M¨¦xico y los maestros disidentes entierran el hacha para negociar
Interior y la facci¨®n sindical CNTE debatir¨¢n sobre el modelo educativo y sus conflictos
Marcada durante cuatro a?os por el encono, las posturas r¨ªgidas y los accesos de violencia, el mayor la matanza de Nochixtl¨¢n el 19 de junio, la lucha de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n (CNTE) contra la reforma educativa ha puesto un pie en el terreno del sentido com¨²n. La facci¨®n sindical radical y el Gobierno de M¨¦xico han pactado una hoja de ruta para llegar a acuerdos.
La hoja todav¨ªa es un esquema, un folio con tres rayas que a buen seguro no ser¨¢ f¨¢cil rellenar. Las conversaciones se dividir¨¢n en una mesa pol¨ªtica, una educativa y otra social que arrancar¨¢n entre esta semana y la que viene. Lo m¨¢s relevante hasta el momento es que la avenencia entre los maestros y el poder federal enfr¨ªa la temperatura de un conflicto siempre a punto de ebullici¨®n y que ha aumentado la volatilidad social de las regiones pobres del sur de M¨¦xico, donde prepondera la CNTE.
"Es un logro muy importante en favor de nuestro pa¨ªs, de la tranquilidad, de la gobernabilidad, de la estabilidad", dijo el martes a medianoche Miguel ?ngel Osorio Chong, el secretario de Gobernaci¨®n. Sal¨ªa de una reuni¨®n de cuatro horas con una treintena de profesores. El n¨²mero uno de Interior, un negociador bien temperado, posible candidato presidencial en 2018, sali¨® reforzado de la evaluaci¨®n nocturna de la CNTE, que tambi¨¦n se apunta una victoria al conseguir sentar al Gobierno a negociar.
"El inicio de la negociaci¨®n deja atr¨¢s las preguntas sin respuesta. Es un triunfo de todos", expres¨® la CNTE en un comunicado que presenta la hoja de ruta como un logro "arrancado" al Gobierno y como v¨ªa de soluci¨®n al conflicto derivado de la "imposici¨®n a sangre y fuego" de la Reforma Educativa.
Aunque la poderosa agrupaci¨®n (m¨¢s de 100.000 agremiados) afirma que no renuncia a su objetivo principal de que la reforma sea derogada, al acuerdo formal con el Gobierno para ponerse a negociar subyace una renuncia de fondo a la estrategia de m¨¢ximos. El presidente Enrique Pe?a Nieto ha dicho tajantemente que una eventual abrogaci¨®n de la ley no est¨¢ sobre el tablero. La reina no estar¨¢, as¨ª que los maestros tendr¨¢n que intentar comerse otras piezas, y el Gobierno dej¨¢rselas comer.
Se espera que se abra un debate sobre el modelo educativo. No es f¨¢cil divisar en qu¨¦ pueda consistir un debate de ese calado que no ponga en cuesti¨®n la integridad misma de la reforma, pero tal vez sean m¨¢s determinantes los acuerdos pr¨¢cticos a los que se lleguen bajo la mampara del gran di¨¢logo.
Uno de ellos podr¨ªa ser retocar el m¨¦todo de evaluaci¨®n docente. El despido de los que suspenden, novedad de la reforma, ha sido uno de los motivos de indignaci¨®n de la CNTE, y quiz¨¢s ah¨ª el Gobierno y los maestros puedan idear salvedades que hagan el mecanismo menos traum¨¢tico. Tambi¨¦n parece viable que se retiren sanciones a maestros disidentes, despedidos y hasta encarcelados durante la ya larga batalla por la reforma educativa. A la CNTE le tocar¨¢ ordenar a sus bases que amainen los cortes de carretera y las manifestaciones, sus armas de presi¨®n en el sur y en la capital, la Ciudad de M¨¦xico.
Y en medio de todo, una inc¨®gnita: si Aurelio Nu?o, secretario de Educaci¨®n, o al menos un representante suyo, tendr¨¢ silla en alguna de las mesas de negociaci¨®n. Los maestros lo consideran su enemigo y parecen m¨¢s c¨®modos a solas con Osorio Chong, pero ser¨ªa dif¨ªcilmente asumible que el Gobierno de M¨¦xico dirimiese la salida al conflicto educativo sin un papel central de su titular de Educaci¨®n, un joven delf¨ªn de Pe?a Nieto cuyo nombre suena tambi¨¦n en el juego de tronos.
No encima, pero s¨ª debajo de la mesa de negociaci¨®n, estar¨¢ la matanza de Nochixtl¨¢n, en la que nueve civiles murieron en un desalojo policial de un corte vial de maestros de la CNTE. La investigaci¨®n corre por su cauce policial, pero el Gobierno deber¨¢ esclaracer lo ocurrido y castigar a los responsables para ennoblecer la negociaci¨®n educativa y conjurar los espectros de nuevos estallidos sociales.
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