Un diputado de la izquierda alemana se enfrenta a dos a?os de prisi¨®n por ¡®traficar¡¯ con un migrante

"No fue un acto premeditado, fue una acci¨®n espont¨¢nea", explica al tel¨¦fono desde Baja Sajonia, al noroeste del pa¨ªs.?Dehm, figura conocida y reconocida en la izquierda comunitaria ¡ªmilit¨® en los socialistas alemanes y dirigi¨® las juventudes progresistas en Europa¡ª, asegura que no recibi¨® dinero por parte de Michael (nombre ficticio), lo que le libra de cualquier tipo de infracci¨®n. "Actu¨¦ sin pensar en conspiraci¨®n alguna", sostiene. Pero el caso es que algo se movi¨® en el interior del diputado y decidi¨® actuar como actu¨® y, de alguna forma, dar ejemplo al resto de la sociedad.?

Tan solo en 2015, algo?mas de un mill¨®n de personas llegaron a Alemania. Pero a¨²n muchas quedan varadas en Grecia y tambi¨¦n en Italia esperando poder continuar el camino al norte o simplemente esperando a una m¨¢s que probable deportaci¨®n. Alemania ya ha conseguido devolver a 50.000 migrantes que hab¨ªa en su territorio y Suecia, otro de los pa¨ªses que m¨¢s presi¨®n migratoria ha recibido, planea echar a 150.000 el a?o que viene.

Por eso Dehm, de 66 a?os, acudi¨® a un campo de refugiados en Italia ¡ªno especifica la localidad ya que considera que ser¨ªa "facilitar el trabajo de la acusaci¨®n porque necesitan hechos y datos que a¨²n no tiene", repite avispadamente¡ª, convers¨® con Michael, un joven cuya nacionalidad Dehm tampoco quiere desvelar "de menos de 20 a?os" y se lo llev¨® a su casa del Lago Maggiore (a unos 100 kil¨®metros al norte de Mil¨¢n, casi en Suiza). "Ten¨ªa un claro d¨¦ficit de sue?o. Durmi¨® durante unas 25 horas", ilustra a¨²n con asombro. El alem¨¢n, al ver que el joven no significaba un peligro para la sociedad ¡ª"no era terrorista ni ladr¨®n y quer¨ªa aprender nuestra lengua y nuestra cultura", asegura¡ª decidi¨® ayudarle en su traves¨ªa a la UE. "No me pag¨®", repite. "Yo le di un poco de dinero al llegar aqu¨ª [Alemania]", admite aunque no quiere especificar ni cu¨¢nto le entreg¨®, ni d¨®nde se despidieron para no encontrarse nunca jam¨¢s.

Dehm est¨¢ convencido y hasta orgulloso de su actitud con el joven africano con el que se comunicaba en ingl¨¦s. "No es bueno lo que le est¨¢ pasando y me dijo que cuando en su pa¨ªs ya no haya peligro, volver¨ªa ". Como Michael, 144.950?personas han entrado en Italia a trav¨¦s del mar Mediterr¨¢neo en lo que va de a?o, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM). Y por tan s¨®lo ayudar a uno de ellos, Dehm, diputado en el Bundestag y cercano en su d¨ªa a la Stasi, a pesar de haber nacido en el Oeste, se enfrenta a prisi¨®n. Adem¨¢s, ha renunciado al aforamiento que su grupo parlamentario, Die Linke, le sugiri¨® solicitar al presidente de la c¨¢mara de representantes. "Nunca se lo dar¨ªan a alguien de mi partido". Y tampoco quiere luchar por ella, asegura. "Si evito la c¨¢rcel sin aforamiento, significa que cualquier persona puede hacer lo mismo que hice yo", cierra.