Los jubilados brit¨¢nicos no pintan tan mal el Brexit
En Orihuela Costa, inmigrantes del Reino Unido conf¨ªan en no perder la sanidad ni sus pensiones
La mitad de los habitantes de Orihuela, en la Costa Blanca, son brit¨¢nicos. Muchos de ellos celebran la salida de la Uni¨®n Europea y pasan por alto que podr¨ªa costarles su condici¨®n de residentes y su seguro m¨¦dico.
En Orihuela, una peque?a ciudad de Alicante, Maurice es uno de los muchos brit¨¢nicos instalados aqu¨ª permanentemente. En ninguna otra localidad del pa¨ªs la proporci¨®n de brit¨¢nicos sobre la poblaci¨®n total es tan alta. De sus 30.000 habitantes, casi la mitad procede de Gran Breta?a. Al principio solo ven¨ªan jubilados. Desde entonces se les han unido muchos j¨®venes que han encontrado un nuevo medio de vida en el floreciente sector servicios de esta costa.
Sin embargo, tras la victoria del Brexit, su futuro en Espa?a se ha vuelto m¨¢s que incierto. Ahora est¨¢ en manos de los funcionarios y los pol¨ªticos que negociar¨¢n las condiciones de su salida. A los brit¨¢nicos todav¨ªa les est¨¢ permitido permanecer indefinidamente en Espa?a como ciudadanos de un pa¨ªs de la UE y, en su condici¨®n de jubilados, disfrutan de un seguro m¨¦dico gratuito, exactamente igual que en Gran Breta?a, gracias a la cooperaci¨®n entre los Estados miembros de la Uni¨®n. Ahora, si esto seguir¨¢ siendo as¨ª ha pasado a ser algo que habr¨¢ que discutir.
La comunidad brit¨¢nica no teme las consecuencias del Brexit
Por lo visto, para la comunidad brit¨¢nica, estas consecuencias ciertamente realistas del Brexit est¨¢n a¨²n demasiado lejos como para provocar verdadera inquietud. Al fin y al cabo, muchos de ellos incluso votaron a favor de la salida.
¡°Hace un mes, nosotros, los brit¨¢nicos, tomamos la decisi¨®n acertada. La Uni¨®n Europea no nos ha dado nada. Solo nos ha tra¨ªdo un mont¨®n de inmigrantes de Europa del Este¡±, sentencia Maurice. De las mesas vecinas le llegan miradas de asentimiento. En el Flying Farmer solo hay brit¨¢nicos e irlandeses. Aqu¨ª, la bebida favorita es la Magners, importada de Irlanda. Una botella cuesta cuatro euros. Con ella pasas la tarde. Adem¨¢s, a continuaci¨®n hay karaoke.
Maurice Taylor vive de una exigua pensi¨®n estatal de alrededor de 8.000 libras al a?o. Debido al Brexit, su jubilaci¨®n ahora vale menos, ya que la libra se ha desplomado. Pero tampoco eso lo intranquiliza. Pide el segundo gin-tonic de la tarde. No, no tiene que ahorrar, afirma. Ya ha vivido toda su vida modestamente. El apartamento est¨¢ pagado, as¨ª que no hay ninguna raz¨®n para marcharse.
A los 77 a?os empez¨® a jugar al golf en Espa?a
Esto le gusta. El crecimiento urban¨ªstico salvaje no le molesta. Los bloques de pisos, enormes y funcionales, levantados en la avidez de la ¨¦poca de expansi¨®n dominan las bonitas casas t¨ªpicas espa?olas, con sus paredes cubiertas de azulejos y sus ornamentadas torrecillas. A ellos se a?aden numerosos almacenes chinos y restaurantes econ¨®micos.
Aldi y Lidl se disputan los clientes con las tiendas baratas brit¨¢nicas y espa?olas. La ciudad est¨¢ dividida por una ruidosa autov¨ªa de cuatro carriles. Orihuela Costa no es una poblaci¨®n surgida naturalmente, con iglesia y ayuntamiento, sino un montaje artificial bautizado a partir del nombre de la localidad principal, situada a 15 kil¨®metros en el interior.
Pamela Howard pasa, pizpireta, con su carrito de golf por delante del edificio del majestuoso club de golf Campoamor, el m¨¢s exclusivo de Orihuela Costa. Esta brit¨¢nica de 77 a?os acaba de pasar cuatro horas con sus amigos balanceando el palo sobre la hierba que tiempo atr¨¢s inaugurase el abuelo del rey Felipe. Ahora es hora de tomarse un aperitivo. ¡°En Gran Breta?a dirig¨ª clubs de golf durante d¨¦cadas, pero solo aqu¨ª he empezado a jugar¡±, cuenta Pamela, que no aparenta la edad que tiene.
Vivir en Espa?a es claramente m¨¢s econ¨®mico
Hace 13 a?os se mud¨® del brit¨¢nico Chelmsford (¡°Soy una chica de Essex¡±) a Orihuela. En ese tiempo ha disfrutado abundantemente de las ventajas del clima espa?ol en su bonito chal¨¦ junto al mar. Al igual que Maurice Taylor, Pamela pertenece al 52% de brit¨¢nicos que a finales de junio votaron a favor de la salida de la Uni¨®n Europea.
¡°Es verdad que despu¨¦s del Brexit la libra ha perdido valor, pero como en Espa?a el coste de la vida es claramente inferior al de Gran Breta?a, la p¨¦rdida queda m¨¢s que compensada.¡±
¡°En ning¨²n momento hemos necesitado a Europa, y no deber¨ªamos haber entrado nunca en la UE. Fue un error desde el principio¡±, sentencia, y hace oscilar su rubia coleta. Seg¨²n ella, ahora han quedado conjuradas la subordinaci¨®n a la voluntad de Bruselas y su tutela. ¡°Es verdad que despu¨¦s del Brexit la libra ha perdido valor¡±, reconoce Pam, ¡°pero como en Espa?a el coste de la vida es claramente inferior al de Gran Breta?a, la p¨¦rdida queda m¨¢s que compensada¡±.
Sus compa?eros de mesa asienten. Excepto Pamela, ninguno de ellos particip¨® en el refer¨¦ndum porque ya hace m¨¢s de 15 a?os que no viven en su pa¨ªs de origen. ¡°Ni 10 caballos volver¨ªan a llevarme a la fr¨ªa Inglaterra¡±, declara Vernon Strottor, de 80 a?os, que en otros tiempos fue director de una estaci¨®n de ITV en su pa¨ªs y que ahora es socio del mismo club de golf que Pam.
Tambi¨¦n ¨¦l ha encontrado su nuevo hogar aqu¨ª, en Orihuela Costa. Ninguno de los reunidos teme las consecuencias del Brexit. ¡°No somos una carga para el bolsillo de los espa?oles. Hasta creamos puestos de trabajo. Yo tengo un jardinero y una mujer de la limpieza¡±, dice Vernon.
El Brexit no quita el sue?o
Sam Newman conoce a fondo a los parroquianos que se re¨²nen aqu¨ª cada d¨ªa. Tiene 38 a?os y trabaja como dependienta en un supermercado brit¨¢nico e irland¨¦s justo al lado del Flying Farmer. Vende todo lo que los supermercados espa?oles no incluyen en su oferta, como por ejemplo peri¨®dicos nacionales, salsa HP, alubias estofadas, fruta en alm¨ªbar, t¨¦ negro extrafuerte y hasta patatas tempranas brit¨¢nicas a un precio ligeramente exagerado.
Ella es una de los pocos contrarios al Brexit que hay en Orihuela. Al igual que Pamela, la jugadora de golf, Sam es natural de Essex, concretamente de la peque?a ciudad de Southern-on-Sea. ¡°El Brexit fue un disparate. Los pol¨ªticos han enga?ado a la gente con argumentos falsos, pero nosotros formamos parte de Europa¡±, se lamenta.
No tuvo tiempo de participar en el refer¨¦ndum. De todas maneras, no teme que el Brexit tenga consecuencias tr¨¢gicas. ¡°Los primeros d¨ªas, en el bar solo se hablaba de la libra, pero ahora se ha vuelto a la normalidad y los residentes se dedican otra vez a su ocupaci¨®n favorita, es decir, a hablar mal unos de otros¡±, comenta Sam riendo. Tampoco a ella el Brexit le quita el sue?o. ¡°Los medios de comunicaci¨®n espa?oles exageran bastante. No tenemos miedo¡±. Sam tiene un empleo fijo y le pagan en euros. Cada pocos meses cambia de alojamiento. Vive en las casas y los apartamentos que se quedan vac¨ªos fuera de la temporada alta y se alquilan baratos.
El mercado inmobiliario espa?ol se recupera ligeramente
En esta zona la oferta inmobiliaria es enorme. Durante la crisis financiera el mercado se hundi¨® por completo temporalmente, pero ahora se est¨¢ recuperando poco a poco. ¡°No hay ning¨²n indicio de p¨¢nico tras el Brexit. Ning¨²n brit¨¢nico se ha pasado por aqu¨ª porque quiera deshacerse de su casa¡±, dice Danny House, agente inmobiliario de Casas Espania S.L., una de las docenas de agencias de Orihuela Costa.
¡°No hay ning¨²n indicio de p¨¢nico tras el Brexit. Ning¨²n brit¨¢nico quiere deshacerse de su casa.¡±
?l piensa que ahora ha llegado un buen momento para volver a participar en el negocio. ¡°Estamos notando una presi¨®n considerable de la demanda¡±, afirma el agente de 44 a?os, que ya hace 20 que no vive en su pa¨ªs y que hace pocos a?os se mud¨® de Mallorca, que le parec¨ªa demasiado cara, a Orihuela Costa. ¡°Espa?a est¨¢ saliendo de la crisis, todav¨ªa es barata¡±, a?ade, y se?ala la foto de una casita en el interior por 49.950 euros.
Igual que a Sam, la dependienta, tampoco a ¨¦l le preocupa el Brexit, ya que tambi¨¦n cobra su sueldo en euros del empresario espa?ol y tiene seguro m¨¦dico en Espa?a.
¡°Queremos a los espa?oles y ellos nos quieren a nosotros¡±
La comunidad de jubilados de Orihuela Costa da por hecho que tambi¨¦n ellos conservar¨¢n su condici¨®n, incluido el seguro m¨¦dico. Si hace falta, luchar¨¢n por ello. ¡°Presionaremos a nuestro Gobierno y recogeremos firmas para una petici¨®n. Despu¨¦s de todo, seguimos siendo votantes¡±, escribe Kevin Reardon en el Costa Blanca News, que leen todos los brit¨¢nicos de la localidad.
Tambi¨¦n por parte espa?ola los nervios de los primeros d¨ªas del Brexit han desaparecido. Al fin y al cabo, los brit¨¢nicos traen mucho dinero a la zona. ¡°Los brit¨¢nicos llevan aqu¨ª muchos a?os¡±, comenta Emilio Bascu?ana, alcalde de Orihuela y una de las autoridades con competencias sobre las empresas derivadas en la costa.
Nada indica que se vaya a producir una fuga de brit¨¢nicos, ya sean turistas o residentes. ¡°Los Gobiernos se pondr¨¢n de acuerdo. No creo que se deje a su suerte a los jubilados y que un d¨ªa se queden sin seguro m¨¦dico. Forman parte de este lugar y est¨¢n profundamente arraigados¡±.
Mientras tanto, en el club de golf, Pamela se dispone a volver a casa. Su joven segundo marido ya la est¨¢ esperando. ¡°?Qu¨¦ sentido tiene todo este jaleo con el Brexit? Espa?a es fant¨¢stica. Queremos a los espa?oles y los espa?oles nos quieren a nosotros¡±, concluye. ¡°Nos necesitamos mutuamente¡±.
Traducci¨®n de News Clips.
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