Clinton pelea con Trump por la clase obrera blanca
La candidata dem¨®crata acusa al republicano de querer bajarse impuestos a ¨¦l y a sus amigos
La candidata dem¨®crata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, acudi¨® este mi¨¦rcoles al condado de Macomb, basti¨®n del voto obrero, para contrastar su plan econ¨®mico con el del aspirante republicano, Donald Trump. Ambos se disputan a la clase trabajadora golpeada por la desindustrializaci¨®n. Clinton acusa a Trump de hipocres¨ªa al levantar la bandera de los trabajadores y promover rebajas de impuestos para los ricos como ¨¦l.
Macomb, en las afueras de Detroit (Michigan), la capital del autom¨®vil, es un laboratorio que sirve para tomar el pulso del electorado industrial en Estados Unidos. En las elecciones presidenciales de 1960, fue el condado no-urbano donde el dem¨®crata John Kennedy gan¨® con mayor ventaja sobre el republicano Richard Nixon. Kennedy obtuvo un 63% de votos. Cuatro a?os despu¨¦s, el tambi¨¦n dem¨®crata Lyndon Johnson obtuvo un 75% de votos. Pero algo ocurri¨® en los veinte a?os siguientes, porque en 1984, el republicano Ronald Reagan gan¨® con un 66%.
?C¨®mo explicar el vuelco? El enigma llev¨® al experto en sondeos Stan Greenberg a estudiar aquel condado y acu?ar el t¨¦rmino dem¨®cratas de Reagan. Estos exdem¨®cratas eran blancos sin estudios superiores que vieron, espantados, c¨®mo los dem¨®cratas se convert¨ªan en el partido de las ¨¦lites urbanas, de las minor¨ªas raciales y del antibelicismo.
¡°Los desertores dem¨®cratas blancos expresan un profundo disgusto con los negros, un sentimiento que influye en casi todo lo que piensan sobre el gobierno y la pol¨ªtica¡±, escribi¨® Greenberg. ¡°Los negros constituyen una explicaci¨®n de su vulnerabilidad y de casi todo lo que ha ido mal con sus vidas; no ser negro es lo que significa ser de clase media; no vivir con negros es lo que convierte un lugar en un lugar decente para vivir¡±.
La tensi¨®n racial explicaba en parte el vuelco en Macomb, como ahora ocurre con el auge de Trump. Tres d¨¦cadas despu¨¦s de que los dem¨®cratas de Reagan saliesen a escena, Macomb y el Medio Oeste industrial son el principal terreno de disputa en la campa?a para las elecciones de 8 de noviembre. Trump present¨® el lunes su plan econ¨®mico en Detroit, y tres d¨ªas, despu¨¦s Clinton le replic¨® en la ciudad vecina de Warren, en Macomb.
"Cuando Trump visit¨® Detroit el lunes s¨®lo habl¨® de fracaso, pobreza y crimen", dijo Clinton, en alusi¨®n a la visi¨®n tenebrosa que el candidato republicano ofrece de EE UU. "Se olvid¨® de todo lo que hace grande a Michigan".
El objetivo de Clinton en Warren era exponer las contradicciones del discurso de su rival. Trump usa una ret¨®rica populista y se erige en defensor de los blancos sin t¨ªtulo universitario (¡°las personas con baja educaci¨®n¡±, en sus palabras), su clientela m¨¢s fiel. Al mismo tiempo, su programa incluye rebajas dr¨¢sticas de impuestos que beneficiar¨¢n a los m¨¢s ricos, "a ¨¦l y a sus amigos, a expensas del resto", seg¨²n Clinton.
La candidata dem¨®crata sostiene que el republicano recupera la viejas teor¨ªas reaganianas, la idea de que si los ricos pagan menos impuestos estos invertir¨¢n m¨¢s y acabar¨¢ repercutiendo en un mayor crecimiento econ¨®mico y un beneficio para toda la sociedad. Estas pol¨ªticas, seg¨²n los dem¨®cratas, han incrementado las desigualdades y han perjudicado a los trabajadores industriales a los que Trump dice defender.
Trump, por ejemplo, propone eliminar el impuesto de sucesiones, lo que los conservadores llaman ¡°el impuesto de la muerte¡±. Este impuesto se aplica a partir de 5,45 millones de d¨®lares. Es decir, s¨®lo lo pagan los millonarios como Trump, no la clase obrera a la que Trump corteja con su mensaje anti-establishment.
A Clinton le cuesta conectar emocionalmente con este segmento del electorado, pero en cambio piensa que puede atraerlo con un programa progresista, inspirado en algunas de las ideas del senador socialista Bernie Sanders, su oponente en el proceso de elecciones primarias del Partido Dem¨®crata. Clinton promete la mayor inversi¨®n para crear empleo desde la Segunda Guerra Mundial y la universidad gratuita para las clases medias. Tambi¨¦n plantea un aumento de impuestos para los m¨¢s ricos y las grandes corporaciones de Wall Street.
Los planes de Clinton y Trump tienen un punto en com¨²n: ambos se oponen al TTP, el tratado de libre comercio con los pa¨ªses de la cuenca del Pac¨ªfico. El proteccionismo ¡ªla convicci¨®n de que los acuerdos de libre comercio han da?ado a las clases medias¡ª ocupa hoy el centro del tablero pol¨ªtico en EE UU.
El efecto del discurso econ¨®mico en lugares como el condado de Macomb es clave. El dem¨®crata Barack Obama gan¨® en el condado de Macomb, la patria de los dem¨®rcatas de Reagan, en 2008 y 2012. Macomb es hoy territorio dem¨®crata. Si en noviembre Clinto mantiene el control de este y otros condados postindustriales del Medio Oeste, tendr¨¢ media elecci¨®n ganada.
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