Cerca de 150.000 venezolanos cruzan en dos d¨ªas la frontera a Colombia en busca de alimentos

Cerca de 150.000 venezolanos han cruzado entre el s¨¢bado y el domingo la frontera hacia Colombia en busca de alimentos de primera necesidad y medicamentos. El tercer d¨ªa de apertura temporal de la frontera entre ambos pa¨ªses desbord¨® todas las expectativas: casi 90.000 personas, seg¨²n datos de Migraci¨®n Colombia pasaron de un pa¨ªs a otro. La madrugada del s¨¢bado, cuando las autoridades colombianas se vieron sorprendidas por una nueva entrada de venezolanos a su territorio -m¨¢s de 40.000- estimaron que al d¨ªa siguiente cruzar¨ªan 50.000. La cifra casi se ha duplicado.

En el puente Sim¨®n Bol¨ªvar, que conecta ambos pa¨ªses, un centenar de funcionarios de migraci¨®n y de la gobernaci¨®n de Norte de Santander, departamento colombiano lim¨ªtrofe, registraban con una tableta a todo aquel que entraba con una foto personal y otra a la documentaci¨®n. Junto a los funcionarios, polic¨ªa militar, metropolitana, aduanera y Ej¨¦rcito controlaban que el paso fuera ordenado. La orden desde el Gobierno es que la bienvenida sea digna, educada y solidaria. Por eso, en cada turno de ingreso sonaban los aplausos y los v¨ªtores que son se respond¨ªan con agradecimiento, sonrisas y muchas l¨¢grimas. "En mi pa¨ªs la polic¨ªa me apunta, en Colombia me saluda", contaba una de las mujeres al cruzar. "?Gracias!" y "Libertad por unas horas, pero libertad", eran algunos de los comentarios y v¨ªtores que se escuchaban desde el lado colombiano.

El dispositivo que el domingo recibi¨® a miles de venezolanos tuvo que improvisarse el s¨¢bado. Venezuela hab¨ªa avisado de que, como el pasado fin de semana, abrir¨ªan su lado, cerrado desde el pasado agosto, un solo d¨ªa. "Comenzamos a recibir reportes de nuestros consulados y el servicio diplom¨¢tico de una gran movilizaci¨®n hasta el estado de T¨¢chira", explica V¨ªctor Bautista, responsable de asuntos fronterizos en la Canciller¨ªa de Colombia. "Las autoridades venezolanos nos lo confirmaron e implementamos el dispositivo preparado para el domingo y abrimos el paso". De las m¨¢s de 40.000 personas que ingresaron el 85% regres¨® el mismo s¨¢bado, seg¨²n un primer balance de Migraci¨®n Colombia.

Las autoridades colombianas son conscientes de que a las v¨ªas de comunicaci¨®n diplom¨¢ticas de las mesas de trabajo entre ambos pa¨ªses se unen "las alternativas", es decir, las redes sociales. Bautista no da nombres cuando explica que "mucha gente invita a otra a pasar" sin previo aviso oficial. En la cuenta de Twitter del gobernador de T¨¢chira, Vielma Mora, est¨¢ la persona a la que se refiere. Durante el s¨¢bado, fue relatando el minuto a minuto de la entrada de sus compatriotas, al mismo tiempo que los informaba sobre desabastecimiento en C¨²cuta y el alto precio de los productos en los supermercados.

En un paseo por los mercados de la capital del departamento se confirma que hay escasez de az¨²car y harina pan por el paro camionero que afecta a Colombia. Los precios del arroz, el papel higi¨¦nico y el aceite, otros tres de los v¨ªveres que m¨¢s demandan los venezolanos se mantienen como la semana pasada. Una familia, con sorna, comentaba que ya no se acordaba de cu¨¢nto cuesta el papel higi¨¦nico en Venezuela porque hac¨ªa mucho que no lo compraban. Norte de Santander cuenta con su propia f¨¢brica de arroz, mientras que depende del Valle del Cauca para el suministro de otros alimentos. "Ya hemos hablado con el Ministerio de Defensa para que se disponga una caravana de acompa?amiento a los camiones y as¨ª poder dar respuesta a la demanda local y a la que llega desde Venezuela", explic¨® el portavoz de Canciller¨ªa.

Este lunes se espera la visita oficial de la canciller Mar¨ªa ?ngela Holgu¨ªn a C¨²cuta para evaluar la situaci¨®n. La titular de Exteriores conversar¨¢ con las autoridades locales y las venezolanas y comparecer¨¢ p¨²blicamente para explicar si la reuni¨®n prevista entre canciller¨ªas se mantiene para el pr¨®ximo 4 de agosto o se adelanta. "Hay que revisar la estrategia si esta situaci¨®n se repite cada ocho d¨ªas", asegur¨® Bautista, "el dispositivo actual no es suficiente para el flujo migratorio que estamos teniendo, habr¨ªa que poner en pr¨¢ctica uno alternativo en el que se lleva tiempo trabajando".

Punto de inflexi¨®n

Un hito marca la apertura gradual del paso fronterizo entre Venezuela y Colombia por el estado de T¨¢chira. El 5 de julio pasado cientos de mujeres venezolanas superaron un cord¨®n de la polic¨ªa militarizada venezolana para comprar en C¨²cuta, la capital del departamento del Norte de Santander, los alimentos que en su pa¨ªs no se consiguen o se obtienen a precios escandalosamente caros. La amenaza latente de que una situaci¨®n como esta volviera a repetirse, para verg¨¹enza del Gobierno de Nicol¨¢s Maduro, que mantiene cerrado el cruce por el margen occidental del pa¨ªs sudamericano desde agosto de 2015 luego del ataque a tres militares venezolanos por parte de supuestos contrabandistas, ha obligado al gobierno a relajar sus medidas y a abrir el paso antes de lo previsto.

A Venezuela no le ha gustado que Colombia defina el cruce temporal como la apertura de un corredor humanitario. Esta denominaci¨®n refuerza la idea de que en el pa¨ªs hay mucho m¨¢s que una crisis alimentaria. Por esa raz¨®n la cadena oficial Venezolana de Televisi¨®n transmiti¨® el s¨¢bado, cuando se abri¨® el paso antes de lo previsto, testimonios de chavistas que al intentar llegar hasta C¨²cuta eran retenidos por las autoridades colombianas para que se despojaran de la vestimenta alusiva a la autodenominada revoluci¨®n bolivariana. Las declaraciones tambi¨¦n suger¨ªan que en C¨²cuta los precios eran muy elevados. Muchos de ellos, dec¨ªan, hab¨ªan tenido que regresar con las manos vac¨ªas.

Maduro ha llegado a esta decisi¨®n obligado por el fracaso de una medida que ensay¨® para intentar detener el contrabando de extracci¨®n de insumos b¨¢sicos hacia Colombia. En el primer semestre del a?o la ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social registr¨® que, de las 3.507 protestas producidas en Venezuela, 954, el 27%, tienen que ver con el rechazo a la escasez y el desabastecimiento de alimentos.

Al Gobierno no le ha quedado otra que relajar el encierro al que somet¨ªa desde agosto del a?o pasado a sus ciudadanos en la frontera con Colombia, una franja porosa de 2.219 km, para evitar no solo el aumento de las protestas, sino para paliar la escasez. Maduro ensay¨® en el cruce desde T¨¢chira una medida que apoyan algunos sectores del Gobierno: si se cierran los pasos oficiales entonces mermar¨¢ en gran medida el trasiego de alimentos b¨¢sicos subsidiados en Venezuela hacia Colombia.

Las cifras demostraron que el contrabando no solo no disminuy¨®, sino que la escasez se agudiz¨®. En Caracas, seg¨²n la encuestadora Datan¨¢lisis, la escasez es de 60.7% en insumos de la dieta b¨¢sica. La cifra suele ser el mejor indicador disponible. Caracas es la ciudad m¨¢s abastecida del pa¨ªs y no sufre las penurias de la provincia.

En el Estado de Zulia, uno de los cruces fronterizos, el gobernador Francisco Arias C¨¢rdenas, apoyado en el decreto de emergencia econ¨®mica promulgado por Maduro, hab¨ªa llegado a un acuerdo para que ingresaran productos colombianos por los caminos verdes para abastecer as¨ª los anaqueles de la capital Maracaibo, la segunda ciudad m¨¢s importante de Venezuela, y otras localidades de su jurisdicci¨®n. Los zulianos aseguran que, aunque los productos son m¨¢s costosos, al menos se consiguen mucho m¨¢s baratos que los ofertados en las redes informales.

El Gobierno de Maduro se niega a reconocer que el problema est¨¢ la falta de producci¨®n de bienes b¨¢sicos y no en su distribuci¨®n. Pero la apuesta sigue. Mientras se debate en la mesa de negociaci¨®n con Colombia cu¨¢l es la mejor manera de normalizar el tr¨¢nsito entre los dos pa¨ªses, el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, se ha convertido en el hombre m¨¢s poderoso de Venezuela. Desde principios de la semana los militares controlan la distribuci¨®n de todo lo que se importa. Todas las experiencias previas con los controles, traducidas en el incremento constante de la escasez, no permiten suponer que la medida ser¨¢ exitosa.