Las diferencias en la UE impiden una reacci¨®n m¨¢s ambiciosa tras el Brexit
Los Veintisiete cierran la cumbre de Bratislava con t¨ªmidos avances en seguridad y defensa
En medio de una crisis existencial, en plena situaci¨®n cr¨ªtica tras el Brexit, los l¨ªderes de los Veintisiete ¡ªya sin Reino Unido¡ª se limitaron ayer a reforzar con timidez la estrategia de defensa y seguridad com¨²n. No hay consenso para una respuesta m¨¢s ambiciosa. Ni la Gran Recesi¨®n ni los populismos ni el desaf¨ªo tras el portazo de Londres permiten ir m¨¢s all¨¢. Angela Merkel y Fran?ois Hollande anunciaron las primeras iniciativas para apuntalar la Fortaleza Europa. ¡°Es un buen paso, pero solo un primer paso¡±, admiti¨® la canciller.
El nuevo leit motiv de Europa es ir tirando. La Uni¨®n puso en marcha el euro a finales del siglo pasado y en 20 a?os ha sido incapaz de completar una Uni¨®n Monetaria manifiestamente coja a pesar de haber sufrido la mayor crisis econ¨®mica en d¨¦cadas. Tras el portazo del Brexit y con un amplio ramillete de crisis por solucionar, los l¨ªderes de los Veintisiete ¡ªsin Reino Unido¡ª se reunieron ayer en un castillo medieval en Bratislava para fijar la agenda de la nueva Europa sin los brit¨¢nicos. Hay coincidencia en el diagn¨®stico: una ¡°crisis existencial¡±, seg¨²n el jefe de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker; una ¡°situaci¨®n cr¨ªtica¡±, en palabras de la canciller Merkel. Pero no hay consenso para desplegar medidas ambiciosas en lo fundamental. La econom¨ªa languidece desde hace una d¨¦cada y esa es la principal explicaci¨®n de las actitudes antiestablishment en varios pa¨ªses, del creciente rechazo a la inmigraci¨®n en algunos socios, y en parte tambi¨¦n del Brexit. Pero las desavenencias son de tal calibre que los jefes de Estado y de Gobierno resolvieron centrarse en el ¨²nico cap¨ªtulo en el que hay acuerdo, la uni¨®n de la seguridad y la defensa, que se convierte as¨ª en el eje de la nueva UE.
La gesti¨®n de la inmigraci¨®n ha abierto una fractura entre Este y Oeste que impide avances m¨¢s all¨¢ del cierre de fronteras. La brecha Norte-Sur bloquea cualquier iniciativa en asuntos econ¨®micos. Lo que Merkel bautiz¨® ayer como ¡°el esp¨ªritu de Bratislava¡±, m¨¢s all¨¢ de las habituales grandes palabras y la fanfarria sobre la unidad del bloque, no permiti¨® dar un solo paso sustancial al margen de la seguridad y la defensa. E incluso ah¨ª se ven agujeros: se trata de una vieja idea vestida con nuevos ropajes, destinada a remozar la fachada de la UE a la espera de que los fastos del 60? aniversario del proyecto, la pr¨®xima primavera, permitan tentativas de m¨¢s altura. Apuntalar la denominada Fortaleza Europa no es el remedio para los males del continente. Pero el terrorismo es uno de los asuntos que m¨¢s preocupa a la ciudadan¨ªa, y varios pa¨ªses se han encargado de vincular, con muy malas artes, los ataques terroristas a la ¨²ltima oleada migratoria. Los l¨ªderes insinuaron que las cuotas obligatorias de reparto de refugiados son historia, tal como quer¨ªan los pa¨ªses del Este, donde nunca gust¨® esa propuesta de la Comisi¨®n. Solo el italiano Matteo Renzi puso el grito en el cielo al respecto.
Ante las dificultades para lograr un m¨ªnimo com¨²n denominador que permita avances en otras ¨¢reas, los l¨ªderes europeos vuelven la mirada hacia la cenicienta del proyecto, la pol¨ªtica de seguridad. No deja de ser una paradoja: el primer antecedente de la UE fue la Uni¨®n Europea Occidental, que ya en 1948 aspiraba a forjar una defensa com¨²n para un continente que acababa de salir de dos guerras fratricidas, devastadoras. Aquel proyecto fracas¨®: al a?o siguiente se cre¨® la OTAN y los europeos aceptaron ¡ªde buena gana¡ª la tutela militar de EE UU. Desde entonces han sido numerosos los intentos de poner en marcha una estrategia com¨²n: sobre el papel ya existe un comit¨¦ militar, los llamados grupos de combate o el Eurocuerpo, en el que algunos quisieron ver un embri¨®n del futuro ej¨¦rcito europeo. Pero m¨¢s all¨¢ de algunas misiones (Mal¨ª, las costas de Libia y contra la pirater¨ªa del ?ndico), Europa ha sido incapaz de desarrollar una defensa aut¨®noma. Uno de los mayores frenos, que ahora desaparece con el Brexit, fue siempre Londres, enemigo ac¨¦rrimo de todo lo que no fuera la OTAN.
Donald Tusk, Juncker, Merkel, Hollande y compa?¨ªa se esforzaron ayer en mostrar unidad, con un pu?ado de anuncios menores (la guardia de fronteras para final de a?o, un registro inform¨¢tico de entradas y salidas de la UE, promesas en la mejora de la lucha antiterrorista, esas cosas que en muchos casos ya se hab¨ªan adelantado) para empezar a trabajar de cara al 60? aniversario del Tratado de Roma. ¡°Ah¨ª habr¨¢ un trazo m¨¢s claro de la nueva UE¡±, dijo la canciller. Se trata de la ya cl¨¢sica patada a seguir, a la espera de que se aclare el panorama electoral en el continente. Vienen curvas: referendos peliagudos en Italia y Hungr¨ªa, y varias elecciones importantes (Austria, Francia, Alemania, Holanda) en las que los populismos pueden dar un buen mordisco. Hasta entonces, la estrategia esbozada en Bratislava queda coja: a la hora de la verdad las debilidades en seguridad y defensa de la UE vienen de anta?o, y cristalizan en un exiguo gasto en defensa ¡ªque dif¨ªcilmente va a aumentar con los presupuestos bajo presi¨®n¡ª y de su dependencia tecnol¨®gica de EE UU en campos como el transporte estrat¨¦gico o la inteligencia, en los que no se presentan avances.
Al final, la defensa europea no tendr¨¢ m¨¢s remedio que desarrollarse si el nuevo inquilino de la Casa Blanca aplica la estrategia anunciada por Obama, aunque no cumplida por la crisis de Ucrania: trasladar el peso del esfuerzo militar estadounidense al Pac¨ªfico y dejar que los europeos se saquen las casta?as del fuego por s¨ª mismos. Para ello, Bruselas explora la posibilidad de poner en marcha eurobonos destinados a financiar el gasto militar. Est¨¢ por ver qu¨¦ dicen Alemania y sus sat¨¦lites al respecto, siempre remisos a aceptar cualquier modalidad de mutualizaci¨®n de la deuda p¨²blica.
Los analistas, adem¨¢s, dudan de que esa estrategia permita subsanar el resto de los problemas que aquejan al continente, empezando por las dudas en la recuperaci¨®n de la eurozona: ¡°Si se compara Europa con un coche con el motor averiado, Bratislava es el equivalente a mejorar el equipo de m¨²sica del veh¨ªculo¡±, apunta un informe del laboratorio de ideas Eurointelligence.
A pesar de la sacudida del Brexit, el ¨²nico mensaje claro a estas alturas pasa por ponerse, esta vez supuestamente en serio, a levantar la Fortaleza Europa. ¡°Europa necesita un impulso: Francia no puede estar tan sola en el cap¨ªtulo de defensa¡±, apunt¨® Hollande. ¡°Francia y Alemania tienen una estrategia com¨²n por primera vez en defensa¡±, le secund¨® Merkel.
Habr¨¢ que esperar a 2017 para saber si la nueva UE a 27, sin ese socio inc¨®modo que a¨²n es un Reino Unido en pleno proceso de divorcio, cuenta con apoyos para ofrecer algo con m¨¢s ambici¨®n. Los l¨ªderes, eso s¨ª, se hicieron la foto de familia de la cumbre en la cubierta de un bote en el Danubio: el mensaje es evidente, toda Europa est¨¢ en el mismo barco. Ese barco, sin embargo, tuvo que dar la vuelta antes de tiempo: no hab¨ªa suficiente agua en ese r¨ªo que retrat¨® como nadie Claudio Magris en aquel inolvidable El Danubio. Ante el riesgo de encallar, los l¨ªderes optaron por acortar la traves¨ªa. De vez en cuando, la realidad se transforma en una estupenda met¨¢fora.
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