Hani, de Irak a Estados Unidos: ¡°Un d¨ªa de victoria para la democracia¡±
Una joven familia de refugiados: dudas y miedos, pero conf¨ªan en las instituciones
El d¨ªa despu¨¦s de las elecciones, me despert¨¦ con la pregunta de mi hijo de 8 a?os: "?Ahora ser¨¢ peligroso para nosotros, vivir aqu¨ª, en Estados Unidos?" Yo le contest¨¦: "No, hijo m¨ªo. Esta es la belleza de este pa¨ªs. Puedes no estar de acuerdo con el presidente y a¨²n as¨ª vivir bien en ¨¦l, al contrario de lo que sucede en muchos otros". Se qued¨® un rato pensando y despu¨¦s me dijo: "Entonces es un privilegio".
En Chicago encontramos a Hani al Kaabi. Hani naci¨® en Bagdad, Iraq, hace 38 a?os. Trabaja como asegurador en Aurora (Colorado), para una peque?a empresa que trata sobre todo con la comunidad de lengua ¨¢rabe. El a?o pasado se convirti¨® en ciudadano estadounidense y el 8 de noviembre vot¨® por primera vez. Como muchos musulmanes estadounidenses, su despertar en los Estados Unidos de Trump est¨¢ lleno de preguntas y de miedos. Pero Hani, que lleg¨® a EE UU en 2009, tras haber trabajado en seguridad para una televisi¨®n estadounidense durante la guerra de Iraq, dice haber luchado mucho para traer a su familia ¡ªla joven mujer Hadeel y los tres ni?os, Muhannad (de 10 a?os), Saba (de 9) y Ahmed (de 8)¡ª a vivir el sue?o americano, y que su confianza permanece inquebrantable.
"Es un d¨ªa triste para los valores humanos. Resulta dif¨ªcil explicarles a mis hijos que un racista ha sido premiado por su racismo, es justamente lo contrario de los valores que procuramos transmitirles. Pero sigue siendo un d¨ªa de victoria para la democracia que admiramos y que nos importa. Vivimos en un pa¨ªs libre que respeta los derechos de todos. No perdemos la confianza".
El d¨ªa que jur¨® lealtad a la naci¨®n, en julio del 2015, fue para ¨¦l un paso de inmenso orgullo: "Ten¨ªa l¨¢grimas en los ojos, no me pod¨ªa creer mi suerte". Suerte y trabajo duro. Y nunca ha sido f¨¢cil; Hani y Hadeel han visto el racismo de primera mano desde el inicio. Sin embargo, la fortaleza de las instituciones es, a pesar de todo, lo que les da seguridad. Un contraste estridente con una gran parte del pa¨ªs que ha votado justamente contra el sistema.
"S¨¦ que hay racismo, pero est¨¢ envuelto de leyes y reglas constitucionales que, al menos oficialmente, hace que no sea practicable, y es eso lo que distingue la parte civilizada del mundo de los pa¨ªs como el de donde yo vengo".
Hani no es un iluso, sabe que ser¨¢ dif¨ªcil. "Da miedo ver que aqu¨ª el racismo se puede expresar as¨ª p¨²blicamente. Pero tenemos que respetar cualquier resultado. En familia hemos hablado del hecho de que aceptar el ¨¦xito de un proceso democr¨¢tico es tan importante como participar. Al final, estamos todos de acuerdo en que formamos parte de un pa¨ªs que atraviesa un per¨ªodo dif¨ªcil y que tenemos que permanecer unidos, aunque sea a costa de sacrificios". Para Hadeel, la preocupaci¨®n es todav¨ªa mayor: "Tiene motivos para tener miedo. Ella lleva velo y su propio aspecto revela su pertenencia religiosa. Pero yo sigo creyendo en lo que le dije cuando llegamos: Vamos a un pa¨ªs donde una persona que pertenece a un grupo minoritario puede llegar a ser presidente".
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