El ¡®Brexit¡¯ interrumpe la luna de miel chino-brit¨¢nica
El freno a la inversi¨®n de Pek¨ªn en una planta nuclear remueve la era dorada entre los dos pa¨ªses
El nuevo Ejecutivo brit¨¢nico liderado por Theresa May ha interrumpido abruptamente la intensa luna de miel que han compartido China y Reino Unido en los ¨²ltimos a?os. La decisi¨®n de revisar la construcci¨®n de la planta nuclear de Hinkley Point, una instalaci¨®n que deb¨ªa financiarse con capital chino, no ha sentado nada bien en el gigante asi¨¢tico. Apenas un a?o despu¨¦s de que David Cameron anunciara el inicio de una "era dorada" en las relaciones bilaterales, China ve ahora peligrar una de sus alianzas m¨¢s s¨®lidas en Occidente.
El romance sino-brit¨¢nico se gest¨® gracias a la acaudalada billetera china y una cadena de gestos pol¨ªticos significativos por parte de la anterior administraci¨®n hacia Pek¨ªn. El t¨¢ndem Cameron-Osborne (exministro de Finanzas) cultiv¨® cuidadosamente su amistad con China, consider¨¢ndolo un socio estrat¨¦gico clave. Las visitas de alto nivel se multiplicaron, como lo hizo el comercio bilateral y la inversi¨®n: Reino Unido es, de lejos, el pa¨ªs europeo que ha recibido m¨¢s dinero procedente del gigante asi¨¢tico en los ¨²ltimos quince a?os con m¨¢s de 15.000 millones de euros, 3.300 de los cuales solamente en 2015.
Londres, por su parte, fue el primer pa¨ªs Occidental que se uni¨® al banco de desarrollo impulsado por China, el BAII, una decisi¨®n que arrastr¨® a la mayor¨ªa de naciones europeas a apuntarse al proyecto y le otorg¨® una relevancia que de otra forma no habr¨ªa conseguido. El Gobierno conservador brit¨¢nico apart¨® de la agenda los asuntos relacionados con la situaci¨®n de los derechos humanos en China: Cameron se reuni¨® en 2012 con el Dalai Lama, l¨ªder espiritual del T¨ªbet, pero tras el enfado de Pek¨ªn no volvi¨® a hacerlo. Tampoco se emiti¨® un mensaje contundente en defensa de la Revoluci¨®n de los Paraguas, las protestas prodemocr¨¢ticas de Hong Kong de finales de 2014.
El presidente chino, Xi Jinping, fue recibido con todos los honores durante su ¨²ltima visita a Reino Unido. El viaje se cerr¨® con jugosos acuerdos comerciales y el anuncio formal de que empezaba una "era dorada" en las relaciones entre ambos pa¨ªses. La joya de la corona era la construcci¨®n de la planta nuclear de Hinkle Point, con una inversi¨®n de alrededor de 24.000 millones de d¨®lares. Una de las primeras decisiones significativas del nuevo Gobierno brit¨¢nico tras el Brexit fue poner este proyecto en entredicho, alegando motivos de seguridad nacional.
Esta suspensi¨®n -por ahora temporal- ha cogido por sorpresa e indignado a Pek¨ªn. Los medios oficiales han cargado contra May y criticado duramente la decisi¨®n. "El nuevo Gobierno brit¨¢nico corre el riesgo de enfriar la confianza mutua ganada a duras penas con China", aseguraba en un comentario a principios de mes la agencia oficial Xinhua.
El director del Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Renmin e investigador del Centro de Globalizaci¨®n de China, Wang Yiwei, augura un impacto negativo en la cooperaci¨®n bilateral si el proyecto finalmente no se lleva a cabo: "queremos creer que el nuevo gobierno del Reino Unido tomar¨¢ una decisi¨®n sabia. Si no es as¨ª, China encontrar¨¢ una v¨ªa para contraatacar, por ejemplo con otras opciones de cooperaci¨®n internacional". El acad¨¦mico considera que las razones que se han alegado para suspender el acuerdo son "insuficientes" y cree que la paralizaci¨®n poco antes de la firma formal del contrato "es un comportamiento poco ¨ªntegro que ha herido la confianza de los inversores chinos".
Theresa May ha tratado de calmar los ¨¢nimos con una carta a su hom¨®logo chino. En ella, la primera ministra dice "conceder gran importancia a la cooperaci¨®n sino-brit¨¢nica" y afirma su voluntad de "fortalecer los lazos comerciales y de negocios". La misiva, cuya existencia ha sido filtrada por la agencia Bloomberg, representa un gesto de distensi¨®n ante la visita de May a China a principios de septiembre para la cumbre del G20, pero no significa que haya vencido sus reticencias al proyecto de Hinkley Point.
Sectores financieros del Reino Unido presionan al gobierno brit¨¢nico para que d¨¦ luz verde final al proyecto, pero los asesores pol¨ªticos y de seguridad de Downing Street siguen cuestionando la participaci¨®n china en la construcci¨®n de la primera planta nuclear en el pa¨ªs desde hace casi tres d¨¦cadas. El jefe de gabinete de la primera ministra, Nick Thimothy, ya recog¨ªa el a?o pasado el temor del MI5 (servicios de inteligencia dom¨¦stica) de que los chinos pudieran utilizar su participaci¨®n en el dise?o y construcci¨®n del reactor nuclear para ¡°introducir debilidades en los sistemas inform¨¢ticos que les permitir¨ªa detener la producci¨®n de energ¨ªa en el Reino Unido si as¨ª lo desearan¡±.
May comparte la aprensi¨®n de su principal asesor sobre las implicaciones de seguridad que entra?a la inversi¨®n china en un sector estrat¨¦gico del pa¨ªs. As¨ª lo hab¨ªa reiterado en el consejo de ministros del anterior gobierno de David Cameron, donde era titular del Interior. Su decisi¨®n final se espera a principios de oto?o, poco despu¨¦s del encuentro con el liderazgo chino en la cumbre de Hangzhou, y fuentes pr¨®ximas a Downing Street aseguran que ¡°todas las opciones est¨¢n sobre la mesa¡±. S¨®lo la ambici¨®n de cerrar un acuerdo bilateral de libre comercio con China ¨Cmuy importante ante la futura salida brit¨¢nica de la UE- podr¨ªa decantar el desenlace hacia los intereses de Pek¨ªn.
"No veo a May siendo hostil hacia China, simplemente trata de evaluar si el proyecto satisface las necesidades del Reino Unido y no apoyarlo a casi cualquier precio con el fin de asegurar la amistad de China. El problema aqu¨ª es que Pek¨ªn abraz¨® la 'era dorada' solamente en los t¨¦rminos que Osborne ofrec¨ªa, y esta oferta excepcionalmente generosa ya no est¨¢ sobre la mesa" asegura Steve Tsang, profesor de la Escuela de Estudios Contempor¨¢neos sobre China de la Universidad de Nottingham.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Brexit
- Refer¨¦ndum UE
- Euroescepticismo
- Centrales nucleares
- Refer¨¦ndum
- Elecciones europeas
- Uni¨®n pol¨ªtica europea
- Instalaciones energ¨¦ticas
- China
- Producci¨®n energ¨ªa
- Asia oriental
- Europa occidental
- Elecciones
- Asia
- Uni¨®n Europea
- Ideolog¨ªas
- Europa
- Organizaciones internacionales
- Pol¨ªtica
- Relaciones exteriores
- Energ¨ªa nuclear
- Energ¨ªa
- Reino Unido