Trasplantes chinos con caracter¨ªsticas espa?olas
China adopta las donaciones voluntarias para dejar atr¨¢s el pol¨¦mico uso de ¨®rganos de ejecutados
China, que ha utilizado durante d¨¦cadas ¨®rganos de presos ejecutados en su sistema de trasplantes, quiere reformar su pol¨¦mico modelo. Para lograr un sistema m¨¢s humano, basado ¨²nicamente en las donaciones voluntarias, se ha inspirado en el ejemplo espa?ol, considerado uno de los mejores del mundo. Y para demostrar su voluntad de transparencia, ha abierto por primera vez uno de sus principales centros especializados, el Hospital de la Amistad en Pek¨ªn, a un peque?o grupo de medios extranjeros, todos espa?oles.
Durante a?os, el sistema chino ha estado plagado de problemas. La compraventa de ¨®rganos y el turismo de transplantes, que dio lugar a casos muy sonados, se sumaba al uso de miles de ¨®rganos de presos condenados a muerte, en el pa¨ªs que m¨¢s ejecuta del mundo. Solo en 2010 China comenz¨® a implantar un sistema nacional de donaciones voluntarias, que ese a?o solo registr¨® a 34 altruistas.
Desde entonces, el sistema ha obtenido una r¨¢pida progresi¨®n, aseguran los funcionarios chinos. El 1 de enero de 2015 se prohibi¨® oficialmente el uso de ¨®rganos de prisioneros ejecutados. El a?o pasado 2.766 personas donaron 7.785 ¨®rganos y se practicaron 10.500 transplantes, todos de ¨®rganos procedentes de voluntarios. Este a?o, seg¨²n Huang Jiefu, el presidente de la Fundaci¨®n de Transplantes de China y ex viceministro de Sanidad, el n¨²mero de donantes podr¨ªa crecer en un 80% y llegar a los 4.000.
Los funcionarios chinos atribuyen, en parte, los progresos a la colaboraci¨®n con el sistema espa?ol. Esa cooperaci¨®n est¨¢ en pie desde 2012, cuando comenzaron los contactos entre la fundaci¨®n TPM-DTI, presidida por el m¨¦dico Mart¨ª Manyalich, y los m¨¦dicos chinos. Se han formado en transplantes con asesoramiento espa?ol cerca de 1.000 profesionales de la salud chinos; otros 50 han viajado a Espa?a para aprender all¨ª.
¡°Es un gran ¨¦xito de modelo sanitario de cooperaci¨®n, de solidaridad¡±, sostiene Manyalich, que recientemente visit¨® Pek¨ªn para participar en una conferencia internacional sobre transplantes y participar en una charla en el Instituto Cervantes sobre el asunto.
Del modelo espa?ol, el chino ha adaptado especialmente la gesti¨®n. Las donaciones se buscan en hospitales, por parte de equipos m¨¦dicos en las UCIS especialmente adiestrados para tratar a los enfermos y a sus familiares. En Espa?a, el sistema ha conseguido una aceptaci¨®n de la donaci¨®n del 85%, y que se alcancen los 39,7 donantes por mill¨®n de personas, el mayor ¨ªndice del mundo. El objetivo de los m¨¦dicos chinos es conseguir que en su pa¨ªs, donde ahora apenas 4 personas por mill¨®n ceden sus ¨®rganos, se lleguen a los 10 por mill¨®n, en un pa¨ªs de 1.370 millones de habitantes. ¡°Ser¨ªa espectacular¡±, apunta el doctor Huang. China necesita cerca de 300.000 transplantes anuales.
La doctora Sun Liying, jefa del departamento de transplantes hep¨¢ticos en el Hospital de la Amistad, muestra el sistema inform¨¢tico que conecta su centro a la red nacional. Los ordenadores avisan cuando hay ¨®rganos disponibles y los adjudican a los pacientes por orden de urgencia y compatibilidad. ¡°Hemos recibido de los m¨¦dicos espa?oles sugerencias muy valiosas sobre la obtenci¨®n y la distribuci¨®n de los ¨®rganos¡±, apunta. Su hospital, con 2.800 profesionales, ha implantado ese d¨ªa dos nuevos h¨ªgados, uno de ellos a un ni?o. Su departamento cuenta con cerca de 60 pacientes a la espera de una donaci¨®n.
Aunque el sistema no deja de tener sombras. A la resistencia a donar -alimentada tanto por cuestiones culturales como por la desconfianza en el propio sistema sanitario- se une el alto precio de las operaciones: solo el transplante de ri?¨®n est¨¢ cubierto por la Seguridad Social. Una operaci¨®n para implantar un h¨ªgado puede superar los 600.000 yuanes (unos 80.000 euros), sin incluir los medicamentos o la atenci¨®n hospitalaria.
Y existen a¨²n dudas sobre la transparencia del sistema y hasta qu¨¦ punto se ha puesto verdadero fin a las malas pr¨¢cticas. En junio, un informe del legislador canadiense David Kilgour, el abogado especialista en derechos humanos David Matas y el periodista Ethan Gutmann acusaba a China de continuar con la extracci¨®n de ¨®rganos de presos. Ese documento calcula que en realidad se transplantan en China entre 60.000 y 100.000 ¨®rganos anuales, procedentes en su mayor¨ªa de condenados a muerte y prisioneros de conciencia.
Los autores, que examinaron uno por uno los datos de trasplantes de m¨¢s de 800 centros m¨¦dicos, sostienen que el n¨²mero de operaciones oficiales ¡°se sobrepasa f¨¢cilmente con unos pocos hospitales. La cifra total debe ser sustancialmente m¨¢s, un m¨²ltiplo, de la oficial¡±.
Huang declara ¡°basura¡± esas alegaciones. ¡°Bajo ning¨²n concepto¡±, asegura, se permite el uso de ¨®rganos de presos ejecutados. Y apunta que en 2015 China consumi¨® el 8% mundial de los medicamento inmunodepresores necesarios para evitar el rechazo tras un transplante. De ser ciertas las alegaciones, esa proporci¨®n deber¨ªa ser mayor, ¡°o nuestros pacientes, no recibir medicinas inmunosupresoras. Es una suposici¨®n rid¨ªcula¡±, sostiene.
Pero incluso los propios m¨¦dicos chinos reconocen que queda a¨²n mucho camino por hacer. ¡°Ning¨²n pa¨ªs, ni nadie, es perfecto. Todos tenemos que mejorar nuestros fallos, reducir nuestros errores, tratar de mejorar. Y esa es nuestra actitud¡±, sostiene Huang.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.