Temer se prepara para ser (definitivamente) presidente de Brasil
El hasta ahora presidente en ejercicio volcar¨¢ su gesti¨®n en tratar de sacar al pa¨ªs de la recesi¨®n econ¨®mica en la que yace
El lunes, mientras la presidenta apartada del poder Dilma Rousseff se defend¨ªa en el senado y respond¨ªa uno por uno a los senadores en el juicio pol¨ªtico en el que se jugaba su destituci¨®n, el presidente en ejercicio Michel Temer, recib¨ªa muy sonriente a los atletas ol¨ªmpicos. Brome¨® con ellos y hasta se puso un gorro blanco de los del equipo de w¨¢ter-polo. La imagen, algo rid¨ªcula, sali¨® el martes reproducida en todos los peri¨®dicos de Brasil. Todo estaba calculado: Temer, que ser¨¢ presidente el mi¨¦rcoles a menos que ocurra un milagro en la votaci¨®n final, trata de apartarse de la ¨²ltima hora del sombr¨ªo proceso de impeachment a fin de que su imagen no se resienta y sea capaz de encarnar una nueva era. Su Gobierno tendr¨¢ poco tiempo y muchos problemas y se centrar¨¢, sobre todo, en sacar al pa¨ªs del hoyo econ¨®mico en que yace.
Temer afirm¨® la ma?ana del gorro de w¨¢ter-polo que no hab¨ªa seguido la sesi¨®n hist¨®rica del senado a la que acudi¨® Rousseff (de la que fue vicepresidente y aliado y ahora es su enemigo pol¨ªtico m¨¢s enconado). ¡°He estado trabajando¡±, asegur¨®. Como si la cosa no fuera con ¨¦l. Dos ejemplos aportados por A Folha de S. Paulo demuestran que no es as¨ª: ese d¨ªa, Temer prometi¨® al senador Roberto Rocha un cargo de director del Banco del Nordeste para convencerle de que no cambiara de opini¨®n ¨CLula lo hab¨ªa tentado desde el otro lado- y siguiera pensando en votar en contra de Rousseff. Y tambi¨¦n ese d¨ªa telefone¨® a una senadora de su propio partido, Rose de Freitas, para llamarla al orden porque, en broma, De Freitas hab¨ªa asegurado minutos antes a un colega que hablar¨ªa a favor de Rousseff. Por tel¨¦fono, la senadora, con l¨¢grimas en los ojos, prometi¨® a Temer que todo hab¨ªa sido un malentendido y que votar¨ªa tal y como estaba acordado.
Si todo sale como est¨¢ previsto, Temer, un ex catedr¨¢tico de Derecho Constitucional sin mucho carisma que ha sido vicepresidente de Rousseff un mandato y medio, ser¨¢ presidente completo el mi¨¦rcoles por la tarde. Dejar¨¢ de ser presidente interino, cargo que ha ocupado desde el pasado 12 de mayo. Y lo primero que har¨¢ despu¨¦s de tomar posesi¨®n ser¨¢, sin perder un minuto, coger un avi¨®n e irse a China, a participar en la cumbre del G-20 que se celebra ese fin de semana.
Hay prisa. El experto y profesor de ciencia Pol¨ªtica Fernando Luiz Abrucio considera que Temer ha gozado, durante estos meses de presidencia interina, de cierta complacencia por parte de los mercados, de las agencias de calificaci¨®n y de los inversores. Pero que esa complacencia era m¨¢s a la contra, es decir, por constituir un sustituto a Rousseff que por su propia figura. Ahora, desembarazado de la interinidad, sin la sombra del impeachment,Temer deber¨¢ acelerar en arbitrar las medidas necesarias para enderezar la maltrecha econom¨ªa brasile?a. O por lo menos es a lo que aspira. ¡°No tendr¨¢ mucho tiempo. En 2018 hay elecciones presidenciales y eso acorta radicalmente el plazo para proponer medidas de ajuste impopulares. Deber¨¢ implementarlas entre octubre de este a?o y junio del a?o que viene¡±, asegura Abrucio.
Temer ha gozado, durante estos meses de presidencia interina, de cierta complacencia por parte de los mercados
Brasil vive la mayor recesi¨®n econ¨®mica en 80 a?os. El desempleo escala por encima del 11%, el PIB retroceder¨¢ este a?o m¨¢s all¨¢ del 3%, por segundo a?o consecutivo y la inflaci¨®n, el tal¨®n de Aquiles de la econom¨ªa brasile?a, controlada en ¨¦pocas anteriores, lleva ya m¨¢s de un a?o disparada, por encima del 7%. A favor de Temer juega la (vol¨¢til) confianza de los empresarios e inversores y una raz¨®n pol¨ªtica: ¨¦l ha asegurado que no va a presentarse a reelecci¨®n, con lo que estar¨¢ con las manos libres para llevar a cabo esos ajustes que los economistas juzgan inevitables. Entre ellos se cuenta una reforma de las pensiones y una reforma de las leyes laborales.
Hasta ahora, el Gobierno interino de Temer, comandado por un ortodoxo ministro de Econom¨ªa, Henrique Meirelles, no ha operado con toda la contundencia que se esperaba (o que esperaban los mercados). La raz¨®n es obvia: con la incertidumbre del proceso de destituci¨®n de Rousseff todav¨ªa flotando en cualquier decisi¨®n pol¨ªtica, el pa¨ªs ha vivido una suerte de impasse institucional.
Thiago Arag?o, polit¨®logo cercano a Temer, asegura que a las reformas estructurales como la de las pensiones hay que a?adir una ola de privatizaciones. ¡°Es algo que ya se ha venido haciendo en los ¨²ltimos a?os, con los Gobiernos del PT, pero que ahora se intensificar¨¢ m¨¢s: autov¨ªas, aeropuertos, puertos, el mercado de las telecomunicaciones y el de la explotaci¨®n petrol¨ªfera del gran yacimiento de Pre-Sal (yacimiento submarino situado en el litoral del Estado de R¨ªo de Janeiro)¡±, se?ala Arag?o. ¡°Estos dos ¨²ltimos dar¨¢n un mensaje muy claro a los inversores de que Brasil se abre a una ¨¦poca nueva¡±, agrega.
"No tendr¨¢ mucho tiempo. En 2018 hay elecciones presidenciales y eso acorta radicalmente el plazo para proponer medidas de ajuste impopulares"
Con todo, Temer deber¨¢ luchar con una popularidad muy baja, tan baja como la de Rousseff y con un Congreso fragmentado hasta lo inveros¨ªmil, poco proclive a adoptar medidas impopulares. Rousseff demostr¨® muy poca mano izquierda para convencer a unos diputados que se reparten en m¨¢s de 30 formaciones distintas.
A Temer le persiguen tambi¨¦n dos ¡°fantasmas¡± imprevisibles, a juicio de Abrucio. Uno es la deriva de las investigaciones por el Caso Petrobras, que pueden afectar a miembros del Gobierno. E, inclusive, al propio Temer, que ya ha sido citado por algunos implicados, seg¨²n algunas publicaciones, al asegurar que el actual presidente brasile?o ha recibido donaciones irregulares para campa?as electorales. El segundo fantasma es a¨²n m¨¢s peligroso: el ex presidente de la C¨¢mara de Diputados, Eduardo Cunha, del mismo partido que Temer, acusado de corrupci¨®n, puede llegar a un acuerdo con los investigadores y contar lo que se supone que sabe a cambio de rebajar la previsible condena. Su delaci¨®n, seg¨²n los expertos, pondr¨ªa el Estado patas arriba. Otra vez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Actividad legislativa
- Brasil
- Conflictos pol¨ªticos
- Parlamento
- Gobierno Brasil
- Sudam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Gobierno
- Am¨¦rica
- Administraci¨®n Estado
- Administraci¨®n p¨²blica
- C¨¢mara Diputados Brasil
- Proceso destituci¨®n
- Crisis pol¨ªticas
- Dilma Rousseff
- Destituciones pol¨ªticas
- Presidente Brasil
- Congreso Nacional Brasil
- Presidencia Brasil
- Impeachment Dilma Rousseff
- Partido de los Trabajadores
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica