Las promesas de Pe?a Nieto sobre refugiados

Casi nunca se espera que un discurso en una cumbre de l¨ªderes mundiales sea siquiera ligeramente memorable. Dichas expectativas eran el doble de pesimistas de cara a las cumbres presidenciales y de Naciones Unidas que se organizaron en Nueva York el mes pasado para abordar la crisis de refugiados. Con raz¨®n, estas reuniones fueron criticadas y calificadas como una decepci¨®n incluso antes de que comenzaran.

Sin embargo, para sorpresa de muchos, el presidente de M¨¦xico, Enrique Pe?a Nieto, pronunci¨® un discurso que son¨® como si de repente hubiese descubierto al defensor de derechos humanos que llevaba dentro.

La sorpresa fue tal porque la presidencia de Pe?a Nieto se ha visto marcada -y empa?ada- por errores flagrantes y promesas incumplidas en materia de derechos humanos. Un famoso ejemplo es la mala gesti¨®n que ha llevado a cabo el gobierno de la investigaci¨®n sobre la desaparici¨®n de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa cuando se dispon¨ªan a viajar a una manifestaci¨®n en Ciudad de M¨¦xico. Ayotzinapa no es, de ninguna manera, un caso ¨²nico: el gobierno de Pe?a Nieto no ha investigado adecuadamente innumerables otros casos de desapariciones forzadas y otros abusos a manos de las fuerzas de seguridad a lo largo de los ¨²ltimos diez a?os. Tatlaya, Tanhuato, Apatzigan¡­ y as¨ª contin¨²a una larga lista donde cada lugar es sin¨®nimo de escenas de terrible brutalidad.

Cada vez que ha sido encarado con este lamentable historial, el Gobierno de Pe?a Nieto se ha limitado a atacar al mensajero, incluso trat¨¢ndose de autoridades respetadas como el relator especial sobre la tortura de la ONU.

A diferencia de muchos l¨ªderes mundiales, Pe?a Nieto se pronunci¨® en¨¦rgicamente a favor de la salvaguardia de los derechos de los refugiados y los migrantes

Entonces, ?por qu¨¦ fue destacable el discurso de Pe?a Nieto durante las cumbres?

A diferencia de muchos l¨ªderes mundiales, que utilizaron las cumbres para reivindicar un retroceso en las protecciones existentes para los refugiados, Pe?a Nieto se pronunci¨® en¨¦rgicamente a favor de la salvaguardia de los derechos de los refugiados y los migrantes. El presidente anunci¨® que M¨¦xico reforzar¨¢ sus procedimientos de reconocimiento de la condici¨®n de refugiado y desarrollar¨¢ ¡°alternativas para evitar la detenci¨®n administrativa de los solicitantes de refugio, en particular de ni?as y ni?os¡±.

Estas ser¨ªan iniciativas muy positivas, si realmente se las tomase en serio. Tenemos todos los motivos para ser esc¨¦pticos, porque supondr¨ªan un alejamiento significativo de la pr¨¢ctica establecida.

El gobierno mexicano estima que aproximadamente unas 400.000 personas entran en M¨¦xico de manera irregular cada a?o. Muchos vienen de Am¨¦rica Central, huyendo de la persecuci¨®n y la violencia en El Salvador, Honduras y Guatemala, como muestra un nuevo informe de Amnist¨ªa Internacional. La mayor¨ªa de quienes entran en contacto con las autoridades inmigratorias son deportados r¨¢pidamente, sin que se lleve a cabo apenas ning¨²n esfuerzo por evaluar si necesitan protecci¨®n internacional.

Tomemos como ejemplo el trato de los ni?os no acompa?ados, un grupo en el que el presidente se centr¨® en su discurso.

Las autoridades migratorias de M¨¦xico aprehendieron a m¨¢s de 20.000 ni?os no acompa?ados procedentes de estos tres pa¨ªses en 2015, y a 7.800 en la primera mitad de 2016, deteniendo a la gran mayor¨ªa. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados estim¨® que, posiblemente, hasta la mitad de ellos tendr¨ªan fuertes argumentos para calificar como refugiados y recibir asilo.

La Comisi¨®n Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) s¨®lo reconoci¨® a 44 ni?os no acompa?ados como refugiados en 2015, y a 48 en los primeros seis meses de 2016. Eso es menos del uno por ciento del n¨²mero total de ni?os no acompa?ados detenidos en cada uno de estos per¨ªodos.

Como arroja la evidencia de una investigaci¨®n de un a?o para Human Rights Watch, un factor importante que explica esta discrepancia es la cultura de la autoridad migratoria de M¨¦xico, muy centrada en el cumplimiento de la ley hace que muchos agentes est¨¦n mal preparados y poco dispuestos a evaluar las necesidades de protecci¨®n de los ni?os, por lo que est¨¢n m¨¢s enfocados en la detenci¨®n y la deportaci¨®n.

Si su Gobierno hace realidad la visi¨®n que expuso (Pe?a Nieto), podr¨ªa hacer una gran diferencia en las vidas de los migrantes que huyen de la violencia en Am¨¦rica Central

Si realmente son llevados a cabo, los compromisos que Pe?a Nieto anunci¨® abordar¨¢n algunas de estas deficiencias. En particular, cualquier reducci¨®n en el uso pr¨¢cticamente sistem¨¢tico que hace M¨¦xico de la detenci¨®n migratoria para los ni?os supondr¨ªa un gran avance para asegurar que los m¨¢s necesitados de protecci¨®n tengan un acceso efectivo a ella.

El presidente Pe?a Nieto dijo las palabras adecuadas en su discurso de la cumbre. Si su Gobierno hace realidad la visi¨®n que expuso, podr¨ªa hacer una gran diferencia en las vidas de los migrantes que huyen de la violencia en Am¨¦rica Central. Si no, ser¨¢ otra promesa incumplida de un presidente que hasta ahora no se ha tomado muy en serio muchas de las obligaciones de derechos humanos de su Gobierno.

Michael Bochenek es el asesor jur¨ªdico principal de la Divisi¨®n de Derechos del Ni?o de Human Rights Watch