La hora de los terceros candidatos
La insatisfacci¨®n con Trump y Clinton hace que muchos electores busquen alternativas
Jill Stein no ser¨¢ la primera presidenta de Estados Unidos, pero la candidata del Partido Verde bien podr¨ªa impedir que otra mujer, la dem¨®crata Hillary Clinton, consiga esa meta a¨²n por conquistar. Al igual que el libertario Gary Johnson y el independiente antitrumpista Evan McMullin, Stein se presenta como una candidata alternativa a los presidenciables formales menos populares en muchos a?os. Aunque ninguno tiene matem¨¢ticamente la fuerza necesaria para llegar a la Casa Blanca, podr¨ªan restar los suficientes votos como para impedir que el aspirante republicano o la dem¨®crata lo hagan. No ser¨ªan los primeros que frustran las ansias presidenciales de un nominado convencional.
A muchos dem¨®cratas todav¨ªa les sacude un escalofr¨ªo cuando se les menciona el nombre de Ralph Nader. El ecologista y defensor hist¨®rico de los derechos de los consumidores, que intent¨® llegar a la Casa Blanca por el mismo Partido Verde que ahora lidera Stein, est¨¢ considerado el responsable de que otro Bush, el hijo, volviera a la Casa Blanca al comienzo de la d¨¦cada. Nader no lleg¨® nunca a sumar suficientes votos como para poder so?ar con el Despacho Oval. Pero los que arranc¨® en Estados clave como el de Florida fueron suficientes para echar por tierra los sue?os del exvicepresidente Al Gore de prolongar el mandato dem¨®crata en la Casa Blanca tras la era Bill Clinton.
A finales de julio, Filadelfia fue la sede de la convenci¨®n que coron¨® a otra Clinton, esta vez la ex primera dama Hillary, como la candidata presidencial del Partido Dem¨®crata. Horas antes de la inauguraci¨®n del evento de cuatro d¨ªas, cientos de manifestantes ocuparon el centro de la ciudad clamando consignas ecologistas y el nombre de la nueva candidata verde, Jill Stein. Muchos portaban camisetas o insignias de Bernie Sanders, el senador por Vermont que le disput¨® casi hasta el final a Clinton la candidatura dem¨®crata. Sanders ha dado su respaldo a la exsecretaria de Estado y ha pedido a sus seguidores que le voten por ella en noviembre, pero tanto en Filadelfia como en muchos otros puntos del pa¨ªs, hay sanderistas ac¨¦rrimos que juran y perjuran que jam¨¢s votar¨¢n a Clinton y que ven en candidatos como Stein una alternativa plausible.
Por Filadelfia, y una semana antes en Cleveland (Ohio), sede de la convenci¨®n republicana, tambi¨¦n se pase¨® Gary Johnson. El l¨ªder del Partido Libertario, que en 2012 logr¨® hasta un mill¨®n de votos, tambi¨¦n corteja sin rubor a los desafectos tanto de Clinton como de Trump.
La dem¨®crata y el republicano son los candidatos menos populares en d¨¦cadas. No pocos dem¨®cratas aseguran que votar¨¢n por Clinton con la nariz tapada y solo por evitar que salga Trump. Entre los republicanos abundan los que siente repulsi¨®n por su candidato formal y que admiten que solo lo votar¨¢n para impedir que gane el mal mayor, Clinton. Los dos candidatos principales tratan de atraer el voto de los sectores m¨¢s desencantados de su rival.
La meta del 15%
Pero en esta batalla se han inmiscuido ahora, m¨¢s que nunca, los candidatos alternativos como Stein y Johnson. La cadena CNN ya ha celebrado dos foros con el candidato libertario y prev¨¦ realizar otro con la postulante ecologista la semana que viene.
El objetivo de ambos es poder entrar en alguno de los tres debates presidenciales que se celebrar¨¢n a partir de finales de septiembre. El ¨²ltimo candidato independiente que lo logr¨® fue Ross Perot, en 1992. Para participar, un candidato debe tener una media de 15% de intenci¨®n de voto en las cinco principales encuestas nacionales, una normativa vigente desde 2000.
Seg¨²n los compendios de encuestas que realiza Realclearpolitics, Johnson, el candidato alternativo m¨¢s avanzado, ronda en estos momentos el 8,6 %, lejos a¨²n de la meta del 15%. Stein est¨¢ m¨¢s lejos a¨²n, con un 4%. Ambos son, seg¨²n Gallup, ampliamente desconocidos entre el electorado norteamericano (el 63% desconoc¨ªa a Johnson en julio, y el 68% a Stein) Quien no figura a¨²n en estos recuentos es la ¨²ltima adici¨®n independiente, Evan McMullin.
Un nuevo candidato alternativo
El exagente de la CIA y republicano de bajo perfil dio la sorpresa el lunes al presentar su candidatura como abanderado del antitrumpismo en las filas conservadoras. Aunque tambi¨¦n es ampliamente desconocido, mucho m¨¢s que Johnson o Stein, McMullin parece contar con el apoyo de republicanos influyentes que abjuran de Trump. Seg¨²n medios estadounidenses, detr¨¢s de su campa?a podr¨ªa estar un antiguo donante de Mitt Romney, el candidato republicano de 2012 que ha criticado abiertamente a Trump. Tambi¨¦n el lunes, medio centenar de altos cargos en varias administraciones republicanas firmaron una carta afirmando que una presidencia de Trump ¡°pondr¨ªa en riesgo la seguridad nacional y el bienestar¡± de Estados Unidos. Uno de los signatarios, Roger Zakheim, subsecretario adjunto de Defensa en el gobierno de George W. Bush, dijo a la emisora BBC que consideraba a McMullin una alternativa "interesante".
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