Donald Trump promete ley y orden con una visi¨®n sombr¨ªa de Estados Unidos
El candidato acepta formalmente la nominaci¨®n del Partido Republicano a la presidencia
El republicano Donald Trump se present¨® este jueves como el presidente que devolver¨¢ la ley y el orden a Estados Unidos, renunciar¨¢ al intervencionismo militar y defender¨¢ al ciudadano de a pie ante las ¨¦lites, que identific¨® con su rival, la dem¨®crata Hillary Clinton. En el discurso estridente de m¨¢s de una hora, describi¨® un pa¨ªs sumido en la violencia y el caos y retrat¨® a Clinton como una mujer corrupta e incapaz de sacar a la primera potencia mundial de la crisis.
"Con humildad y agradecimiento, acepto la nominaci¨®n para la presidencia de Estados Unidos", comenz¨® Trump. Eran las 22.22, hora local en Cleveland (Ohio), y el Partido Republicano homologaba definitivamente al magnate y showman neoyorquino como su nuevo l¨ªder.
El discurso puso fin a una accidentada convenci¨®n republicana, que le proclam¨® candidato a las elecciones de noviembre pero fracas¨® en el intento de calmar el escepticismo que provocan su temperamento vol¨¢til y sus vaivenes ideol¨®gicos. El pesimismo del candidato, la desconfianza en las posibilidades del propio pa¨ªs, se aleja de las mejores tradiciones del partido, la de la sonrisa reaganiana y su luminosa ciudad en la colina.
Acaso m¨¢s ordenado que en sus habituales discursos improvisados, esta vez Trump encuadr¨® su ret¨®rica en un texto m¨¢s trabajado que de costumbre, que ley¨® sin apartarse del guion. Pero la idea de que cambiase el tono despu¨¦s de las elecciones primarias en seguida qued¨® aparcada. La amalgama entre inmigraci¨®n y crimen, el insulto al contrario como arma pol¨ªtica, la ret¨®rica apocal¨ªptica guiaron un discurso plagado de medias verdades y datos manipulados. Trump fue Trump.
El candidato prometi¨® una era de prosperidad y seguridad en Estados Unidos, tras a?os de supuesto declive y corrupci¨®n asociados a su rival, Hillary Clinton, al presidente Barack Obama y a sus antecesores, dem¨®cratas y republicanos. Su presidencia quiere representar un nuevo comienzo. Con una ret¨®rica que mezcla la ley y el orden de Richard Nixon con la tradici¨®n aut¨®ctona m¨¢s populista y nacionalista, se postul¨® como el candidato que crear¨¢ empleo, salvar¨¢ a las clases medias y har¨¢ m¨¢s respetable al pa¨ªs en el mundo.
¡°El crimen y la violencia que hoy afligen a nuestra naci¨®n pronto terminar¨¢n. El 20 de enero de 2017 se restaurar¨¢ la seguridad¡±, dijo Trump en alusi¨®n a la fecha en la que asumir¨¢ el cargo en caso de victoria.
El candidato traz¨® un retrato sombr¨ªo de EE UU. Un pa¨ªs sumido en una ola de crimen y, seg¨²n esta versi¨®n, inundado por inmigrantes peligrosos, con una econom¨ªa que ha empobrecido a las clases medias y especialmente a las minor¨ªas. Los gui?os a negros e hispanos fueron constantes, como si quisiera deshacer el sentimiento de ofensa ante Trump de estas comunidades, en particular la hispana.
Es la hora del populismo a ambas orillas del Atl¨¢ntico. Trump prometi¨® defender a "los hombres y mujeres olvidadas de este pa¨ªs¡± y a ¡°las personas que trabajan duro pero ya no tienen voz¡±. ¡°Yo soy vuestra voz¡±, repiti¨® varias veces, como un estribillo. ¡°Me he unido a la arena pol¨ªtica para que los poderosos no puedan golpear a las personas que no pueden defenderse por s¨ª solas¡±. Clinton, dijo, es ¡°una marioneta¡± al servicio de los grupos de presi¨®n y los poderosos.
?Un populista multimillonario? ¡°Nadie conoce el sistema mejor que yo, y es por eso que s¨®lo yo puedo arreglarlo¡±.
"Americanismo, no globalismo"
Otro de los lemas de Trump es America first, Am¨¦rica primero, id¨¦ntico al que a principios de los a?os cuarenta usaban los filonazis y antisemitas contrarios a la entrada de EE UU en la Segunda Guerra Mundial.
En un pa¨ªs harto de guerras, el rechazo a los ¡°quince a?os de guerras fracasadas en Oriente Pr¨®ximo¡± ¡ªguerras iniciadas por un republicano, George W. Bush¡ª es popular. ¡°Americanismo, no globalismo ser¨¢ nuestro credo¡±, dijo. Trump es un producto puramente norteamericano pero tambi¨¦n muy europeo: nacionalismo y cosmopolitismo, la fractura es id¨¦ntica.
El candidato mencion¨® de pasada la propuesta de construir un muro en la frontera con M¨¦xico y no cit¨® el veto a la entrada de musulmanes, ahora remodelada como un veto a los inmigrantes de pa¨ªses implicados en terrorismo. Tambi¨¦n dijo que renegociar¨¢ los principales acuerdos comerciales de EE UU.
Trump, un millonario sin experiencia pol¨ªtica, no pronunci¨® el eslogan oficioso de esta convenci¨®n: el grito de ¡°a la c¨¢rcel, a la c¨¢rcel¡±, dirigido a Clinton, que no se han cansado de corear los delegados. Pero la acus¨® de ¡°cr¨ªmenes terribles¡±, una afirmaci¨®n sin base jur¨ªdica pero ampliamente aceptada por muchos votantes.
Despu¨¦s de recapitular su etapa como secretaria de Estado, dijo: ¡°Este es el legado de Hillary Clinton: muerte, destrucci¨®n y debilidad¡±. Para una mayor¨ªa de norteamericanos, y para la mayor¨ªa de aliados de EE UU, tampoco Trump es aceptable como presidente. Visto el tono de la campa?a, hoy se hace dif¨ªcil imaginar que el 8 de noviembre por la noche el perdedor pueda felicitar al vencedor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.