Madre Agnes, de hippie a protectora del patrimonio cristiano sirio
Amenazada por los yihadistas, la monja libanesa ha mediado en la liberaci¨®n de religiosos secuestrados por Al Qaeda en Siria
A los 65 a?os, la libanesa Fadia Laham, m¨¢s conocida como la madre Agnes, es la protectora de la comunidad y el patrimonio cristianos en Siria. La monja ha mediado en la liberaci¨®n de varios religiosos secuestrados por Al Nusra (rama local de Al Qaeda) y ha puesto a salvo en L¨ªbano los iconos, manuscritos y lienzos del monasterio de Santiago el Mutilado, entre otros. Hoy prosigue la b¨²squeda de objetos robados que los traficantes ofrecen a los coleccionistas occidentales. La llaman la monja proAsad, y, sin embargo, asegura que fueron los rebeldes del Ej¨¦rcito Libre Sirio (ELS) quienes le salvaron la vida, ayud¨¢ndole a escapar de las amenazas de muerte de Al Nusra.
Del cuello y sobre el h¨¢bito marr¨®n que utiliza la orden de las Carmelitas Descalzas, le cuelga una enorme cruz. La religiosa pertenece a la Iglesia greco-cat¨®lica melquita, la segunda mayor comunidad cristiana en Siria. ¡°Antes de la guerra hab¨ªa algo m¨¢s de dos millones de cristianos [el 10% de la poblaci¨®n total]. Hoy apenas quedan 700.000 tras la huida de la mayor¨ªa a Europa¡±, afirma en un castellano fluido en un piso de la orden en Jounieh, regi¨®n cristiana al norte de Beirut.
¡°Los cristianos se han posicionado junto al Gobierno, dictatorial o no, porque saben que sin estructuras estatales no hay seguridad, y sin estas habr¨ªa una inestabilidad total¡±, afirma. Para la monja, como para buena parte de las figuras religiosas cristianas en Siria, la guerra iraqu¨ª sent¨® un precedente que todos temen que se repita: ¡°La guerra de 2003 expuls¨® a los cristianos. Apenas queda el 10% y han destruido gran parte de su patrimonio¡±. La destrucci¨®n de Siria, seg¨²n la religiosa, forma parte de un plan m¨¢s amplio, que pretende desmembrar y dividir las sociedades pluralistas como Irak o Egipto.
Nacida en L¨ªbano de padre palestino y madre libanesa, perdi¨® a su progenitor a los 15 a?os y a los 16 se uni¨® a un grupo de mochileros hippies. A los 19, la joven Laham puso fin a su periplo e ingres¨® como monja de clausura en el convento de las Carmelitas al norte de Beirut. All¨ª le sorprendi¨® la devastadora guerra civil libanesa en 1975 durante la cual las religiosas asistieron a los desplazados.
En 1993 viaj¨® a Siria para reconstruir el monasterio greco-cat¨®lico melquita de Santiago el Mutilado, del siglo V, a 60 kil¨®metros al norte de Damasco, al que se traslad¨® como madre superiora. Pero en 2011, estallaron las protestas populares contra el Gobierno de El Asad que desembocaron en una cruenta represi¨®n y en una guerra que todav¨ªa perdura. Cuenta que Al Nusra le amenaz¨® de muerte y en 2012 el ELS le ayud¨® a escapar al L¨ªbano. ¡°Queda muy poco del ELS, pero son lo m¨¢s valioso de la revoluci¨®n¡±, asegura.
¡°Los rebeldes matan¡±
¡°Mi testimonio es molesto por ser pol¨ªticamente incorrecto. Hoy hay que repetir por la ma?ana, a mediod¨ªa y por la noche que Bachar el Asad mata, pero no se puede decir que los rebeldes matan. Quien quiere decir la verdad, la dice toda¡±. Los rebeldes le acusan de legitimar el discurso del Gobierno. La monja acus¨® a la oposici¨®n de cometer la masacre con gas sar¨ªn de 2013 en un suburbio de la capital siria, por la que los rebeldes culpan al r¨¦gimen y que caus¨® m¨¢s de 1.400 muertos. Miembro del proceso de reconciliaci¨®n nacional sirio, en 2014 lider¨® el regreso al pa¨ªs de 2.000 refugiados acogidos en una localidad libanesa cerca de la frontera. Organizaciones humanitarias aseguran que coaccion¨® a las v¨ªctimas para que retornaran.
La religiosa tambi¨¦n est¨¢ amenazada por el Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s), lo que le ha obligado a moverse con escolta en seminarios internacionales.
Seg¨²n su recuento, m¨¢s de 120 iglesias y monasterios han sido destruidos en el pa¨ªs. En 2013, Malula, uno de los ¨²ltimos rincones del mundo donde a¨²n se habla arameo, la lengua de Cristo, fue saqueada por los yihadistas. Un a?o m¨¢s tarde, medi¨® al tel¨¦fono con Abu Malek, m¨¢ximo l¨ªder de Al Qaeda en esa regi¨®n, fronteriza con L¨ªbano, para la liberaci¨®n de nueve monjas greco-ortodoxas secuestradas all¨ª.
L¨ªbano, pasaje predilecto para el contrabando de antig¨¹edades cristianas sirias
¡°Turqu¨ªa sigue siendo la ruta predilecta para extraer antig¨¹edades robadas en Siria, pero L¨ªbano lo es para las piezas cristianas¡±, precisa en Beirut Cristina Menegazzi, responsable de la unidad de UNESCO para Siria. Con un 40% de poblaci¨®n cristiana, en L¨ªbano abundan intermediarios cualificados en la compra-venta ilegal de iconos, pinturas y dem¨¢s joyas cristianas extirpadas al milenario patrimonio cultural sirio. Piezas que posteriormente ser¨¢n vendidas en el mercado negro a coleccionistas occidentales, principalmente en Francia, Europa del este y Estados Unidos.
"Desde 2011 se han hecho m¨¢s de 60 requisiciones, superando un total de 300 piezas confiscadas", cifra Assaad Seif, quien liderara la Direcci¨®n General de Antig¨¹edades (DGA) de L¨ªbano. El descontrolado saqueo del patrimonio arqueol¨®gico sirio, amparado por el caos b¨¦lico, ha llevado a las DGA siria y libanesa a sumar fuerzas con UNESCO e Interpol. Abdelkarim Maamoun, director de la DGA siria asegur¨® a EL PAIS que junto a 2.500 funcionarios ha logrado poner a salvo en Damasco m¨¢s de 300.000 piezas del patrimonio nacional.
Sin embargo, en las zonas donde reinan el Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) y Al Qaeda, el saqueo es constante. "Frente a las c¨¢maras de televisi¨®n destruyen las ruinas romanas. Por detr¨¢s, las venden al mejor postor", comenta Seif, quien cifra en 600 millones de euros los beneficios estimados obtenidos por ISIS, lo que cuenta como la segunda fuente de ingresos del grupo terrorista tras el crudo. En 2014, los agentes libaneses incautaron en su frontera el bot¨ªn m¨¢s importante desde el inicio de la guerra: 14 bajorrelieves milenarios extra¨ªdos de las tumbas funerarias de Palmira. La alarma la hizo saltar Interpol tras localizar en un foro especializado en internet una subasta en la que los clientes pujaban por hasta 200.000 euros la pieza.
A decenas de miles de kil¨®metros, coleccioncitas occidentales se lucran a costa de una guerra ajena desatando una verdadera b¨²squeda de tesoros. Lo hacen a la carta, mandando fotos de la ansiada pieza que complete su colecci¨®n a expertos contrabandistas locales. A su vez, ¨¦stos convierten a hambrientos trabajadores sirios en saqueadores profesionales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.