Berlusconi trata ¡®in extremis¡¯ de reagrupar el centroderecha
El viejo l¨ªder de Forza Italia encarga a Stefano Parisi una gran convenci¨®n en septiembre
El centroderecha italiano est¨¢ desarbolado, a la deriva y sin patr¨®n. A punto de cumplir 80 a?os y convaleciente a¨²n de una operaci¨®n a coraz¨®n abierto, Silvio Berlusconi ha encargado a Stefano Parisi, un exdirigente empresarial que acaba de perder las elecciones a la alcald¨ªa de Mil¨¢n, que organice una convenci¨®n a la americana para refundar Forza Italia a mediados de septiembre. El objetivo es recuperar los 10 millones de votos perdidos, pero a¨²n no se sabe si por la ruta del centro o virando hacia la derecha m¨¢s populista.
Y, lo que a¨²n es m¨¢s complicado, sin que se vislumbre un l¨ªder capaz de agarrar el tim¨®n. En primer lugar, porque a¨²n no se sabe si Berlusconi, a pesar de su decadencia f¨ªsica, pol¨ªtica y judicial ¡ªhace unos d¨ªas se volvi¨® a salvar por los pelos de un juicio relacionado con sus amistades peligrosas¡ª, est¨¢ dispuesto a soltarlo. Y, en segundo lugar, porque no parece que Parisi, nacido en Roma hace 59 a?os y residente en Mil¨¢n, desde donde ha navegado por la pol¨ªtica y la empresa con un ¨¦xito discreto, tenga el liderazgo suficiente para ilusionar a los electores y la mano dura necesaria para meter en cintura a un partido lleno de facciones y acostumbrado a obedecer tan solo a la voz de su amo.
Tanto es as¨ª que los sucesivos delfines reales o virtuales de Berlusconi han ido agost¨¢ndose sin remedio. Angelino Alfano se reinvent¨® mediante la traici¨®n al viejo l¨ªder, logrando carteras ministeriales en los gobiernos de Enrico Letta y Matteo Renzi. Y Giovanni Totti, actual presidente regional de Liguria, jam¨¢s tuvo la m¨¢s m¨ªnima posibilidad.
La cuesti¨®n ahora es saber si la tendr¨¢ Stefano Parisi. Para empezar, ya carga con el mismo pecado original que sus antecesores: el dedazo. Su coronaci¨®n se produjo al viejo estilo de la casa. El lunes por la noche cen¨® con Berlusconi en su mansi¨®n de Arcore, a las afueras de Mil¨¢n. El viejo magnate le dijo: ¡°Si Renzi pierde el refer¨¦ndum sobre las reformas constitucionales, convocar¨¢ elecciones y har¨¢ falta un candidato de Forza Italia. Yo quiero que seas t¨²¡±.
Ante una encomienda tan importante y tan clara, el pelot¨®n de meritorios que ha sido siempre el partido de Berlusconi entr¨® en crisis. Los peri¨®dicos italianos dan por hecho que Parisi cuenta con la bendici¨®n de la familia del magnate ¡ªm¨¢s unida que nunca tras sus graves problemas de salud¡ª y de sus viejos amigos de pol¨ªtica y francachelas, mientras los ¡°coroneles¡± ¡ªaquellos diputados y senadores que no parecen ser conscientes de la decadencia del partido¡ª temen que durante la convenci¨®n, inicialmente prevista para el 16 y el 17 de septiembre, pueda producirse un retorno masivo de hijos pr¨®digos. Entre ellos, el propio Angelino Alfano, en la actualidad ministro del Interior y l¨ªder del Nuevo Centroderecha (NCD).
El temor, no del todo infundado, procede de unas declaraciones del propio Parisi en las que asegura que el encargo que ha recibido de Berlusconi es el de formar ¡°un proyecto liberal popular, a partir de los partidos ya existentes, que consiga movilizar a la militancia para conformar una l¨ªnea alternativa al centroizquierda [el Partido Democr¨¢tico (PD) de Matteo Renzi] y competitiva con el Movimiento 5 Estrellas (M5S)¡±. Y advierte: ¡°La ruta debe ser establecida por los moderados, con el objetivo de recuperar al menos una parte de los 10 millones de votos perdidos...¡±.
El primero en protestar ha sido Matteo Salvini, el l¨ªder de la Liga Norte, que en las pasadas municipales se coalig¨® con Forza Italia en algunas alcald¨ªas. Salvini lleg¨® a anunciar que ir¨¢ a la convenci¨®n de septiembre, pero en principio solo a escuchar, porque ya ni traga a Parisi ni nada que Su discurso abiertamente xen¨®fobo y machista ¡ªel otro d¨ªa subi¨® al escenario una mu?eca hinchable para intentar ridiculizar a Laura Boldrini, la presidenta de la C¨¢mara de Diputados Parlamento¡ª, busca sin rodeos explotar el hartazgo de una parte de la ciudadan¨ªa con la Uni¨®n Europea. Una postura que, aunque compartida en alg¨²n momento por Berlusconi ¡ªviejo coaligado de la Liga Norte¡ª no puede casar con la l¨ªnea moderada que parece buscar Parisi.
¡°Para m¨ª¡±, ha dicho Salvini, ¡°lo que marcar¨¢ las diferencias dentro de la coalici¨®n que quiere Parisi ser¨¢ la pol¨ªtica exterior: quien quiera a la Merkel, defienda a capa y espada el euro o sea partidario de Hillary Clinton, no puede coaligarse con la Liga¡±. Angelino Alfano recoge el guante: ¡°Una de las pocas cosas que nos une a Salvini y a m¨ª es el deseo de no estar juntos¡±. Para tratar de sacar a Forza Italia de la ruina, el nuevo delf¨ªn de Berlusconi tendr¨¢ que evitar que los viejos tiburones del centro y la derecha se devoren entre s¨ª.
Las reformas de Renzi benefician al M5S
Matteo Renzi prometi¨® nada m¨¢s llegar al Gobierno que har¨ªa de Italia un pa¨ªs gobernable. Lo que tal vez nunca imagin¨® es que la situaci¨®n pol¨ªtica iba a cambiar tanto en tan poco tiempo. La supresi¨®n del bicameralismo perfecto ¡ªquit¨¢ndole al Senado la capacidad de bloquear las leyes aprobadas por la C¨¢mara de Diputados¡ª y, sobre todo, la implantaci¨®n de un sistema electoral que incluye la segunda vuelta puede beneficiar al Movimiento 5 Estrellas (M5S). El partido creado en 2009 por el c¨®mico Beppe Grillo y el empresario Gianroberto Casaleggio volvi¨® a crecer en las ¨²ltimas elecciones municipales, y no hay se?ales de que su vivero de votos ¡ªel descontento social hacia la vieja pol¨ªtica¡ª haya tocado fondo.
Mientras que los j¨®venes del M5S siguen fogue¨¢ndose en la pol¨ªtica institucional sin contagiarse de sus vicios, los principales representantes del centroizquierda y el centroderecha ¡ªel Partido Democr¨¢tico y Forza Italia¡ª siguen enrededados en sus peleas cainitas. Ya las ciudades de Roma y Tur¨ªn est¨¢n gobernadas por dos mujeres j¨®venes del M5S. Y, mientras el viejo PD sigue empe?ado en cargarse a Renzi, con m¨¢s ah¨ªnco incluso que la oposici¨®n, y Berlusconi tiene bastante con cuidarse el coraz¨®n, el partido de Grillo se prepara para que la segunda vuelta sea la suya.
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