El Rubic¨®n del chavismo
Las conversaciones entre Gobierno y Vaticano, que celebraron una primera sesi¨®n apenas m¨¢s que para verse las caras, dan un respiro a Maduro
Venezuela llevaba tiempo viviendo al borde de la ruptura definitiva y violenta entre oposici¨®n y Gobierno chavista. El enfrentamiento iba carg¨¢ndose desde que el poder anunci¨® que se aplazaban sine die las elecciones regionales, con lo que elud¨ªa una probable nueva victoria de la oposici¨®n; ya en octubre se produc¨ªa la declaraci¨®n oficial de que este a?o no habr¨ªa revocatorio -la votaci¨®n que, de aprobarse, pondr¨ªa fin a la presidencia de Nicol¨¢s Maduro-; y acto seguido el legislativo, dominado por los antichavistas, iniciaba el proceso legal para la destituci¨®n del presidente.
Entre acusaciones oficialistas de que el antichavismo quer¨ªa dar un golpe de Estado y de la oposici¨®n de que el Gobierno ya lo hab¨ªa dado, s¨ª que se produc¨ªa un golpe, pero de efecto. El Vaticano mediaba para que las partes se reunieran a dialogar-negociar, y tras una negativa a coro de la oposici¨®n surg¨ªan las divisiones que siempre han existido entre maximalistas y contemporizadores, estos ¨²ltimos poco dispuestos a quedar mal ante el mundo haci¨¦ndole un feo al Papa. ?Ha calculado bien Bergoglio d¨®nde se mete?
Las conversaciones, que celebraron una primera sesi¨®n apenas m¨¢s que para verse las caras, dan un respiro al chavismo, cuya m¨¢xima preocupaci¨®n es que no haya revocatorio antes del pr¨®ximo 10 de enero porque, si ganara la oposici¨®n Maduro tendr¨ªa que dejar la presidencia, mientras que de organizarse el a?o que viene lo peor para el poder ser¨ªa que tuviera que resignar la alta magistratura en uno de sus vicepresidentes, con lo que de nuevo el Gobierno dilatar¨ªa la pugna. Pero no es coherente que, con conversaciones o sin ellas, el chavismo acepte lo que hoy parece un suicidio electoral.
En Venezuela no hay una institucionalidad, sino dos. Una, democr¨¢tico-occidental, que es a la que leg¨ªtimamente se atiene la MUD, en la que est¨¢ mal encuadrada toda la oposici¨®n, y otra, bolivariana, que se superpone a la anterior como un instrumento de casaci¨®n permanente de cualquier decisi¨®n que tome la Asamblea Nacional. Es el Estado Comunal, por otro nombre m¨¢s perfumado, el Socialismo del Siglo XXI, que un d¨ªa estaba previsto que reemplazara a la institucionalidad democr¨¢tica occidental. Y el mazazo siguiente ser¨ªa la proscripci¨®n de la Asamblea, limpiamente elegida en diciembre pasado. Y como todo el mundo se siente mejor si cree en lo que hace, es esa institucionalidad ad hoc la que permite que los dirigentes chavistas se sientan con derecho a recurrir a cualquier estratagema para preservar la revoluci¨®n.
La oposici¨®n parece hoy vocalmente unida en que todo ha sido un aplazamiento, poco m¨¢s que una cortes¨ªa para con la Santa Sede, y que si el poder no da pasos sustanciales como la liberaci¨®n de los ¡®presos pol¨ªticos¡¯, de los que han salido ya seis pero de peso menor, la agitaci¨®n en la calle se reanudar¨¢ el viernes 11, con la aplazada marcha sobre el palacio de Miraflores. El Rubic¨®n chavista -acabar con el ¨²ltimo vestigio de legalidad- est¨¢ de nuevo a la vista, pero a¨²n falta dar la ¨²ltima zancada.
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