Los expresidentes colombianos Uribe y Pastrana insisten en un acuerdo nacional por la paz

Los expresidentes colombianos Andr¨¦s Pastrana (1998-2002) y ?lvaro Uribe (su sucesor en el cargo, en el que estuvo hasta 2010), dos de los m¨¢ximos baluartes de la victoria del no en el refer¨¦ndum sobre el acuerdo de paz, defendieron este lunes en Madrid un gran acuerdo nacional tras la negativa cosechada al texto presentado por el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC en el plebiscito del pasado 2 de octubre. En el acto, organizado por el Instituto Atl¨¢ntico de Gobierno en la Casa de Am¨¦rica de Madrid, particip¨® tambi¨¦n el expresidente espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que puso en valor la figura de sus dos antiguos hom¨®logos colombianos.

¡°El Gobierno podr¨ªa hacer unas reformas superficiales, cosm¨¦ticas, a los acuerdos; decir que hay un nuevo acuerdo y convocar un nuevo plebiscito. Tambi¨¦n podr¨ªa, sin acudir a plebiscito, hacerlo a trav¨¦s del Congreso de la Rep¨²blica, donde tiene la mayor¨ªa. Nosotros creemos que eso no le convendr¨ªa al pa¨ªs, y s¨ª un acuerdo nacional que reforme el fondo de los textos de La Habana [el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las FARC] y que d¨¦ protecci¨®n a la paz¡±, subray¨® Uribe en el tramo inicial del coloquio. ¡°Nosotros ayudar¨ªamos a su implementaci¨®n, a trav¨¦s del Parlamento y casi por unanimidad, o por cualquier metodolog¨ªa¡±. Acto seguido, el expresidente colombiano, que ha defendi¨® la total desvinculaci¨®n del proceso de la campa?a para las elecciones de mayo de 2018: ¡°Como estamos cerca de las elecciones, creemos que ser¨ªa bueno desvincularlo del debate presidencial¡±.

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El renacer de Uribe

Uribe prefiri¨® eludir un pregunta formulada por el p¨²blico sobre las cr¨ªticas vertidas por el presidente Juan Manuel Santos la semana pasada en Londres, cuando subray¨® que el no se impuso con una estrategia basada en las mentiras y en la desinformaci¨®n, a ra¨ªz de unas declaraciones del gerente de la campa?a del no que se conocieron despu¨¦s del rechazo al acuerdo. ¡°Yo tengo que regresar esta tarde al pa¨ªs¡±, respondi¨® entre risas el l¨ªder de Centro Democr¨¢tico. ¡°Y seguir ma?ana buscando una reforma a los acuerdos; entonces, voy a renunciar a esa pregunta¡±.

Sin embargo, poco despu¨¦s el exmandatario colombiano apunt¨® que el no ¡°gan¨® con una insistente campa?a de argumentos, como la que he hecho aqu¨ª y en diversas universidades¡±. En el tramo final del acto se vivieron momentos de tensi¨®n despu¨¦s de que una mujer rebatiese en voz alta los argumentos de Uribe y de Pastrana y fuese acallada con aplausos. Uribe tambi¨¦n aprovech¨® para hacer una defensa cerrada de la iniciativa privada en la econom¨ªa y del control del d¨¦ficit p¨²blico, en contraposici¨®n con lo que ¨¦l alega que supon¨ªa el acuerdo de paz sometido a plebiscito.

Por su parte, Pastrana abri¨® su turno de intervenciones subrayando que el 2 de octubre ¡°no gan¨® la guerra, sino la paz¡± y apelando, como Uribe, a un gran pacto nacional que reforme el acuerdo de paz. ¡°El acuerdo de La Habana no existe: ten¨ªa que ser refrendado y, como perdi¨® el plebiscito, hoy no lo hay. Y cualquier modificaci¨®n que se haga tiene que hacerse por la v¨ªa constitucional y legal¡±.

El expresidente espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar aprovech¨® el acto para destacar que tanto Uribe como Pastrana se impusieron al ¡°cosmoconsenso¡± en torno al proceso de paz: ¡°Ellos han ganado un plebiscito en contra del Gobierno de su pa¨ªs, de todos los Gobiernos latinoamericanos, el de EE UU y los de la UE, en contra del Vaticano, de las Naciones Unidas¡­ Es un ejercicio de liderazgo impresionante¡±. ¡°Eso que se llama la comunidad internacional ha hecho una apuesta pol¨ªtica y resulta que se le ha olvidado que hab¨ªa algo llamado pueblo colombiano¡±, a?adi¨® al tiempo que lanzaba un mensaje directo al Gobierno espa?ol: ¡°Espero que el presidente [Mariano Rajoy] y mi buen e inteligente amigo y ministro de Exteriores [Alfonso Dastis] tomen nota de estas circunstancias. Lo deben tener en la cabeza, porque ser¨ªa absolutamente ins¨®lito, y podr¨ªa tener unas consecuencias pol¨ªticas devastadoras, despreciar la voluntad expresada por los colombianos¡±, concluy¨®.