La justicia peruana condena a Vladimiro Montesinos a 22 a?os de c¨¢rcel
El exasesor de Fujimori es culpable del secuestro y asesinato de tres personas que fueron quemadas en un horno del Ej¨¦rcito
Un tribunal penal en Lima conden¨® el martes a Vladimiro Montesinos, el jefe de facto de las Fuerzas Armadas y exasesor del presidente durante la dictadura de Alberto Fujimori, a 22 a?os de prisi¨®n como autor de un delito de desaparici¨®n forzada de dos estudiantes de la Universidad Nacional del Callao en 1993, Mart¨ªn Roca y Keneth Anzualdo, y el profesor Justiniano Najarro, secuestrado ese mismo a?o. La Segunda Sala Penal Liquidadora de Lima calific¨® los hechos como crimen de lesa humanidad. La sentencia indica que est¨¢ probado que las v¨ªctimas fueron detenidas y llevadas a las celdas en el s¨®tano del Servicio de Inteligencia del Ej¨¦rcito (SIE): all¨ª los torturaron y asesinaron y luego incineraron los cuerpos en el horno del SIE instalado con ese fin. Montesinos ya cumple una condena de 25 a?os.
Adem¨¢s de a Montesinos, la justicia peruana conden¨® el martes a 22 a?os de c¨¢rcel el entonces comandante general del Ej¨¦rcito peruano, Nicol¨¢s Hermoza R¨ªos ¡ªquien, como el exjefe de facto de las Fuerzas Armadas, ya est¨¢ en prisi¨®n por otros cr¨ªmenes¡ª, y a 15 a?os el exjefe de la Direcci¨®n de Inteligencia del Ej¨¦rcito, Jorge Nadal Paiva, quien no asisti¨® a la lectura de sentencia y es reo contumaz. ¡°Nadal asisti¨® a las primeras sesiones del juicio, pero est¨¢ fugado: si lo detienen tendr¨¢ que haber otro juicio oral para su caso, tiene varios otros procesos¡±, explic¨® la abogada Gloria Cano en declaraciones a este diario.
?En agosto de 1993, en plena dictadura de Fujimori, un grupo de efectivos de la Marina allan¨® la casa del estudiante Mart¨ªn Roca para llevarse la grabaci¨®n de una marcha de protesta en la que participaron j¨®venes. Al no encontrarla, lo torturaron y amenazaron de muerte. En octubre, Roca volv¨ªa a su casa en un omnibus y no se supo m¨¢s de ¨¦l. Un amigo suyo, el tambi¨¦n universitario Anzualdo, iba a dar su testimonio en diciembre sobre la desaparici¨®n de su compa?ero de estudios, pero el veh¨ªculo en el que viajaba fue interceptado por supuestos polic¨ªas y desapareci¨®. Tampoco se supo m¨¢s de ¨¦l.
Cano indica que entre las pruebas m¨¢s importantes del caso est¨¢n los cuadernos de ingreso del Servicio de Inteligencia del Ej¨¦rcito. ¡°Las fechas de detenci¨®n e ingreso coinciden con la fecha de desaparici¨®n de los agraviados, aunque no figuren los nombres¡±, apunta. En 2002, una comisi¨®n de investigaci¨®n del Congreso peruano encontr¨® dichos documentos. Los militares identificaban con una clave a los civiles que reten¨ªan en los s¨®tanos del SIE.
En el caso del profesor Najarro, fue acusado ¡ªpor el due?o del local que alquilaba¡ª sin pruebas de ser miembro del grupo terrorista Sendero Luminoso y tras tres a?os preso fue absuelto. Despu¨¦s el asesinato de un exmiembro del Ej¨¦rcito cerca del local, en el que regentaba una panader¨ªa, dos militares allanaron su casa y no encontraron nada, pero se lo llevaron a ¨¦l en un autom¨®vil con rumbo desconocido.
Los familiares de los desaparecidos, que buscaban justicia desde 1993, tuvieron que esperar casi dos d¨¦cadas hasta que se produjese la acusaci¨®n del Ministerio fiscal. En 2012 empez¨® el juicio oral. Ayer, los allegados de las v¨ªctimas indicaron en una conferencia de prensa que la sentencia les ¡°restituye la dignidad y la confianza en la justicia¡±, pero esperan que encuentren los restos de sus seres queridos.
?¡°La sentencia no alude a la b¨²squeda de los restos, pero cuando se mete un cuerpo humano en un horno, no se destruye totalmente. Los restos deben estar enterrados en alg¨²n lugar cerca del SIE. Para solicitar esa diligencia usaremos la nueva ley de la b¨²squeda de desaparecidos¡±, a?adi¨® la letrada abogada Cano.Montesinos ya cumpl¨ªa condena de c¨¢rcel hasta 2026, cuando tendr¨ªa 81 a?os. Con la nueva pena, su salida de prisi¨®n se postergar¨¢ a¨²n m¨¢s.
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