S¨¦gol¨¨ne Royal: ¡°Incentivar la econom¨ªa verde es un arma m¨¢s poderosa que penalizar¡±

Francia va a celebrar este viernes la entrada en vigor del Acuerdo de Par¨ªs contra el cambio clim¨¢tico con festejos e iluminaciones especiales de algunos de sus m¨¢s emblem¨¢ticos monumentos. Ese acuerdo ha sido un gran ¨¦xito global, pero tambi¨¦n uno de los m¨¢s sonoros de la legislatura socialista francesa, que ha aportado tambi¨¦n una ambiciosa ley de transici¨®n energ¨¦tica. S¨¦gol¨¨ne Royal es la presidenta de la 21? conferencia de las partes (COP21), cargo que hered¨® a principios de a?o del exministro de Exteriores Laurent Fabius. El lunes pr¨®ximo pasa el testigo al ministro de Exteriores marroqu¨ª Salaheddine Mezouar, pero seguir¨¢ implicada en el proceso. A nivel interno, como ministra de Energ¨ªa y Medio Ambiente, puede adjudicarse el ¨¦xito de la ley aprobada el pasado a?o, pero tambi¨¦n los tropiezos.

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Los ecologistas le recriminan que haya renunciado a algunas medidas necesarias para cumplir con el esp¨ªritu de su propia ley. El ¨²ltimo cambio ha sido el de aplazar la tasa al carb¨®n. Las protestas sindicales contra el probable cierre de centrales y la consecuente p¨¦rdida de miles de empleos han sido el detonante. Es un caso que ejemplifica, seg¨²n Royal, ¡°la principal dificultad de la pol¨ªtica medioambiental¡±¡­ ¡°Hay que tener en cuenta el precio de la fase de transici¨®n porque hay asalariados¡±, a?ade en una entrevista concedida este jueves a El Pa¨ªs junto a otros dos peri¨®dicos europeos.

S¨¦gol¨¨ne Royal reh¨²ye el conflicto. Su lema es evitar la ¡°ecolog¨ªa punitiva¡± e incentivar, a cambio, las acciones en favor del medioambiente. La comparaci¨®n entre la entrada en vigor del Protocolo de Kioto (siete a?os desde su aprobaci¨®n hasta su ratificaci¨®n) y la del acuerdo de Par¨ªs (diez meses) le ofrece argumentos. ¡°Hay tres cosas que han cambiado desde entonces¡±, explica. ¡°El escepticismo clim¨¢tico ha reculado, los efectos del calentamiento global son cada vez m¨¢s dram¨¢ticos y afectan ya a grandes potencias, lo que aumenta la conciencia ecol¨®gica, y las grandes empresas han empezado a utilizar la econom¨ªa baja en carb¨®n porque, adem¨¢s, utilizan ya esta econom¨ªa como argumento comercial. A ello se une el hecho de que el precio de la instalaci¨®n de las energ¨ªas renovables se ha dividido por dos en dos a?os¡±.

En este entorno positivo, la ministra que en 2007 fue candidata a la presidencia de la Rep¨²blica frente a Nicolas Sarkozy cree que tanto la ley de transici¨®n energ¨¦tica francesa como la COP21 que se celebr¨® el pasado a?o en Par¨ªs han sido ¡°un mecanismo de aceleraci¨®n¡±. Asegura ahora que percibe en los actores sociales un deseo de cambiar las cosas. ¡°Es raro que ante cambios tan profundos la gente los acepte tan bien. Considera que es bueno para ellos, para el planeta y las generaciones venideras. Es raro en pol¨ªtica y solo ocurre en este terreno¡±¡­ ¡°Vemos que en todas las acciones educativas en los colegios los ni?os se apasionan por esto. Porque todo el mundo sabe que cada cual puede aportar algo. Es formidable. Este es el ¨²nico campo en el que hay esta articulaci¨®n entre los ciudadanos, los poderes locales y los globales¡±¡­ ¡°Es mejor incentivar que penalizar. El incentivo es m¨¢s poderoso porque la gente aporta su propia energ¨ªa¡±.

La ley francesa prev¨¦ reducir el consumo final de energ¨ªa a la mitad en 2050, que las energ¨ªas verdes representen en 2030 el 40 % de la electricidad y que la nuclear represente en el 2025 solo el 50 % de la producci¨®n (ahora es el 75 %), entre otras cosas. Se han fijado importantes subvenciones para renovar los edificios, utilizar veh¨ªculos limpios y la bicicleta, desarrollar instalaciones fotovoltaicas o crear entornos de energ¨ªa positiva. As¨ª es como Francia ha logrado, por ejemplo, que se hayan renovado un mill¨®n de hogares. ¡°Las subvenciones est¨¢n funcionando muy bien¡±, afirma.

En cuanto a los cambios productivos, destaca la velocidad a la que se est¨¢n desarrollando las bater¨ªas de los veh¨ªculos el¨¦ctricos. Se?ala tambi¨¦n la construcci¨®n francesa del primer helic¨®ptero el¨¦ctrico, una primicia mundial, y concluye: ¡°El 60 % de las inversiones francesas se enmarcan ya en la econom¨ªa verde¡±. Es un entorno, en definitiva, que va a impedir que la derecha, en caso de ganar las pr¨®ximas elecciones como prev¨¦n los sondeos, recule frente al impulso verde. ¡°Creo que es muy dif¨ªcil que haya una marcha atr¨¢s¡±, dice, ¡°porque ello desestabilizar¨ªa mucho a las empresas que ya est¨¢n invirtiendo en la nueva econom¨ªa. Trabajamos sin problemas en iniciativas verdes con ayuntamientos y regiones donde gobierna la derecha¡±.

Algunos medios franceses la han se?alado como el as bajo la manga de los socialistas para volver a presentarse a las presidenciales del pr¨®ximo a?o. Ella se niega a decir ¡°media palabra¡± sobre el tema.