¡°Trump empez¨® a besarme y me puso la mano en los pechos¡±

Zervos particip¨® en la temporada 5 de The Apprentice, donde fue ¡°despedida¡± seg¨²n la din¨¢mica del concurso. En 2007, durante un viaje a Nueva York contact¨® con Trump, a quien quer¨ªa pedirle trabajo. ?l la recibi¨® en su despacho, elogi¨® sus capacidades. La bes¨® en los labios al recibirla y al irse. Ella se lo cont¨® a sus padres y a una amiga. La abogada afirma que esas personas corroboran que se lo cont¨®.

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Se volvieron a encontrar en Los ?ngeles, donde quedaron para lo que ella cre¨ªa que iba a ser una cena de trabajo. Se encontr¨® con que Trump la recibi¨® en un bungal¨®. ¡°Vino hacia m¨ª y empez¨® a besarme con la boca abierta al tiempo que tiraba de m¨ª hacia ¨¦l. Me alej¨¦ y me sent¨¦ en una silla. ?l se sent¨® frente a m¨ª e hice un intento de empezar una conversaci¨®n. Entonces me pidi¨® que me sentara junto a ¨¦l. Lo hice. Me agarr¨® por el hombro y empez¨® a besarme muy agresivamente y me puso la mano en el pecho. Me separ¨¦ y fui al otro lado de la habitaci¨®n. Entonces vino, me agarr¨® la mano y me llev¨® al dormitorio¡±.

All¨ª se repiti¨® una escena similar, en la que ella intentaba empujarle mientras ¨¦l la abrazaba y se tocaba los genitales. Cuando qued¨® claro que ella no quer¨ªa seguir, ¨¦l acept¨® sentarse a cenar. ¡°Actuaba como si estuviera muy enfadado¡±. La situaci¨®n se convirti¨® entonces en una conversaci¨®n de negocios. M¨¢s adelante, Trump le ofreci¨® un trabajo que ella no consideraba adecuado. Ella sigui¨® buscando un trabajo en las empresas de Trump.

El comportamiento descrito por Zervos es coherente con el que ya han relatado al menos otras cuatro mujeres. Primero, dos en The New York Times, en una historia de la que Trump exigi¨® rectificaci¨®n. Este mismo viernes, otra mujer, Kirstin Anderson, declaraba en The Washington Post que Trump la manose¨® por debajo de la falda en un club en Manhattan. Adem¨¢s, una reportera de la revista People, Natasha Stoynoff, ha hecho tambi¨¦n p¨²blica una experiencia parecida con Trump.

En el despacho de Allred, una de las abogadas feministas m¨¢s conocidas de Estados Unidos, la prensa se agolpaba para escuchar el relato como en las grandes ocasiones que ha vivido esta firma. Entre ellas, est¨¢n los casos contra Bill Cosby, contra Tiger Woods o contra Michael Jackson por su comportamiento sexual. Este viernes all¨ª se estaba hablando del candidato republicano a la Casa Blanca, a menos de un mes de las elecciones.

En cualquier elecci¨®n presidencial anterior una sola de estas acusaciones ten¨ªa el poder de destruir una carrera. La cascada de acusaciones contra Trump tiene origen en el v¨ªdeo publicado el pasado viernes por The Washington Post en el que se le oye haciendo comentarios obscenos en un micr¨®fono abierto durante una grabaci¨®n del programa Access Hollywood. En esa grabaci¨®n, se oye a Trump decir que no se puede contener cuando ve una mujer guapa, que tiene que besarla. Y tambi¨¦n que ¡°cuando eres una estrella¡± te dejan hacerles cualquier cosa, como ¡°agarrarlas del co?o¡±.

La raz¨®n de que estas mujeres hayan salido ahora a relatar estos hechos, dec¨ªa este viernes la abogada Allred, es porque vieron a Donald Trump negar categ¨®ricamente durante el debate del domingo que ese sea su comportamiento con las mujeres o que alguna vez haya hecho algo as¨ª. ¡°Esa negaci¨®n, en mi opini¨®n, es lo que ha provocado lo que est¨¢ pasando ahora¡±, dijo Allred.