Nicaragua cierra el paso a los africanos que sue?an con EE UU
El Gobierno sandinista env¨ªa fuerzas antidisturbios para expulsar a los migrantes que intentan cruzar desde Costa Rica
La calma que domina la playa de Masapa, un id¨ªlico paisaje tropical localizado en el litoral del Pac¨ªfico de Nicaragua, se quebr¨® el domingo, cuando una lancha que trasladaba a m¨¢s de 25 migrantes africanos encall¨® en sus costas.
Eran transportados por los coyotes¡ªtraficantes de personas¡ª, que los hab¨ªan recogido en Costa Rica con la promesa de llevarlos a Honduras y as¨ª sortear a las autoridades fronterizas nicarag¨¹enses. Pero los migrantes fueron dejados a su suerte en la playa virgen, solo frecuentada de vez en cuando por pescadores locales. Varios de ellos alertaron a los vecinos del pueblo m¨¢s cercano, El Tamarindo, de donde acudi¨® gente a la playa para socorrerles. Los migrantes estaban sedientos, insolados, algunos gravemente enfermos.
Los trasladaron hasta la iglesia evang¨¦lica de la localidad, un cobertizo sin mayores pretensiones que una mesa con una Biblia y un micr¨®fono para el serm¨®n religioso, y ah¨ª les ofrecieron s¨¢banas, pan y agua. La pesadilla lleg¨® horas despu¨¦s, cuando un grupo de antidisturbios asalt¨® el templo con la finalidad de expulsarlos hacia territorio costarricense. Los vecinos montaron en c¨®lera y se enfrentaron a los oficiales. Estos respondieron lanzando bombas lacrim¨®genas y disparando. Golpearon a los migrantes y les subieron a los autobuses que los llevar¨ªan de regreso a Costa Rica.
Entonces la indignaci¨®n explot¨® en El Tamarindo. ¡°A m¨ª un polic¨ªa me amenaz¨® y me dijo que no ten¨ªa derecho de ir a ayudar a los negros¡±, relata con rabia Ana Julia Jim¨¦nez, habitante del poblado. ¡°Todos somos sandinistas, pero por eso que han hecho, nadie les va a dar el voto¡±, dice otro vecino, Marco Parrales. Nicaragua celebrar¨¢ comicios presidenciales a inicios de noviembre, en un proceso catalogado como ¡°farsa¡± por la oposici¨®n y en el que Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, participan como ¨²nico tique electoral importante.
Unos 4.000 migrantes aguardan cruzar de forma ilegal la frontera hacia Nicaragua rumbo a Estados Unidos. Esperan meses en campamentos improvisados en Costa Rica. Proceden de Congo, Senegal, Togo, pero tambi¨¦n de Hait¨ª. Huyen de sus propios horrores para toparse con el Ejecutivo sandinista, que ya en noviembre de 2015 devolvi¨® a Costa Rica a m¨¢s de 1.000 cubanos que cruzaban Am¨¦rica Central en busca del sue?o americano. Obra de un Gobierno que se autoproclama ¡°cristiano, socialista y solidario¡±. ¡°?D¨®nde est¨¢ el amor y la paz que pregona? ?Que dejen pasar a esta gente!¡±, protesta Tirsa D¨¢vila, habitante de El Tamarindo.
La muerte acecha a estos migrantes. En agosto, 10 de ellos murieron ahogados cuando cruzaban un r¨ªo cerca de la frontera con Costa Rica. El Gobierno de Nicaragua call¨® sobre esa tragedia. Y tambi¨¦n calla sobre las redes de coyotes?que en el camino les roban, violan a las mujeres y golpean a los hombres.
En septiembre pasado el Gobierno apres¨® a la maestra Nilamar Alem¨¢n, acus¨¢ndola de trata de personas. Alem¨¢n hab¨ªa ayudado a Neohamo Zephirin, una mujer de 27 a?os originaria de Rep¨²blica del Congo, quien lleg¨® exhausta hasta la casa de la maestra en San Juan del Sur, una comunidad tur¨ªstica en las costas del Pac¨ªfico de Nicaragua. Su detenci¨®n gener¨® una ola de indignaci¨®n nacional y las autoridades tuvieron que decretar los arrestos domiciliarios. "Para las leyes del pa¨ªs no fue bueno dar amor. Ojal¨¢ que nunca despreciemos dar amor¡±, agreg¨® la bautizada en Nicaragua como "maestra solidaria".
¡°Criminalizar es un mensaje para callar los sentimientos que han expresado los habitantes con esos ciudadanos del mundo. Es peligroso para el r¨¦gimen que se rompa ese fr¨¢gil muro de contenci¨®n¡±, explica Gonzalo Carri¨®n, director jur¨ªdico del Centro Nicarag¨¹ense de Derechos Humanos. ¡°La poblaci¨®n va a continuar ayudando, ya sea de manera abierta o clandestina¡±, asegura Martha Cranshaw, coordinadora de NicasMigrante, una organizaci¨®n de solidaridad con los migrantes. Estos
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