Los ¡®cascos blancos¡¯ que salvan vidas entre escombros en Siria

En la Siria rebelde, un equipo de 2.980 voluntarios persigue a diario los estruendos de las bombas en busca de posibles supervivientes que rescatar de los escombros. Son la Defensa Civil Siria (DCS y Difaa al Medani Suri en ¨¢rabe), pero los medios les han bautizado como los White Helmets (Cascos Blancos en ingl¨¦s), por el color del casco que portan. Trabajan sin descanso en los 119 centros que mantienen en las zonas fuera del control del r¨¦gimen (en las provincias de Alepo, Idlib, Hama, Latakia, Homs, Damasco, Periferia de Damasco y Deraa). En el v¨ªdeo incoporado en este art¨ªculo puede verse, en im¨¢genes de 360?, c¨®mo desarrollan diariamente su labor.

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Desde su creaci¨®n en marzo de 2013, alegan neutralidad pol¨ªtica y claman haber salvado 56.000 vidas de los bombardeos de la aviaci¨®n siria y m¨¢s recientemente la rusa. Para ello, 129 j¨®venes de 18 a 35 a?os han sacrificado las suyas. Son antiguos estudiantes universitarios, obreros o mec¨¢nicos que han optado por ejercer uno de los trabajos m¨¢s peligrosos en el mundo. El oficial de enlace, Abdul Rahman, asegura que los barriles bomba son la pesadilla de los civiles, y los dobles ataques la de sus voluntarios. ¡°Hemos perdido a 30 de los nuestros en dobles bombardeos, es decir, cuando los bombarderos golpean pocos minutos despu¨¦s en el mismo lugar¡±, lamenta al tel¨¦fono y desde Turqu¨ªa.

Seg¨²n el Observatorio Sirio Para los Derechos Humanos, con sede en Londres, 6.000 civiles han perdido la vida en lo que va de a?o, ampliando el balance a m¨¢s de 290.000 los muertos desde 2011. En los ¨²ltimos tres meses, es en Alepo donde la DCS concentra sus esfuerzos. A pesar de la fr¨¢gil tregua en vigor entre rebeldes y Gobierno de Damasco, los civiles se hallan atrapados en una virulenta batalla por el control de la que fuera la capital econ¨®mica y, por ende, de las rutas de avituallamiento rebeldes y yihadistas con Turqu¨ªa.

H¨¦roes aclamados y contestados

Aclamados como h¨¦roes en los grandes medios de comunicaci¨®n anglosajones, los White Helmets est¨¢n nominados este a?o al Premio Nobel de la Paz y se encuentran entre las tres organizaciones a las que se destinar¨¢n los fondos recaudados por la familia de Jo Cox, parlamentaria brit¨¢nica recientemente asesinada. Sin embargo, otros medios independientes, como la periodista Vanessa Beeley o el centro Global Research (con sede en Canad¨¢) les acusan de servir de instrumento de propaganda antirr¨¦gimen y de connivencia con los yihadistas. Para ello argumentan que los primeros Cascos Blancos fueron entrenados en Turqu¨ªa (pa¨ªs acusado de patrocinar al bando rebelde), y por su padrino James Le Mesurier, un exmilitar brit¨¢nico reconvertido a experto en seguridad.

La organizaci¨®n ha recibido 36 millones de euros de los Gobiernos brit¨¢nico y estadounidense ¨Cambos defensores fervientes del derrocamiento de Bachar el Asad. Su director, Raed Saleh, fue deportado de Estados Unidos acusado de ¡°conexiones con grupos extremistas¡±, algo que Abdu Rahman tacha de ¡°error t¨¦cnico que ya ha sido subsanado¡±. El principal financiador de la DCS sigue siendo la organizaci¨®n Mayday Rescue y antiguo empleador de Le Mesurier, dice Abdul Rahman. La p¨¢gina web sit¨²a su sede en Dub¨¢i y a los Gobiernos brit¨¢nico, japon¨¦s, dan¨¦s y holand¨¦s como principales donantes. Parte de sus fondos se destina a salarios mensuales de entre 90 y 130 euros, ¡°del que no depende el compromiso de los j¨®venes porque trabajan tambi¨¦n en los meses que no hay dinero¡±, apostilla el oficial de enlace.

Mas all¨¢ de la discordia medi¨¢tica de si las instant¨¢neas de j¨®venes sirios coronados con el hoy famoso casco blanco y cargando con ni?os ensangrentados entre ruinas es un arma efectiva para contraatacar el discurso de EL Asad, a los pies de las bombas, los Cascos Blancos disfrutan de la plena confianza de los civiles. ¡°Sin ellos, muchos inocentes habr¨ªan muerto¡±, es el eco que llega desde los barrios de Alepo v¨ªa Skype. H¨¦roes consagrados por aclamo popular, son la ¨²nica defensa de la que disponen los civiles contra el arma m¨¢s devastadora de la guerra: las bombas. Un salvavidas al que no pueden recurrir sus vecinos de la Alepo leal golpeados por morteros rebeldes, ni las v¨ªctimas sepultadas bajo las bombas de otras guerras como la de Yemen.