El exministro estrella franc¨¦s Macron anuncia por fin su candidatura al El¨ªseo

"Nuestro pa¨ªs est¨¢ en declive, est¨¢ bloqueado por los corporativismo; nuestro sistema pol¨ªtico est¨¢ bloqueado" y no puede cambiar "con las mismas caras, los mismos hombres, las mismas ideas", ha afirmado al hacer su anuncio en Par¨ªs. "Hay un divorcio entre el pueblo y su Gobierno".

Ante un diagn¨®stico tan negro, Macron se propone a s¨ª mismo como la soluci¨®n: "Estoy listo. Por eso, soy candidato a la presidencia de la Rep¨²blica". El exministro ha adelantado el anuncio oficial de su candidatura, previsto para el mes que viene, en un momento en el que su popularidad y su presencia en los medios de comunicaci¨®n estaban bajando. Los ¨²ltimos sondeos le conceden el apoyo del 18% de los franceses, lejos del 30% que le adjudicaban cuando se situaba entre los tres pol¨ªticos preferidos del pa¨ªs, junto al conservador Alain Jupp¨¦ y la ultraderechista Marine Le Pen.

Pese a todo, aspira a incrementar esos apoyos con el discurso m¨¢s original entre los actuales dirigentes. Macron es un producto perfecto del sistema, pero tiene un discurso antisistema."Rechazo este sistema", ha reiterado este mi¨¦rcoles, porque "ha dejado de proteger a los que tiene que proteger".

Enarca ¨Ceducado en la elitista Escuela Nacional de Administraci¨®n-, exbanquero de Rothschild y promotor de leyes liberalizadoras de la econom¨ªa, ha elegido una escuela de aprendices en el popular barrio de Saint-Denis para oficializar su cantada candidatura. En sus m¨ªtines hace afirmaciones como estas: ¡°Nuestro modelo econ¨®mico est¨¢ agotado, ya no funciona. En el fondo, sirve a los m¨¢s privilegiados, a los protegidos, pero excluye a muchos, cada vez a m¨¢s. Nuestro mercado de trabajo se ha convertido en algo m¨¢s injusto; opone a quienes tienen un empleo estable con quienes sufren la precariedad¡±.

"He visto desde dentro la vacuidad de nuestro sistema pol¨ªtico", ha dicho al hacer el solemne anuncio este mi¨¦rcoles. Se define como una persona ¡°de izquierdas¡± ¨Crechaza el calificativo de socioliberal o el de tecn¨®crata- aunque considera que su movimiento, que tiene ya casi 100.000 seguidores inscritos, ¡°no es de izquierdas ni de derechas¡± porque intenta pescar votos en ambas orillas.

El paso dado por Macron supone un nuevo golpe bajo para Hollande

Desde la orilla izquierda es de donde recibe los ataques m¨¢s duros. Desde la derecha o el centro, en cambio, no han faltado incluso iniciativas y sugerencias para sumarlo a sus filas. Por eso, el analista Pascal Perrineau ha llegado a decir de ¨¦l que ¡°es el candidato que la derecha prefiere para la izquierda¡±. Seguramente tambi¨¦n porque ser¨¢ el que m¨¢s la divida, el que m¨¢s da?o le haga, como asegura la c¨²pula oficial socialista. Al menos en una primera fase, porque nunca son descartables alianzas posteriores de conveniencia.

En su discurso para anunciar su candidatura, Macron ha reiterado que tanto la derecha como la izquierda han fracasado al abordar los nuevos problemas "con recetas del siglo pasado". "El desaf¨ªo no es aglutinar a la derecha o a la izquierda, sino aglutinar a los franceses".

Para sacar de su actual par¨¢lisis al pa¨ªs, "que dej¨® de ser pr¨®spero ya hace 40 a?os", Macron propone centrarse en combatir el paro, favorecer las inversiones en nuevas tecnolog¨ªas o medioambiente y apostar por Europa para afrontar los desaf¨ªos mundiales. De paso, se propone "una revoluci¨®n democr¨¢tica", aunque no precisa en qu¨¦ consiste.

El paso oficial dado ahora por Macron, de 38 a?os, supone un nuevo golpe bajo para su mentor, el presidente Fran?ois Hollande, quien le introdujo en pol¨ªtica al nombrarle asesor del El¨ªseo en 2012 y ministro en 2014 y convertirlo en un revulsivo de la convulsa izquierda francesa.? El jefe del Estado a¨²n sopesa si competir¨¢ o no para intentar sucederse a s¨ª mismo. Los sondeos no le favorecen y hasta en sus propias filas le empujan a rendirse. La candidatura de Macron le resta a¨²n m¨¢s apoyos en las debilitadas filas de la izquierda.

Culmina as¨ª para Hollande el largo camino de la ¡°traici¨®n¡± de su protegido, como la calific¨® el presidente cuando vio confirmadas las advertencias de todos sus amigos y colaboradores. Se cay¨® del caballo cuando el ministro dimiti¨® en agosto. Para entonces, Macron ya hab¨ªa creado en abril su propio movimiento-partido pol¨ªtico En Marche! (E. M., las siglas de su nombre y apellido). Lo present¨® en Par¨ªs en julio con un solemne mitin ante sus seguidores que concluy¨® con estas elocuentes palabras: ¡°Llevaremos este movimiento hasta la victoria¡±.

Tanto Hollande como Macron han comentado estas semanas a sus colaboradores que intentar¨¢n evitar un enfrentamiento frontal entre ellos. Si Hollande tira la toalla, que nadie augura hoy, lo m¨¢s probable es que el candidato socialista fuera el actual primer ministro, Manuel Valls, que mantiene una guerra abierta contra Macron. El discurso reformista y progresista es similar en los dos.

En su primera reacci¨®n, Valls ha dicho no sentirse concernido -"no me afecta"- por la decisi¨®n del "inexperto" Macron, tachada de "oportunista" por los conservadores de Los Republicanos, que el domingo pr¨®ximo dirimen en primera vuelta de primarias qui¨¦n ser¨¢ su candidato al El¨ªseo. Para el ultraderechista Frente Nacional, hoy el partido con m¨¢s apoyo electoral, el exministro quiere recoger votos "en un espacio ultraliberal ya saturado".

Macron, que no milita en el PS, ha reiterado estos meses que no se presentar¨¢ a las primarias de la izquierda, previstas para enero pr¨®ximo. Prefiere ir por su cuenta. Como hasta ahora. El electr¨®n libre de la izquierda, apoyado por destacados empresarios, ha roto este mi¨¦rcoles las ¨²ltimas amarras con sus mentores pol¨ªticos. Su carrera pol¨ªtica ya est¨¢ solo en sus manos.