La ¨²ltima batalla del califato
La batalla de Mosul ya ha empezado. Unos 25.000 soldados iraqu¨ªes, peshmergas kurdos y algunos centenares de instructores estadounidenses han empezado el asalto a la mayor ciudad controlada por el autodenominado Estado Isl¨¢mico de Irak y Siria (ISIS). Esta ser¨¢ probablemente la ¨²ltima gran batalla del califato terrorista, en pleno retroceso en todos los territorios que controlaba, tanto en Siria como en Irak.
Lo ha anunciado el primer ministro iraqu¨ª Haider Al Abadi, mientras decenas de tanques avanzaban ya por la llanura de N¨ªnive y la artiller¨ªa empezaba a machacar las defensas desde la primera hora de hoy lunes, seg¨²n ha contado la BBC. Les esperan entre 3000 y 4000 combatientes yihadistas, que han controlado dos a?os la ciudad y se han enfrentado a los intentos de resistencia. Hay opiniones divididas sobre su capacidad para aguantar la embestida del Gobierno de Al Abadi, desde quienes cuentan con dos o tres meses de combates hasta quienes piensan que los yihadistas huir¨¢n hacia el desierto con los primeros enfrentamientos.
La instalaci¨®n del ISIS en Mosul en el verano de 2014 signific¨® el control de los campos de petr¨®leo de la regi¨®n, que serv¨ªan para financiar los ej¨¦rcitos terroristas y permiti¨® la proclamaci¨®n del califato por parte de Abu Bakr Al Bagdadi, desde el p¨²lpito de la gran mezquita, el gesto simb¨®lico que sirvi¨® de gesto propagand¨ªstico para difundir el proyecto de crear un nuevo Estado regido por la m¨¢s estricta shar¨ªa sobre las fronteras de Siria e Irak y en guerra abierta contra el chiismo y contra occidente.
El ISIS se halla en retroceso en todos los frentes. Ha perdido el control de la frontera con Turqu¨ªa, por donde entraban la mayor parte de los combatientes extranjeros. Ha sido desalojado de numerosas ciudades como Faluja y Ramadi en Irak y ahora mismo Daqib en Siria, donde la mitolog¨ªa yihadista localiza la batalla final contra los infieles, aunque le queda todav¨ªa Raqqa, que declar¨® su capital y permanece todav¨ªa en parte de Aleppo, donde sirve de excusa para la destrucci¨®n de la ciudad por la aviaci¨®n rusa.
El califato est¨¢ propiamente derrotado y solo falta su desalojo de Mosul para que quede rubricada su derrota. Eso no significa ni que la guerra termine ni que sus ideas no sigan rigiendo en buena parte de la regi¨®n. Esta es una guerra por procuraci¨®n, en la que se enfrentan en primer t¨¦rmino Arabia Saud¨ª e Ir¨¢n, en contra y a favor del r¨¦gimen de El Asad, e incluso en segundo plano Rusia y Estados Unidos, con Turqu¨ªa librando su peculiar contienda contra los kurdos.
El mito del califato, por su parte, no morir¨¢ con la pr¨®xima desaparici¨®n del ISIS como estructura de poder en las regi¨®n, entre otras cosas porque buena parte de las ideas sobre las que se ha construido tienen gran popularidad en muchos pa¨ªses isl¨¢micos e incluso son doctrina oficial en pa¨ªses como Arabia Saud¨ª. El cap¨ªtulo m¨¢s preocupante de la posguerra, sin embargo, ser¨¢ el de los ex combatientes que regresar¨¢n a sus pa¨ªses, y tambi¨¦n a Europa, donde buscar¨¢n cualquier oportunidad para proseguir su guerra santa contra occidente aunque no tengan ya un territorio donde asentarse.
http://www.nytimes.com/interactive/2016/06/18/world/middleeast/isis-control-places-cities.html?_r=0
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