Am¨¦rica Latina irrumpe, a su pesar, en la campa?a electoral de Estados Unidos
Algunas promesas electorales ponen nerviosa a una regi¨®n muy dependiente de EE UU
Donald Trump ha construido su campa?a hacia la Casa Blanca atacando a los inmigrantes hispanos y prometiendo construir un muro con M¨¦xico. Y hasta ha logrado destruir el n¨²cleo del gabinete de Enrique Pe?a Nieto. La candidata dem¨®crata, Hillary Clinton, ha denunciado estas maniobras de su rival republicano como prueba de su incapacidad para ser un l¨ªder global, pero como ¨¦l ha adoptado una postura m¨¢s proteccionista que tambi¨¦n pone muy nerviosos a los aliados latinoamericanos para los que Estados Unidos es un socio comercial clave.
Am¨¦rica Latina suele quejarse de lo poco que importa como regi¨®n en el discurso pol¨ªtico estadounidense. Ahora est¨¢ en boca de todos, pero no como habr¨ªa deseado. Tambi¨¦n en Washington preocupa una narrativa electoral que podr¨ªa tener consecuencias negativas m¨¢s all¨¢ de las elecciones del 8 de noviembre. En todas las capitales, se debate c¨®mo afrontar una cuesti¨®n te¨®ricamente nacional pero con repercusiones en todo el hemisferio occidental.
¡°Para nosotros, la elecci¨®n de un presidente de EE UU es muy significativa porque EE UU tiene relaciones muy especiales con Am¨¦rica Latina, y esas reacciones hacen que el presidente juegue un papel muy importante en cuanto a c¨®mo se va a posicionar frente a las relaciones con la regi¨®n¡±, recuerda el ex secretario general iberoamericano Enrique Iglesias, que tambi¨¦n estuvo al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
A ello se une que la propuesta de Trump de construir un muro y deportar a 11 millones de indocumentados en EE UU no va solo en contra de M¨¦xico, ¡°es un mensaje para toda la regi¨®n¡±, apunta Michael Shifter, presidente del Di¨¢logo Interamericano. ¡°Hay mucha preocupaci¨®n de que este se?or pueda llegar a la Casa Blanca e implementar medidas muy en contra de la regi¨®n¡±.
Pese a lo que est¨¢ en juego, la desastrosa comparecencia del presidente mexicano con Trump deber¨ªa servir de ¡°se?al de precauci¨®n para otros gobiernos en contra de tratar de meterse en pol¨ªtica interna estadounidense¡±, advierte Dan Restrepo, del Center for American Progress y exasesor de Obama para Am¨¦rica Latina.
¡°Nunca es buena idea de ning¨²n pa¨ªs meterse en la pol¨ªtica interna de otro pa¨ªs, pero particularmente no lo es en un a?o como este, donde lo particular de la pol¨ªtica externa de los candidatos es m¨¢s sobre su temperamento y personalidad, no si vas a hacer X, Y o Z con el pa¨ªs A, B o C¡±.
El proteccionismo, otra fuente de inquietud
Con los ¨¢nimos tan exaltados, el acercamiento a los dos candidatos por parte de representantes latinoamericanos est¨¢ siendo realizado, salvo en el caso mexicano, o precisamente a ra¨ªz de ¨¦l, con extrema discreci¨®n. Pocos en los c¨ªrculos diplom¨¢ticos admiten abiertamente lo que s¨ª reconocen aunque sea con una sonrisa silenciosa: que la candidata preferida de la regi¨®n es Hillary Clinton. Aun as¨ª, tampoco ella acaba de ser ideal. Su cambio de postura sobre los tratados de libre comercio, obligada por la presi¨®n desde la izquierda de su partido, inquieta a un continente que tiene incontables lazos comerciales con EE UU, afirma Enrique Iglesias.
¡°Espero que aqu¨ª ese debate, cuando llegue a la silla del presidente, quienquiera que sea, entienda que EE UU tambi¨¦n necesita relaciones intensas, comerciales, y que en ese sentido Am¨¦rica Latina sigue siendo un continente muy importante para EE UU, y EE UU muy importante para Am¨¦rica Latina¡±.
Para Restrepo sin embargo, esta cuesti¨®n ¡°es m¨¢s que coyuntural¡± y se arrastrar¨¢ durante el pr¨®ximo gobierno. ¡°No ha habido una aceptaci¨®n popular de estos acuerdos y creo que urge que la clase pol¨ªtica se d¨¦ m¨¢s cuenta de la inquietud que est¨¢ creando la globalizaci¨®n, se adapte a esa realidad y deje de pensar que puede seguir actuando sin pagar un precio pol¨ªtico o sufrir un rechazo p¨²blico a tratados particulares¡±, advierte.
Hay algo que tambi¨¦n perdurar¨¢ m¨¢s all¨¢ de las elecciones de noviembre y que, seg¨²n Michael Shifter, deber¨ªa hacer reflexionar a toda la clase pol¨ªtica: ni en Am¨¦rica Latina ni en otras partes del mundo se entiende la ¡°relativa indiferencia, silencio, de la sociedad norteamericana¡± ante los repetidos ¡°ataques y ret¨®rica racista¡± de Trump.
¡°Am¨¦rica Latina se pregunta qu¨¦ pasa que este se?or pueda usar ese tipo de lenguaje sin una reacci¨®n m¨¢s contundente de otros l¨ªderes de la sociedad de EE UU¡±, se?ala. Y eso plantea una duda razonable sobre cu¨¢n real es esa relaci¨®n ¡°de iguales¡± que promovi¨® como nueva pol¨ªtica hacia la regi¨®n el Gobierno de Obama. ¡°Eso es un costo que va a tomar tiempo reparar¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.