El l¨ªder revolucionario chileno halla justicia tras 42 a?os
Los tribunales procesan a cinco agentes de la polic¨ªa secreta de Pinochet por el homicidio del fundador del MIR, Miguel Enr¨ªquez
Los tribunales chilenos por primera vez en 42 a?os han levantado cargos contra los responsables de la muerte del l¨ªder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enr¨ªquez, asesinado el 5 de octubre de 1974 por agentes de la polic¨ªa secreta del dictador Augusto Pinochet. El magistrado Mario Carroza, que tiene en sus manos varias investigaciones simb¨®licas de violaciones a los derechos humanos, proces¨® por homicidio calificado a Miguel Krassnoff, C¨¦sar Manr¨ªquez, Teresa Osorio, Ricardo Lawrence y Rodolfo Concha, todos miembros de la extinta Direcci¨®n Nacional de Inteligencia (DINA). En el escrito judicial, que ha sido catalogado de hist¨®rico, Carroza entrega detalles in¨¦ditos de la masacre y desestima la versi¨®n oficial que estableci¨® por cuatro d¨¦cadas que Enr¨ªquez hab¨ªa muerto en medio de un enfrentamiento.
¡°Las diligencias y la informaci¨®n acumulada durante el desarrollo de esta investigaci¨®n han permitido sostener que el aludido enfrentamiento no existi¨® y, por el contrario, se advierte una preparaci¨®n centrada en el operativo de detenci¨®n, tanto por el seguimiento como por las vigilancias permanentes del sector, que permitieron determinar con antelaci¨®n su ubicaci¨®n, permitiendo que la brigada a cargo de las indagaciones y represiones del MIR preparara el lugar, planificara su detenci¨®n y tomara la decisi¨®n de eliminarle, para lo cual el lugar fue cercado con antelaci¨®n por los jefes operativos y comunicado a los canales respectivos de la direcci¨®n de la instituci¨®n, y aprobada por ¨¦sta el objetivo¡±, relat¨® el magistrado Carroza en el auto de procesamiento.
Miguel Enr¨ªquez era padre del dirigente pol¨ªtico y candidato presidencial Marco Enr¨ªquez-Ominami, que reaccion¨® a la noticia a trav¨¦s de Twitter: ¡°Reparaci¨®n hist¨®rica en el camino hacia la verdad y justicia para Miguel Enr¨ªquez, pasaron 42 a?os para levantar cargos contra su asesino¡±.
Miguel Enr¨ªquez era padre del dirigente pol¨ªtico y candidato presidencial Marco Enr¨ªquez-Ominami
L¨ªder del MIR, el movimiento que propon¨ªa el camino armado en Chile, era m¨¦dico de profesi¨®n y ten¨ªa 30 a?os al momento de su asesinato. Luego del golpe de Estado de septiembre de 1973 fue una de las figuras de la oposici¨®n que eran buscadas con mayor intensidad por las fuerzas represivas. Desde ese momento y hasta su muerte, Enr¨ªquez vivi¨® en la clandestinidad.
De acuerdo al relato del juez, el homicidio se produjo el 5 de octubre de 1974, en una vivienda de calle Santa Fe del municipio de San Miguel, en la capital chilena. En la casa se hallaba Enr¨ªquez junto a su pareja, Carmen Castillo Echeverr¨ªa, embarazada de seis meses, junto a otros dos integrantes del MIR, Jos¨¦ Bordas Paz y Humberto Sotomayor Salas. Cerca de la una de la tarde, concluye el magistrado, el recinto fue atacado por agentes de la DINA, que llegaron al lugar en varios coches. ¡°Previamente le habr¨ªan efectuado seguimientos que les permitieron ubicar su domicilio¡±, describe Carroza.
¡°Los agentes sin advertencia alguna comienzan a disparar contra el domicilio, ante lo cual la v¨ªctima y los otros habitantes del inmueble deciden responder desde el interior¡±, se?ala el relato judicial. ¡°Pero ante la imposibilidad de hacerle frente a sus atacantes, Miguel Enr¨ªquez encontr¨¢ndose herido intenta escapar por las techumbres de las casas colindantes, una vez que se asegura de la suerte de Carmen Castillo, pero ello lleva a que los agentes le esperaran y lo abatieran en el lugar¡±.
El magistrado detalla la causa de muerte: ¡°Heridas de bala facio-cr¨¢neo-encef¨¢licas, esto es, un proyectil penetra por el ¨¢ngulo interno del ojo izquierdo y sale por el lado derecho de la nuca, el otro penetra por la mejilla y queda incrustado en la parte alta de la columna vertical¡±. Adicionalmente, establece Carroza, ¡°se le efect¨²a un disparo con orificio de penetraci¨®n en la regi¨®n abdominal, media inferior, cuya trayectoria se dirige hacia atr¨¢s y abajo, quedando el proyectil en la regi¨®n perianal¡±. En total fueron nueve balas: ¡°Otro proyectil penetra cercano al ombligo y no se introduce en la cavidad abdominal. Por la deformaci¨®n de este proyectil y su retenci¨®n a nivel abdominal, se estima que corresponde a un proyectil que ha hecho impacto corporal despu¨¦s de rebote. Se trata de disparos estimados de larga distancia en Medicina Legal¡±.
De acuerdo a la informaci¨®n oficial entregada por el organismo de seguridad, Miguel Enr¨ªquez falleci¨® en el patio de la casa vecina. Los otros dos compa?eros miristas, Sotomayor y Bordaz, lograron huir del lugar por las techumbres de las casas aleda?as. Carmen Castillo, su pareja, result¨® herida de bala en un brazo.
Entrevistada por la radio chilena Cooperativa, Castillo se?al¨® este jueves desde Par¨ªs: ¡°Me siento orgullosa de ser chilena en este momento¡±. La cineasta, que particip¨® en la reconstituci¨®n de escena hace algunos meses en Santiago, record¨® al hijo que esperaba y que posteriormente perdi¨®: ¡°Los esp¨ªritus protectores hacen que tal vez ese embarazo haya producido algo, humanamente, en tantas personas que me ayudaron. El vecino de la calle Santa Fe que es el que realmente me salva de la muerte, el enfermero y el m¨¦dico del hospital, la persona que me recibe en Urgencias. Hay una cantidad de gestos humanos de solidaridad y de empat¨ªa con el sufrimiento y con los combatientes de la resistencia que se dieron en todo Chile. Tal vez el ni?o me protegi¨®, me gusta pensar eso¡±.
Uno de los procesados, Ricardo Lawrence, se halla pr¨®fugo de la Justicia. Miguel Krassnoff, en tanto, pretend¨ªa obtener la libertad condicional, pese a que es uno de los violadores de los derechos humanos m¨¢s feroces de la dictadura de Pinochet y jam¨¢s ha reconocido sus cr¨ªmenes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.