ªa sin el consentimiento del Parlamento?¡±. Contestar s¨ª a esta formulaci¨®n equivale a una traici¨®n nacional.
Lo acontecido en Hungr¨ªa desde el comienzo de la crisis de los refugiados es muy emblem¨¢tico del debilitamiento del proyecto europeo global. Tanto para este pa¨ªs como para Polonia, parece que la pertenencia a la UE es una cuesti¨®n exclusivamente mercantil, sin un ¨¢pice de identidad com¨²n y menos a¨²n de solidaridad intraeuropea. Los europeos pagamos los fondos para que estos pa¨ªses se aprovechen de la construcci¨®n europea, pero estos Gobiernos, que no hay que confundir con sus pueblos, no dudan en pisotear los valores fundamentales de la Uni¨®n. Saben que nadie les va a imponer un m¨ªnimo de respeto de la ley com¨²n. Est¨¢ claro que si se organiza en Hungr¨ªa un referendo sobre la tragedia de los refugiados, los movimientos populistas de derecha en Europa lo van a pedir para sus propios pa¨ªses. Ser¨¢ el comienzo del fin del proyecto europeo.
?Qu¨¦ tipo de contestaci¨®n Europa puede y debe tener frente a esta amenaza?
Hay dos respuestas posibles: la primera es llevarla al Tribunal Europeo y condenarla, incluso con medidas de restricci¨®n de los fondos. La segunda ser¨ªa definir el papel que estos pa¨ªses quieren asumir en la UE, pues est¨¢ claro que no respetan los acervos europeos. Pero lo que s¨ª es urgente es organizar una conferencia institucional que al determinar las condiciones de salida de Gran Breta?a, lanzara, en el mismo acto, el debate para un proyecto de Uni¨®n Pol¨ªtica Europea entre los pa¨ªses de la zona euro, y de Asociaci¨®n Comercial, en un segundo c¨ªrculo, con los pa¨ªses firmantes de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE.
Pues est¨¢ claro que la Europa de la ampliaci¨®n no funciona, dado el desacuerdo sobre los valores ¨¦ticos (normalmente, el Gobierno xen¨®fobo de Hungr¨ªa deber¨ªa estar fuera de la Uni¨®n) y la imposibilidad de conseguir una alianza pol¨ªtica con estos pa¨ªses sobre el papel de Europa en el mundo. En cambio, s¨ª que se puede desarrollar con ellos una potente zona de libre cambio.
La propuesta h¨²ngara hubiera sido dif¨ªcil sin la ruptura provocada por la salida de Gran Breta?a. Se trata de una nueva ¨¦poca. M¨¢s que nunca, el eje vertebrador de la Uni¨®n, Alemania y Francia, debe fortalecerse con los pa¨ªses del sur de Europa, que son la verdadera reserva estrat¨¦gica de la construcci¨®n europea. El Brexit puede transformarse en suerte, favoreciendo un proyecto pol¨ªtico com¨²n, l¨²cido y realista. Es la mejor respuesta a los que ensucian Europa con su xenofobia.
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