Alepo, la batalla que nadie parece poder ganar

La batalla que libran desde hace cuatro a?os el r¨¦gimen de Damasco y las fuerzas opositoras en Alepo, la principal ciudad del norte de Siria y nudo estrat¨¦gico de comunicaciones, da continuos vuelcos sin que ning¨²n bando parezca poder cantar victoria. Despu¨¦s del ef¨ªmero alto el fuego del pasado febrero, ambas partes se han adjudicado avances y sufrido retrocesos, como los experimentados en apenas un mes. El d¨ªa 17 del pasado mes de julio, el Ej¨¦rcito leal al presidente Bachar el Asad cerc¨® a los insurgentes ¨Cjunto a m¨¢s de 250.000 civiles¨C en los distritos orientales de la ciudad¨C tras apoderarse de la carrera Castello, su eje vital de suministros. Tres semanas despu¨¦s, las milicias rebeldes devolvieron el golpe en el corredor de Ramusa, dejando semiaisladas a las fuerzas gubernamentales en los barrios del oeste, habitados por 1,2 millones de personas.

El r¨¦gimen cuenta con el apoyo a¨¦reo de su aliado ruso, que hace un a?o le evit¨® una anunciada derrota con un despliegue de aviaci¨®n, misiles y asesores militares decisivo para dar un giro completo al conflicto. En este mismo bando pelean tambi¨¦n las milicias libanesas de Hezbol¨¢, unidades de ¨¦lite de la Guardia Republicana iran¨ª y combatientes iraqu¨ªes y afganos chi¨ªes.

Sin apenas presencia de las llamadas fuerzas opositoras moderadas, como el Ej¨¦rcito Libre Sirio, el principal bloque rebelde lo integran milicias sun¨ªes agrupadas en el llamado Ej¨¦rcito de la Conquista, una coalici¨®n formada por una docena de grupos y encabezada por el Frente de la Conquista de Levante, que hasta hace poco se denominaba Frente Al Nusra. Tras haber declarado a finales de julio su ruptura con el yihadismo de Al Qaeda ¨Cen un intento de escapar de la exclusi¨®n internacional¨C, estos insurgentes islamistas se han mostrado en los ¨²ltimos enfrentamientos librados en Alepo como las fuerzas mejor preparadas para hacer frente al r¨¦gimen y sus aliados. Mientras Estados Unidos apoya a los opositores menos radicales, Arabia Saud¨ª, Turqu¨ªa y las monarqu¨ªas del Golfo, apuestan por grupos de inspiraci¨®n salafista.

Ambas partes est¨¢n, sin embargo, emparedadas entre el territorio nororiental dominado a¨²n por el Estado Isl¨¢mico (ISIS), contra el que combaten en mayor o menos medida los restantes bandos en liza y que no deja de retroceder, y la franja septentrional bajo control de la milicias kurdas de las Unidades de Protecci¨®n del Pueblo (YPG). Las fuerzas kurdas, que fueron adiestradas por la guerrilla separatista turca del Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK), se han transformado en la principal fuerza de choque contra los yihadistas del Daesh (acr¨®nimo en ¨¢rabe del ISIS) gracias al apoyo a¨¦reo ¡ªy recientemente de unidades especiales sobre el terreno¨C estadounidenses. Para escapara de las presiones de Turqu¨ªa la milicia YPG se ha integrado en la Alianza Democr¨¢tica Siria, junto con grupos ¨¢rabes sun¨ªes y turcomanos.