Qui¨¦n es Eduardo Cunha y por qu¨¦ en Brasilia tienen tanto miedo de que hable

En alg¨²n punto de su largu¨ªsima carrera en la pol¨ªtica brasile?a, el carioca Eduardo Cunha se gan¨® un mote entre sus muchos enemigos: el Papibaru, una mezcla de papagayo, por su importante nariz, y gabiru, un tipo de rat¨®n m¨¢s inteligente que los dem¨¢s, por su capacidad para hacer y deshacer alianzas que lo mantuvieran a flote a lo largo de las d¨¦cadas, los esc¨¢ndalos, los cambios de gobierno, las acusaciones de corrupci¨®n y las peticiones de impeachment. Esa astucia no le sirvi¨® de nada el pasado lunes por la noche, cuando la C¨¢mara de los Diputados que ¨¦l una vez presidi¨®, decidi¨®, con unos aplastante 450 votos a favor, 10 en contra y nueve abstenciones, despojar al que fuera uno de los hombres m¨¢s poderosos de Brasil del ¨²ltimo cargo que todav¨ªa le ligaba a la vida p¨²blica, el de diputado. Desde entonces, Cunha es un ciudadano m¨¢s, sin poder oficial y, lo que es m¨¢s grave, sin aforamiento. Un hombre solo ante cuatro demandas por cuestiones que van del lavado de dinero al haber mantenido en secreto sus cuentas millonarias en Suiza o haber desviado fondos p¨²blicos para financiar el opulento tren de vida de su familia. Eduardo Cunha es un hombre que, en fin, tiene muy poco que perder.

Esto deber¨ªa preocupar a todos los que hayan trabajado con este conservador ultrarreligoso a lo largo de los a?os; esto es, a pr¨¢cticamente toda la clase pol¨ªtica brasile?a. Cunha se enfrenta a penas graves, incluyendo la c¨¢rcel, y bien puede entregar a alguno de sus c¨®mplices para rebajar su castigo. Tras la votaci¨®n dio a entender que ¨¦l no har¨ªa eso, pero tambi¨¦n record¨® dos veces que 160 de los 513 diputados est¨¢n siendo investigados por el Tribunal Supremo, el organismo que le hab¨ªa hundido a ¨¦l.

Ese tipo de comunicaciones sutiles son t¨ªpicas en Cunha, un hombre fr¨ªo, calculador y de incuestionable inteligencia. Nacido en R¨ªo de Janeiro en 1958, fue ganando influencia poco a poco en una agrupaci¨®n de pesos pesados de la pol¨ªtica, el Partido del Movimiento Democr¨¢tico de Brasil. Con los a?os, demostr¨® ser un talento pol¨ªtico de manual. Ten¨ªa ojo para medir a quienes le rodeaban. Demostr¨® tener un conocimiento enciclop¨¦dico de los mecanismos internos de la pol¨ªtica brasile?a. Sab¨ªa c¨®mo manejar la burocracia para abrir camino a un proceso que le conven¨ªa y c¨®mo ralentizar hasta el absurdo los que le pod¨ªan molestar. Y as¨ª, en febrero de 2015 consigui¨® llegar al considerado puesto m¨¢s poderoso en Brasil que no requiere elecciones: presidente de la C¨¢mara de los Diputados. El hombre que abre o cierra los procesos de impeachment.

Fue entonces cuando sus problemas con la justicia empezaron a agravarse. Se le acusaba de haber tomado dinero de Petrobras, la empresa p¨²blica que hoy es sin¨®nimo del mayor esc¨¢ndalo de corrupci¨®n y desv¨ªo de fondos que se recuerda. Los investigadores descubrieron que, en la empresa Jesus.com ¨Cuno de los muchos dominios de Internet con el nombre de Jes¨²s que este cristiano evang¨¦lico posee¨C, ten¨ªa registrado un Porsche Cayenne de 100.000 d¨®lares. Encontraron, en unas cuentas suizas que ¨¦l hab¨ªa negado que fueran suyas, unos gastos imposibles de asumir por un diputado corriente: por ejemplo, un viaje de nueve d¨ªas a Miami con toda su familia donde pag¨® 42.258 d¨®lares. Y as¨ª. La polic¨ªa sospecha hoy que intent¨® retrasar o frustrar estas investigaciones todo lo posible.

Es un pol¨ªtico de manual. Tiene un conocimiento enciclop¨¦dico de los mecanismos internos de Brasilia. Sabe acelerar un proceso que le conviene y ralentizar hasta el absurdo los que le molestan

Un juez del Tribunal Supremo anunci¨® que Cunha carec¨ªa de categor¨ªa moral para ostentar el cargo de presidente y que lo someter¨ªa a la Comisi¨®n de ?tica de la C¨¢mara. Entonces Cunha endureci¨® la oposici¨®n que hac¨ªa a la presidenta Dilma Rousseff. Sac¨® de un caj¨®n una de los 53 peticiones de impeachment que se hab¨ªan presentado contra ella. E hizo lo que sab¨ªa que nunca fallaba: apartar todos los obst¨¢culos y esperar.

Cunha fue suspendido de su cargo el 5 de mayo. El impeachment recibi¨® luz verde en su C¨¢mara una semana despu¨¦s. Para entonces las presiones de cara a su juicio se hab¨ªan intensificado y ¨¦l tuvo que hacer el desaf¨ªo definitivo: renunciar a la presidencia de la C¨¢mara. Seg¨²n sospechan muchos analistas pol¨ªticos de Brasilia, sab¨ªa que no tendr¨ªa los votos para retener el cargo pero si la Comisi¨®n ?tica tuviera que votar solo por el puesto de diputado, a¨²n tendr¨ªa una oportunidad de mantener el aforamiento jur¨ªdico. El d¨ªa que anunci¨® su renuncia, Cunha llor¨® en p¨²blico. Dijo que se sent¨ªa perseguido por haber dado luz verde al impeachment.

Mes y medio despu¨¦s, Dilma Rousseff cay¨® del puesto m¨¢s influyente que existe en Brasil. Ahora le tocado a ¨¦l. Desde un puesto mucho menor, pero, en la pr¨¢ctica, casi igual alto en influencia. Como siempre, Cunha, el Papibaru, tiene un plan para el futuro: anoche cont¨® que pensaba escribir un libro sobre el impeachment. ¡°Pretendo ganar mucho dinero¡±, remat¨®.