Trump interrumpe su campa?a para inaugurar un hotel en Washington

A menos de dos semanas de unas elecciones que seg¨²n todos los sondeos se le escapan, el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, hizo este mi¨¦rcoles un alto en su campa?a para inaugurar su ¨²ltimo proyecto inmobiliario, un hotel en pleno Washington. No es la primera vez que el magnate es cuestionado por mezclar intereses pol¨ªticos con sus negocios.

El expresidente de la C¨¢mara de Representantes Newt Gingrich y el senador Jeff Sessions, dos de los mayores defensores del empresario aspirante a presidente que ha presentado su programa pol¨ªtico como un ¡°contrato con los estadounidenses¡±, quisieron darle un toque electoral al acto afirmando que el hotel es una muestra m¨¢s de unos ¨¦xitos empresariales que Trump quiere extender a la pol¨ªtica. El lema colocado ante el podio donde habl¨® Trump celebraba que el hotel fue remodelado por un coste ¡°por debajo de lo presupuestado¡± y en un tiempo ¡°antes de lo previsto¡±. El propio magnate asegur¨® en su discurso que se trata de ¡°una met¨¢fora de lo que podemos hacer por el pa¨ªs¡±.

Pero la imagen que dej¨® el republicano, que tras destacar las virtudes de su hotel cort¨® ceremoniosamente, rodeado de su familia, una cinta en el lujoso lobby, fue la de un empresario que aprovecha el tir¨®n medi¨¢tico de su carrera pol¨ªtica para promover negocios propios. Por un lado porque Washington no es un territorio disputado electoralmente. Pero sobre todo, porque no es la primera vez el magnate, que en los ¨²ltimos d¨ªas ha reprochado al presidente Barack Obama que use tiempo de su presidencia para hacer campa?a por la dem¨®crata Hillary Clinton, mezcla sus intereses privados con los pol¨ªticos, algo que sin embargo ha prometido separar si llega a la Casa Blanca.

Trump lanz¨® su campa?a bajando las escaleras mec¨¢nicas de uno de sus edificios emblem¨¢ticos en Nueva York, y desde entonces no ha parado de convocar actos y ruedas de prensa en instalaciones suyas: su lujoso resort en Florida, Mar-a-Lago, campos de golf en el pa¨ªs y hasta en Escocia o el propio hotel que ahora ha inaugurado de forma oficial. En sus discursos son habituales las referencias a productos o empresas suyos o de sus hijos, como la l¨ªnea de moda de Ivanka Trump, lo que ha llevado a algunos medios, como Politico, a calificar sus actos de ¡°infocomerciales¡±.

La invitaci¨®n al evento del mi¨¦rcoles no ten¨ªa ning¨²n mensaje pol¨ªtico, limit¨¢ndose a presentar la ¡°gran inauguraci¨®n del hotel Trump¡± en Washington. El folleto que se entreg¨® a invitados y periodistas que se agolparon a la entrada del acto solo hac¨ªa referencia a las instalaciones y al lujoso proceso de renovaci¨®n de la antigua sede de Correos, un edificio hist¨®rico de la capital estadounidense situado a unos centenares de metros de la Casa Blanca y con vista directa al Capitolio.

Trump lleg¨® hasta su nuevo hotel capitalino procedente de Florida, un Estado clave en las elecciones del 8 de noviembre y donde el magnate tambi¨¦n tiene intereses comerciales. La v¨ªspera, arrastr¨® con poco tiempo de antelaci¨®n a la prensa a otro de sus negocios, un campo de golf en Doral, en las afueras de Miami.

Trump consider¨® ¡°insultante¡± que una periodista de la CNN le cuestionara que interrumpiera su campa?a para inaugurar el hotel en Washington con la intensa campa?a que ha venido realizando y dijo que con su presencia quer¨ªa apoyar los esfuerzos de sus hijos, que trabajan en sus negocios inmobiliarios. Pero no todo parece ser orgullo de padre. Tal como recuerda Politico, la ley de financiaci¨®n de campa?as exige que estas paguen por el uso de propiedades, aunque sean las del propio candidato. Es decir, que cada vez que el republicano usa una habitaci¨®n de hotel, aunque sea suyo, o celebre un acto de campa?a all¨ª, como las ruedas de prensa que ha dado en sus resorts, Trump hace caja propia. Seg¨²n el diario online, hasta septiembre la campa?a hab¨ªa gastado m¨¢s de 200.000 d¨®lares en gastos diversos en los campos de golf del magnate, incluso aunque, como el martes, el acto se limitara a hacerse una foto con empleados sonrientes y a alardear de las bondades de la propiedad.