Maduro y las fronteras del hambre
El r¨¦gimen chavista se arriesga a un estallido de violencia por parte de los ciudadanos
Hace poco menos de un a?o, Nicol¨¢s Maduro orden¨® cerrar la frontera con Colombia dizque para evitar que el contrabando de extracci¨®n agudizara la crisis de escasez universalmente conocida. La dicaz desmesura con que Maduro emula a Hugo Ch¨¢vez lo llev¨® a afirmar que Colombia, pa¨ªs de 47 millones largos de habitantes, vive, parasitaria y exclusivamente, de lo que Venezuela produce. Afirm¨® paladinamente que Venezuela brinda refugio y asistencia m¨¦dica desde hace d¨¦cadas a millones de colombianos desplazados por el conflicto armado en su pa¨ªs de origen. Ello, por s¨ª solo, vendr¨ªa a explicar el inocultable y vergonzoso colapso del sistema de salud venezolano.
El casus belli con que se pretendi¨® justificar el cierre fronterizo fue la muerte a balazos de varios efectivos militares venezolanos, presuntamente v¨ªctimas de las mafias del contrabando y del paramilitarismo colombianos. Todo parece indicar, empero, que se trat¨® de un ajuste de cuentas entre bandas delictivas, una de las cuales es , precisamente la Guardia Nacional venezolana (bautizada por Ch¨¢vez " como Guardia del Pueblo " ), acaso el cuerpo de polic¨ªa militarizada m¨¢s corrupto del ya bastante corrupto estamento militar venezolano.
La orden de cerrar la frontera fue impartida con vociferaciones xen¨®fobas y seguida por la brutal deportaci¨®n de miles de modestos colombianos, asentados desde hace d¨¦cadas en el lado venezolano. Los testimonios de estas deportaciones, todos a cargo de la inefable Guardia Nacional, recogidos por los v¨ªdeos noticiosos del momento, son sencillamente indignantes. La vesania de la Guardia Nacional durante aquellas jornadas contrastan, por cierto, con el talante humanitario de la polic¨ªa y funcionariado colombianos en el trato a los desesperados consumidores venezolanos.
Ahora bien , ?por qu¨¦ el r¨¦gimen de Maduro, comenzando por el gobernador del fronterizo estado de T¨¢chira, teniente Jos¨¦ Gregorio Vielma Mora, pretenden ahora mostrar la apertura de la frontera como una medida de gracia, un gesto magn¨¢nimo de Caracas para con los sufridos habitantes de la frontera que, cont¨¢ndose en decenas de miles, volaron a la fronteriza ciudad colombiana de C¨²cuta a surtirse de harina precocida, aceite comestible, medicinas y papel higi¨¦nico? La Canciller¨ªa colombiana calcula que m¨¢s de 35.000 venezolanos cruzaron la frontera el pasado 10 de julio. " No hay que llamarlo corredor humanitario " , puntualiz¨® el gobernador tachirense, palabra m¨¢s o menos. Seg¨²n ¨¦l y muchos otros voceros del madurismo, no existe una crisis humanitaria en Venezuela que justifique solicitar oficialmente la ayuda internacional, tal como clama la poblaci¨®n entera.
Pero, en los hechos, eso es lo que los venezolanos han ido a buscar masivamente, cruzando a pie la frontera con el pa¨ªs vecino: alivio, as¨ª sea parcial y transitorio, a una descomunal crisis humanitaria nunca antes vivida en la que alguna vez fue motejada " Venezuela Saudita " , tal era la munificencia del ya casi extinto petroestado.
El teniente Vielma Mora ha afrontado el rid¨ªculo continental que para el "socialismo del siglo XXI " , y su cacareada pol¨ªtica de " soberan¨ªa alimentaria " , entra?a la estampida de consumidores venezolanos hacia Colombia, amenazando con que no se permitir¨¢ la repetici¨®n de este "show medi¨¢tico de la oposici¨®n " .
Sin embargo, a todas luces, va a ser muy dif¨ªcil para el r¨¦gimen de Maduro cerrar de nuevo permanentemente la frontera sin arriesgar un estallido de violencia por parte de los ciudadanos del aguerrido estado T¨¢chira. Por lo dem¨¢s, cabe preguntarse si lo que abri¨® la frontera no fue la voluntad de Maduro de aliviar la crisis, sino la masiva y sostenida presi¨®n ciudadana sobre el gobernador Vielma Mora y la indeciblemente corrupta Guardia Nacional. Un indicio m¨¢s de la creciente contestaci¨®n ciudadana que cabe esperar en lo sucesivo.
?@ibsenmartinez
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