Trump-Clinton: El combate del siglo
El debate se desarroll¨® sin estridencias
Por si faltaba alg¨²n elemento para considerar el lunes por la noche una suerte del Combate del Siglo en pol¨ªtica estadounidense, unos minutos antes de arrancar el debate, Don King, el controvertido promotor de boxeo que apoya a Donald Trump, campaba por la sala de prensa. Se conoce como la pelea del siglo aquella que el 8 de marzo de 1971 enfrent¨® Muhammad Ali con Joe Frazier en el Madison Square Garden de Nueva York. Ali llevaba calz¨®n rojo y Frazier, verde. Esta noche, en el ring improvisado de la Hofstra University, en el estado de Nueva York, Trump luc¨ªa corbata azul (el color de los dem¨®cratas) y Hillary Clinton vest¨ªa de riguroso rojo (el color republicano), como si hubiesen cambiado los papeles. Y no fue tanto como eso, pero Trump evit¨® las barrabasadas (hizo alg¨²n comentario pol¨¦mico, pero tibio en el universo trumpiano) y Clinton le encontr¨® las cosquillas al empresario varias veces.
El primer debate presidencial de las elecciones de 2016 se presum¨ªa el m¨¢s visto y tuiteado de la historia americana, una suerte de Superbowl de la pol¨ªtica a nivel televisivo, as¨ª que el campus de la universidad estaba poblado de escenarios montados por las cadenas de televisi¨®n, merchandising de los candidatos y un grupo entusiasta de partidarios de ambos partidos. Para los alumnos de la Hofstra, con todo, lo de esta noche era m¨¢s un combate que un partido de f¨²tbol. "Llevamos dos meses esperando esto, yo estoy con Clinton, y ella con Trump, yo deseo que gane Hillary, pero no tengo claro que lo logre", explicaba Sarah se?alando a su amiga Brigitte. Esta ansiaba "que Trump la derrote, pero que lance mensajes presidenciales".
Esta noche no hubo estridencias. Tampoco golpes mortales. En el 71, Ali recibi¨® un crochet de izquierda y acab¨® en la lona, luego se levant¨® y sigui¨® luchando. Pero la de esta noche fue una batalla sin esa ¨¦pica. "Esto es como aquel combate de Muhammad Ali", dec¨ªa Colton, un joven de 18 a?os, cuando faltaba una hora para el debate. Al acabar, Xavier Becerra, congresista dem¨®crata por California, lo negaba: "No fue el combate del siglo porque yo solo vi a una persona que se prepar¨® para ¨¦l, que se entren¨® para este debate y lo que yo quiero ver para mi pa¨ªs es alguien preparada para ser presidenta de los Estados Unidos". Becerra se encontraba en la enorme sala de prensa organizada para la ocasi¨®n en la Universidad de Hofstra, junto a un cartel vertical color cielo clintoniano con su nombre.
Al acabar el debate, esa enorme sala se llena de ese tipo de carteles, con nombres sobre fondos en azul y en rojo, para distinguir si ah¨ª hay un portavoz republicano o uno dem¨®crata. Tambi¨¦n pululan los rostros m¨¢s populares, del exalcalde Rudy Giuliani al multimillonario empresario Mark Cuban (due?o del equipo de la NBA Mavericks o la cadena de televisi¨®n AXS), pasando por el ya mencionado Don King. En azul marino, los acad¨¦micos independientes. Y los periodistas van pescando al quien se ofrece para las declaraciones.
El general Keith Kellogg, uno de los militares que apoya a Trump, resum¨ªa la noche de esta forma: "?l es un hombre de negocios que propone su visi¨®n de empresario y de cambio, ella lleva 35 a?os en la pol¨ªtica, y tienen dos visiones diferentes de la vida". "La elecci¨®n ¨Ccontinuaba- es muy f¨¢cil: si quieren que las cosas cambien, deben votar a Trump".
Experiencia frente falta de car¨¢cter presidencial, para los dem¨®cratas; emprendimiento frente a burocracia, para los republicanos. Esas son las disyuntivas que cada partido le plantea al votante.
Don King, con su famosa cazadora vaquera llena de pedrer¨ªa y chapas de con la efigie de Trump, dec¨ªa que el empresario ser¨¢ "un gran presidente" porque es "innovador, duro y quiere triunfar". "Con ¨¦l, Am¨¦rica ser¨¢ un gran pa¨ªs de nuevo", remataba clamando el lema de la campa?a trumpiana. Ali es una de muchas estrellas del boxeo para el que King ¨Cvarias veces demandado- organiz¨® combates. Aquel hombre nacido como Cassius Clay perdi¨® la pelea del siglo, el de hace 35 a?os. Pero el lunes por la noche no hubo ni ¨¦pica ni lona.
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