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La Justicia chilena identifica 43 a?os despu¨¦s nuevos restos del esposo de la abogada pro derechos humanos Carmen Hertz
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Carmen Hertz, una de las abogadas de derechos humanos m¨¢s importantes de Chile, sigue viviendo una pesadilla que dura ya 43 a?os. La Justicia de su pa¨ªs acaba de identificar nuevos restos de su marido, asesinado por el r¨¦gimen de Augusto Pinochet (1973-1990). Aunque hace tres a?os ella y su hijo organizaron un funeral cuando lograron identificar los primeros restos de Carlos Berger ¡ªpartes de su cr¨¢neo¡ª, ahora el magistrado encargado del caso acaba de comunicarle el hallazgo de partes de la mand¨ªbula, las cervicales y lumbares y el metatarso.
El mal sue?o se niega a finalizar. El 19 de octubre de 1973, una comitiva de militares del r¨¦gimen de Augusto Pinochet asesin¨® a Berger, y a otras 26 personas en la ciudad de Calama (norte de Chile). Entonces, Hertz ten¨ªa 27 a?os y un ni?o de 11 meses. Pese a los esfuerzos, y aunque le dieron un certificado fraudulento de ejecuci¨®n, nunca pudo recuperar el cuerpo.
Reci¨¦n llegada la democracia, en 1992, los familiares de las v¨ªctimas hallaron una fosa clandestina con algunos restos humanos en pleno desierto de Atacama (norte de Chile) y los forenses comprobaron la identidad de 13 de los fusilados. Pero en el grupo no encontraron vestigios de Berger. Los huesos que no fueron identificados quedaron en un memorial, hasta que a finales de la d¨¦cada de los noventa fueron trasladados al Servicio M¨¦dico Legal de la capital chilena, donde permanecieron una d¨¦cada.?
Ning¨²n resto de Berger apareci¨® hasta 40 a?os despu¨¦s del golpe de Estado del 11 de septiembre 1973
Ning¨²n resto de Berger fue identificado hasta 40 a?os despu¨¦s del golpe de Estado del 11 de septiembre 1973. En 2013 su viuda recibi¨® la llamada del magistrado Mario Carroza, que investigaba la llamada Caravana de la Muerte ¡ªla comitiva de militares que recorri¨® Chile en un helic¨®ptero Puma para matar a opositores¡ª y tras lentos y complejos an¨¢lisis en Sarajevo (Bosnia-Herzegovina), donde est¨¢ uno de los laboratorios m¨¢s modernos del mundo en el estudio de osamentas, se confirm¨® su correspondencia con el asesinado. Se trataba, fundamentalmente, de trozos de su cr¨¢neo. Carmen Hertz y su hijo Germ¨¢n organizaron un funeral multitudinario y simb¨®lico en el cementerio general de Santiago, al que acudieron cientos de v¨ªctimas y dirigentes y simpatizantes de la izquierda.
Aunque nunca se ha detenido en la b¨²squeda de justicia, la abogada pensaba que estaba cerrando un cap¨ªtulo emocional. ¡°Pero los restos han tenido una trayectoria surrealista¡±, reflexiona en su piso del barrio de Providencia. Nunca imagin¨® que hace unos d¨ªas recibir¨ªa la llamada del juez Carroza para informarle que se hab¨ªan identificado nuevos restos de Berger. La abogada y su familia han visto as¨ª reabrirse la herida justo cuando se conmemora el 43? aniversario del golpe de Estado de Pinochet. ¡°Es una pesadilla violenta que da cuenta de la brutalidad del exterminio y el m¨¦todo que se utiliz¨®. No solo masacrar personas, sino enterrarlas en fosas clandestinas para que no se sepa m¨¢s de ellas. Luego, remover los cuerpos y tirarlos al mar. Tratar de borrarlos de la faz de la Tierra. Estos fragmentos de restos, te est¨¢n dando la identificaci¨®n 43 a?os despu¨¦s. Y todav¨ªa no hay una sentencia condenatoria por los cr¨ªmenes¡±.
Desde el asesinato de su marido, Hertz dedic¨® su vida a los derechos humanos. Luego de exiliarse en Argentina y Venezuela, en 1977 regres¨® a Chile y se incorpor¨® a la Vicar¨ªa de la Solidaridad, el organismo de la Iglesia que durante la dictadura ampar¨® a las v¨ªctimas, encabez¨® la b¨²squeda de justicia cuando los tribunales estaban paralizados y colabor¨® en la reparaci¨®n del tejido social quebrado en 1973. Pero las tragedias personales no acabaron con la muerte de Carlos Berger: todav¨ªa llenos de dolor por la p¨¦rdida del mayor de sus hijos, sus padres se quitaron la vida. Primero ¨¦l, en 1982; despu¨¦s ella, en 1987. Y menos de dos a?os antes del final del r¨¦gimen de Pinochet, en 1988, los aparatos represivos llegaron hasta la casa de Hertz y degollaron a la asistenta. Sof¨ªa Y¨¢?ez ten¨ªa 21 a?os y un embarazo de dos meses. Nuevamente, ella tuvo que salir de Chile con su hijo.
La Justicia ha procesado a unos 1.000 agentes que actuaron en los cr¨ªmenes del r¨¦gimen. Cerca de 300 han sido condenados, pero solo 90 cumplen penas de c¨¢rcel efectiva en el cuartel de Punta Peuco, especialmente creado para este tipo de casos. La causa de Calama ¡ªque permiti¨® el desafuero de Pinochet, cuando regres¨® a Chile tras el intento de extradici¨®n a Espa?a del juez Baltazar Garz¨®n¡ª, ha estado a cargo de diferentes magistrados en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Hasta la fecha se han procesado como autores a cuatro miembros de la comitiva que asesin¨® a Berger, pero no hay ning¨²n condenado. El juez Carroza espera dictar sentencia en breve.
¡°En Chile el camino de la verdadera justicia ha sido muy largo y lleno de obst¨¢culos. ?Por qu¨¦ seguimos luchando? No es por majader¨ªa ni porque queramos quedarnos en el pasado. Si las sociedades que han sufrido pr¨¢cticas genocidas no hacen justicia, no tienen memoria. La memoria se nutre de la justicia¡±, apunta Hertz. A diferencia del funeral de hace tres a?os, el 19 de octubre la familia reabrir¨¢ el peque?o nicho del memorial de los detenidos desaparecidos en el que descansan los restos de Berger y depositar¨¢ sus osamentas en una ceremonia privada. Hoy, ¨¦l tendr¨ªa 73 a?os, un hijo de 43 y tres peque?as nietas chileno-espa?olas.
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