Una posible condena de 43 a?os de prisi¨®n por un tuit

Zunar es caricaturista, tiene 53 a?os, su verdadero nombre es Zulkislee Anwar Haque y, el pr¨®ximo d¨ªa 22, podr¨ªa convertirse en la ¨²ltima v¨ªctima de la cruzada del Gobierno de Malasia contra la libertad de expresi¨®n. No han sido sus cr¨ªticos dibujos ni sus 15 libros sobre s¨¢tira pol¨ªtica ¡ªde los cuales cinco est¨¢n prohibidos en el pa¨ªs¡ª lo que le llevar¨¢n ese d¨ªa al banquillo acusado de nueve cargos de sedici¨®n, sino cinco tuits. El artista enfrenta 43 a?os de prisi¨®n por criticar en la red social el encarcelamiento en 2015 del l¨ªder de la oposici¨®n Anwar Ibrahim por sodom¨ªa, aunque Zunar cree que se trata en realidad de ¡°una condena al m¨¢s alto nivel para que no pueda participar en las elecciones [de 2018]¡±.

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Cinco a?os de c¨¢rcel para el l¨ªder de la oposici¨®n en Malasia por sodom¨ªa

El espacio para la disidencia es cada vez menor en Malasia, que ocupa el puesto 146 (de 180) en la clasificaci¨®n de la libertad de expresi¨®n de Reporteros Sin Fronteras. Una tenaza que se ha vuelto m¨¢s dura en el ¨²ltimo a?o, mientras el descontento popular se dispara por los casos de corrupci¨®n del Gobierno de Najib Razak, que amenazan con hacer a?icos a su coalici¨®n pol¨ªtica.

Uno de estos esc¨¢ndalos es la denuncia del Gobierno de EE UU para recuperar mil millones de d¨®lares (918 millones de euros) destinados a la ayuda al desarrollo econ¨®mico en Malasia. Las autoridades estadounidenses tienen indicios de que el dinero fue desviado por la empresa p¨²blica para el desarrollo 1Malaysia Desarrollo Berhad, supervisada por el primer ministro, y destinado a la compra de inmuebles y obras de arte en EE UU. ¡°Se est¨¢n gastando el dinero p¨²blico mientras los precios no dejan de crecer¡±, denuncia Zunar v¨ªa Skype.

Seg¨²n el Departamento de Justicia de EE UU, el hijastro del primer ministro, el productor cinematogr¨¢fico Riza Aziz, habr¨ªa usado tambi¨¦n estos fondos para financiar la pel¨ªcula El lobo de Wall Street, de Martin Scorsese y protagonizada por Leonardo DiCaprio, as¨ª como la fundaci¨®n medioambiental del actor. ¡°Cualquier donaci¨®n sospechosa ser¨¢ devuelta¡±, asegur¨® en octubre DiCaprio al conocer la acusaci¨®n.

Casos como estos son los que critica Zunar en sus vi?etas, con las que se ha ganado la enemistad del Gobierno. ¡°En mi pa¨ªs me tratan como a un criminal¡±, dice. Phil Robertson, subdirector de Human Rights Watch en Asia, le da la raz¨®n: ¡°[En Malasia] los derechos caen en picado mientras el primer ministro trata de silenciar a quien le pone en entredicho¡±.

Un solo partido en el poder

Desde su independencia en 1957, Malasia ha estado gobernada por la misma coalici¨®n, ahora conocida como Barisan Nasional. Esta hegemon¨ªa se ha visto, sin embargo, amenazada por la oposici¨®n desde finales de los noventa. En 1998, Ibrahim era vice primer ministro y, seg¨²n algunos analistas, pod¨ªa aspirar a la sucesi¨®n del entonces primer ministro Mahatir Mohamad. Fue entonces cuando sufri¨® su primera condena por sodom¨ªa, considerada delito en el pa¨ªs musulm¨¢n pero que rara vez llega a juicio.

El opositor sali¨® de prisi¨®n en 2008, pero inhabilitado para ocupar cargos p¨²blicos durante cuatro a?os, lo que le dej¨® fuera de las elecciones generales de 2008. En 2013, libre de esa prohibici¨®n, concurri¨® a las elecciones con la coalici¨®n que encabezaba, Pakatan Rakyat. Las protestas contra el Gobierno crec¨ªan en las calles. Ese a?o la formaci¨®n de Najib obtuvo los peores resultados de su historia y el Gobierno prohibi¨® las manifestaciones.

Zunar ha viajado varias veces al extranjero para denunciar la represi¨®n del Gobierno, pero hace dos semanas las autoridades bloquearon su pasaporte. ¡°Como dibujante tengo la responsabilidad de transmitir a la gente los problemas que enfrentamos en Malasia. La responsabilidad es m¨¢s grande que el miedo, eso me hace seguir¡±, afirma. No es el ¨²nico. El proceso en su contra y los esc¨¢ndalos del Ejecutivo han generado una ola de artistas que exigen justicia y libertad de expresi¨®n. Zunar, por su parte, afirma que denunciar¨¢ la corrupci¨®n hasta que se seque su ¨²ltima gota de tinta.