M¨¦xico ofendido
La reuni¨®n del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, el hombre que reiteradamente ha insultado a los mexicanos llam¨¢ndoles "ladrones" y "violadores", con Enrique Pe?a Nieto este mi¨¦rcoles en Ciudad de M¨¦xico es una iniciativa de alt¨ªsimo riesgo pol¨ªtico para el presidente mexicano cuando vive sus horas m¨¢s bajas de popularidad. Las redes sociales expresaban anoche de forma un¨¢nime la sensaci¨®n de millones de mexicanos: ofensa, humillaci¨®n, desaliento. La cita, pen¨²ltimo golpe de efecto del magnate neoyorquino en v¨ªsperas del anuncio de su nueva y corregida pol¨ªtica de inmigraci¨®n en un mitin previsto en Arizona, lleg¨® por sorpresa a M¨¦xico tras un rocambolesco intercambio de tuits entre el propio candidato y la presidencia de M¨¦xico. Un vertiginoso trayecto de la perplejidad ¨C Trump sopesa viajar a M¨¦xico, anticipa el Washington Post; M¨¦xico informa que el viernes curs¨® una invitaci¨®n al magnate; Trump acepta la invitaci¨®n y finalmente Los Pinos confirma que la reuni¨®n, vestida de visita privada, tendr¨¢ lugar hoy- a la verg¨¹enza.
El hombre que ha hecho bandera de la construcci¨®n de un muro en los 3.000 kil¨®metros de frontera, que dijo que iba a deportar a 11 millones de inmigrantes, la mayor¨ªa mexicanos, que critic¨® a Jeb Bush por hablar espa?ol, que expuls¨® de una conferencia de prensa al periodista mexicano Jorge Ramos, se sentar¨¢ hoy con el presidente de un pueblo que desde hace meses exig¨ªa desde sus voces m¨¢s moderadas a las m¨¢s airadas una respuesta m¨¢s contundente de su Gobierno ante las ofensas del gran demagogo, del gran manipulador que ha puesto a la presidencia de M¨¦xico en uno de los bretes diplom¨¢ticos m¨¢s delicados de los ¨²ltimos a?os.
Los vecinos distantes, M¨¦xico y Estados Unidos, con unas relaciones hist¨®ricas complicadas donde se unen en zigzag el amor y el odio, la admiraci¨®n y el desprecio, est¨¢n condenados a entenderse, a superar las heridas del pasado, con una dependencia econ¨®mica mutua sin parang¨®n en otras latitudes y a cultivar esa sociedad h¨ªbrida que se extiende desde hace ya muchos a?os de forma continua desde Los ?ngeles hasta la capital mexicana. No es esta la intenci¨®n de Trump, expresada hasta la n¨¢usea durante m¨¢s de un a?o de campa?a por mucho que suavice su discurso en Arizona, por lo que es dif¨ªcil de entender que el presidente haya aceptado el riesgo de legitimar a un charlat¨¢n, una bomba de relojer¨ªa pol¨ªtica de discurso incontrolable y sin escr¨²pulos con la verdad. M¨¦xico se acost¨® este martes humillado y ofendido.?No ser¨¢ f¨¢cil, salvo que Pe?a Nieto maneje la reuni¨®n con extraordinaria destreza,?recuperar la dignidad.
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