Los Hermanos Musulmanes vuelven a la pol¨ªtica de Jordania
Tras haber boicoteado los anteriores comicios, la formaci¨®n islamista aspira a convertirse en la fuerza m¨¢s votada
Agobiados por el rampante desempleo, la guerra interminable en los vecinos Irak y Siria y por la presencia de m¨¢s de un mill¨®n de refugiados, los jordanos acudieron ayer a las urnas con escaso entusiasmo. Pocos confiaban en que las elecciones legislativas vayan a cambiar los equilibrios del poder concentrado en manos del monarca, grupos empresariales y jefes tribales rurales en un fragmentado Parlamento. Aunque en esta ocasi¨®n los Hermanos Musulmanes parecen regresar con fuerza de un autoimpuesto ostracismo. Despu¨¦s de haber boicoteado los dos anteriores comicios, los islamistas han presentado candidaturas y aspiran a convertirse en la fuerza m¨¢s votada, con un 20% de los sufragios, y contar con una presencia determinante en la nueva coalici¨®n gubernamental. El desaf¨ªo electoral de la Hermandad, sin embargo, no va contra la figura del rey Abdal¨¢ II, sino que reivindica la aplicaci¨®n de las reformas democr¨¢ticas prometidas por el soberano hachem¨ª tras el estallido de la primavera ¨¢rabe, que cinco a?os despu¨¦s a¨²n siguen pendientes.
A pesar de la prohibici¨®n de la ley electoral, grupos de j¨®venes enfundados en chalecos reflectantes con los colores de los partidos pol¨ªticos distribu¨ªan propaganda al mediod¨ªa de ayer a las puertas de los colegios. ¡°Nos dan 20 dinares [unos 25 euros] y un bocadillo¡±, explicaban varios entre risas ante el colegio Princesa Laila, en el c¨¦ntrico distrito de clase media alta de Jabal al Weibdeh.
Apenas hab¨ªa electores a la vista. Los analistas pol¨ªticos no conf¨ªan en que la participaci¨®n supere el 50% del censo ante las sospechas de fraude y de reparto ama?ado del poder. La Comisi¨®n Electoral Independiente, un organismo de nuevo cu?o, prolong¨® anoche las votaciones en varias provincias ¡°para facilitar la afluencia de los ciudadanos a las urnas¡±. La participaci¨®n electoral en las legislativas de este lunes solo alcanz¨® el 36,1% del censo, seg¨²n estimaciones de la televisi¨®n estatal.
La sospecha de la compra de votos plane¨® sobre varias circunscripciones, como la que corresponde al campo de refugiados palestinos de Al Baaqa, en la periferia de Am¨¢n. En sus callejones viven 90.000 exiliados originarios de Gaza y Cisjordania y llegados tras la guerra de 1967 con Israel. Delegados de los partidos se acercaban a los votantes en medio de la algarab¨ªa de un mercado pr¨®ximo al colegio electoral para intentar convencerles de que marcaran con una cruz a sus candidatos. Los medios de comunicaci¨®n detallaban que una foto de la papeleta tomada con el m¨®vil era la prueba exigida para recibir dinero a cambio del sufragio.
¡°Si ganan los Hermanos Musulmanes yo me marcho de Jordania¡±, advert¨ªa Buzaina Tarawna, expresidenta del Colegio de Arquitectos de Am¨¢n ante la puerta del colegio electoral. Esta profesional de 41 a?os era cabeza de lista en la primera circunscripci¨®n de Am¨¢n de la coalici¨®n conservadora Maan (Juntos), conformada por grupos empresariales y corporaciones gremiales para defender sus intereses bajo el paraguas protector de la monarqu¨ªa. ¡°Defendemos un modelo de sociedad civil y laica frente a los islamistas¡±, aseguraba Tarawna en plena campa?a de ¨²ltima hora.
¡°Si la Comisi¨®n Electoral Independiente cumple su misi¨®n, el fraude en las urnas debe reducirse¡±, apuntaba el comentarista pol¨ªtico Fahed al Kheetan en su despacho del diario de titularidad privada Al Gahd. Este tertuliano de los debates de la televisi¨®n jordana considera que la oposici¨®n islamista volver¨¢ a estar representada en la C¨¢mara, aunque no cree que supere el list¨®n del 10%. ¡°Vivimos en una regi¨®n que es un polvor¨ªn, y la gente no quiere apostar por experimentos arriesgados¡±, puntualizaba. ¡°Hay m¨¢s preocupaci¨®n por la crisis desatada en un pa¨ªs de 6,5 millones de habitantes ¡ªde los que casi la mitad son de origen palestino¡ª al que ahora se suman dos millones de extranjeros, entre refugiados iraqu¨ªes y sirios o inmigrantes egipcios. Si Jordania no recibe ayuda internacional para afrontar este problema, la situaci¨®n se volver¨¢ insostenible¡±, augura Al Kheetan.
El obrero palestino Ayub Alewa, de 57 a?os, acababa de votar mientras intentaba limpiarse la mancha de tinta indeleble con la que quedan marcados los electores para evitar sufragios repetidos. La tasa de paro oficial supera el 14%, aunque las estimaciones de los economistas la elevan hasta el 30%. ¡°Yo lo que quiero es volver a Hebr¨®n, de donde sal¨ª de ni?o¡±, explica en un pasillo del colegio del campo de refugiados de Baqaa, ¡°pero me morir¨¦ aqu¨ª, en Jordania, como mis padres¡±.
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