¡°Los migrantes siempre hemos tenido miedo, pero ahora m¨¢s¡±

En la puerta trasera de la embajada estadounidense un muro de hormig¨®n pone el primer freno al sue?o americano. Del otro lado, un centenar de mexicanos esperan su cita con carpetas llenas de papeles y el miedo pintado en los ojos. La visa a Estados Unidos nunca hab¨ªa sido un tr¨¢mite sencillo, pero este mi¨¦rcoles hacen fila con la noticia de que Donald Trump y su mensaje racista han ganado las elecciones. La tensi¨®n se corta con un cuchillo. El d¨ªa es gris y hace fr¨ªo. Los nervios, ya conocidos, se mezclan con una pregunta sin respuesta: "?Har¨¢ ese hombre todo lo que prometi¨®?".

"Los migrantes siempre hemos tenido miedo. Pero ahora m¨¢s", explica Pedro Mu?oz, oaxaque?o de 50 a?os. ?l ha vivido en Estados Unidos como ilegal y fue deportado, ahora acompa?a y asesora a los que tienen la intenci¨®n de cruzarse legalmente. "La victoria de este se?or va a hacer que quienes pretenden jugarse la vida en la frontera como mojados, se lo piensen dos veces. Pero le digo yo que lo seguir¨¢n haciendo. La miseria y la necesidad que se vive aqu¨ª es la que empuja a saltar, con Trump o sin Trump", resume.

En la calle no se r¨ªe nadie. El d¨ªa no est¨¢ para bromas. M¨¢s de 50 millones de estadounidenses han condenado a M¨¦xico a la resignaci¨®n. El debate sobre el pol¨¦mico muro de Trump suena hoy a un tema viejo, entre otras cosas, porque el muro ya existe desde hace d¨¦cadas, tanto en la frontera, como en las puertas amuralladas de una embajada infranqueable. El precio del d¨®lar, si llegar¨¢n o no las remesas de sus familiares o si podr¨¢n ir a ver a su hijo sin que le traten como a un delincuente, son las principales preocupaciones que mantienen en vilo a muchos de los que esperan este mi¨¦rcoles en su cita con los gringos.

Sobre una banqueta espera Antolina Ben¨ªtez, de 34 a?os. "Cuando gan¨® Florida me di cuenta de que esto iba en serio. Lo primero que pens¨¦ es en mi familia que vive all¨ª", se?ala preocupada. "Hay quienes piensan en regresar, porque no sabemos hasta d¨®nde se van a limitar sus derechos. Una de mis hermanas, que est¨¢ sin papeles, s¨ª ha pensado en volver, con todo lo que conlleva, sobre todo, el renunciar al sue?o de que sus hijos tengan un futuro mejor".?

"El problema es que el mensaje de Trump no s¨®lo iba contra los migrantes. Tambi¨¦n, contra los que viven all¨ª, que ya son ciudadanos, ellos van a tener que sufrir el racismo. Algunos de mis familiares que viven en Georgia me han contado que les preocupa que les escuchen hablando espa?ol", apunta Ernestina Velasco, de 34 a?os. Y a?ade enfadada: "Solo espero que a este se?or no se le ocurra volver a venir a M¨¦xico".

"Puede que el sue?o americano ahora se encuentre en Canad¨¢. Desde luego, Estados Unidos ya no ser¨¢ la primera opci¨®n", se plantea Ben¨ªtez.?La joven abogada cuenta desesperada que est¨¢ en shock, que no le ha dado tiempo a asimilar el triunfo de Trump. "Puede que nunca haya tenido tanto sentido esta famosa: Ahora s¨ª pobre M¨¦xico, tan cerca de Estados Unidos y tan lejos de Dios".?