M¨¦xico audita su capacidad para resistir una victoria de Donald Trump
El Gobierno revisa los tratados, escruta los balances de las grandes corporaciones e impone test de stress a los bancos
El incendio ya est¨¢ demasiado cerca. El fen¨®meno Trump mantiene activos sus frentes y la posibilidad de una victoria sigue abierta. Ante este peligro, de consecuencias catastr¨®ficas para M¨¦xico, el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto ha decidido poner en marcha una revisi¨®n general de sus cuentas y estudiar con detalle el alcance real de las amenazas del candidato republicano. Para ello, se han analizado los tratados, sometido a test de stress a los bancos y escrutado los balances de las grandes corporaciones y fortunas familiares del pa¨ªs. El resultado, seg¨²n fuentes oficiales, ha sido que M¨¦xico est¨¢ preparada para resistir al hurac¨¢n, aunque los efectos no ser¨¢n leves. ¡°La victoria de Trump supondr¨ªa una incertidumbre brutal¡±, se?ala un miembro de la c¨²pula gubernamental.
La amenaza es de tal calibre que todo est¨¢ en revisi¨®n. A la auditoria general se ha sumado un an¨¢lisis pormenorizado de las consecuencias que tendr¨ªa el recorte de remesas (15.000 millones de d¨®lares en los primeros siete meses del a?o) y sobre todo, la ruptura del Tratado de Libre Comercio. El Gobierno considera que un Trump victorioso, a pesar de los l¨ªmites que le impondr¨ªan las C¨¢maras, s¨ª tendr¨ªa margen de maniobra para fulminar el acuerdo mediante una decisi¨®n ejecutiva. Frente esta posibilidad, la respuesta que se plantear¨ªa ser¨ªa un recurso ante la Organizaci¨®n Mundial de Comercio. ¡°Ahora bien, que nadie se enga?e, el resultado ser¨ªa malo para los dos¡±, se?ala una alta fuente gubernamental.
Para M¨¦xico s¨®lo hay una salida buena: que gane Hillary Clinton. Con ella al mando, el Ejecutivo de Pe?a Nieto siente que navegar¨ªa por un mar conocido. Habr¨ªa desavenencias, se discutir¨ªan los t¨¦rminos del tratado de libre comercio pero se respetar¨ªan las reglas de juego. ¡°No estamos en contra de una revisi¨®n entendida como una actualizaci¨®n¡±, se?alan la citadas fuentes.
Pero con Trump agigant¨¢ndose en el horizonte todo es distinto. Muro, aranceles, expulsiones, xenofobia. Para M¨¦xico, cuya econom¨ªa es ultradependiente de Washington, ser¨ªa un cataclismo. Los flujos que se ver¨ªan afectados son apabullantes. Estados Unidos no s¨®lo absorbe el 80% de las exportaciones mexicanas sino que es el primer inversor en el pa¨ªs (153.000 millones entre 1999 y 2012). M¨¦xico, a su vez, es el segundo socio comercial de su vecino del norte y el primer destino de las exportaciones de California, Arizona y Texas, as¨ª como el segundo mercado para otros 20 estados. Aproximadamente seis millones de empleos en EEUU dependen de los intercambios con M¨¦xico y cada minuto se comercia un mill¨®n de d¨®lares. Todo ello se ver¨ªa en peligro con el hurac¨¢n Trump.
Este p¨¢nico, de hecho, fue el principal causante de la desastrosa visita del republicano a M¨¦xico a finales de agosto. Un fracaso diplom¨¢tico que acarre¨® la ca¨ªda del hombre fuerte del Gobierno, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. ¡°Ante no hacer nada y actuar, se decidi¨® lo segundo; la idea era que el candidato republicano moderase su discurso y atenuar los riesgos. Eso se logr¨® parcialmente, tanto en lo referente a las expulsiones como al tratado, donde abandon¨® sus primeras tesis maximalistas¡±, se defienden altos funcionarios, aunque admiten que la gesti¨®n de la reuni¨®n fue un desastre.
Tras este intento fallido, el Ejecutivo cambi¨® el rumbo y mir¨® puertas adentro. Test de stress, auditor¨ªas, revisiones jur¨ªdicas. En esta puesta a punto ha recibido la ayuda del Banco de M¨¦xico. Convencido de que el republicano es la mayor amenaza que ahora mismo se cierne sobre la estabilidad monetaria y financiera del pa¨ªs, el gobernador, Agust¨ªn Carstens, ha decidido por cuarta vez en menos de un a?o subir los tipos de inter¨¦s (de 3% al 4,75%) para reforzar el anclaje el peso. Es un muro de contenci¨®n importante, seg¨²n admiten los especialistas, pero demasiado d¨¦bil y parcial para hacer frente al tsunami que supondr¨ªa ver entrar en la Casa Blanca al multimillonario. Y la divisa tampoco atraviesa su mejor momento. En dos a?os ya se ha depreciado un 40% y a mediados de septiembre, bajo la presi¨®n electoral estadounidense, lleg¨® a ser la moneda m¨¢s vapuleada del mundo y super¨® el m¨ªnimo hist¨®rico de los 20 pesos el d¨®lar.
En este universo tan vol¨¢til, el Gobierno mexicano ha elegido una estrategia de distancia prudente con Trump. Escaldados por la visita del multimillonario, no quieren entrar en la batalla electoral. Y mucho menos darle la oportunidad de lucir su demagogia contra Clinton a costa de M¨¦xico. ¡°Desde luego que hay conciencia de todo lo que tenemos en nuestra mano para combatir o reaccionar si gana Trump, pero tampoco consideramos prudente, inteligente o ¨²til, utilizarlo nosotros como si estuvi¨¦semos en campa?a; es decir, contestar cada una de sus bravatas¡±, ha se?alado el subsecretario para Am¨¦rica del Norte, Paulo Carre?o King.
Las cartas ya est¨¢n echadas. El deseo evidente, aunque silenciado por motivos diplom¨¢ticos, es que gane Clinton. Pero la desconfianza est¨¢ ah¨ª. Grande y poderosa. Lo que hace un a?o parec¨ªa imposible ahora es realidad. En este momento s¨®lo hay dos personas en el mundo que pueden ser presidentes de Estados Unidos. Y una de ellas es el vociferante Trump. El flagelo del M¨¦xico.
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