Trump elige a ultraconservadores para dirigir Justicia, la CIA y seguridad nacional

La campa?a que ha encumbrado a?Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos se ha caracterizado por la pol¨¦mica, las primeras personas elegidas para puestos clave de su Gobierno siguen la misma l¨ªnea. Trump nomin¨® este viernes a tres hombres situados en el ala radical del pensamiento conservador, muy leales al empresario. Jeff Sessions, con un historial de pol¨¦micas racistas detr¨¢s, ser¨¢ el nuevo fiscal general; el general Michael Flynn, un halc¨®n con declaraciones islam¨®fobas a la espalda, ejercer¨¢ de consejero de Seguridad Nacional, y Mike Pompeo dirigir¨¢ la CIA.

Trump decidi¨® abrazar el lema de ¡°la ley y el orden¡± de Richard Nixon, el pol¨ªtico a quien se le atribuye la expresi¨®n por su discurso en la convenci¨®n republicana de 1968, y erigirse en el candidato que restaurar¨ªa la mano dura y la seguridad en un pa¨ªs que, seg¨²n la tesis trumpiana, ha dejado de ser seguro por culpa del presidente actual, Barack Obama. Durante la campa?a, el candidato republicano defendi¨® la tortura por ahogamiento ¡ª ¡°me gusta mucho el waterboarding, no creo que sea lo bastante duro¡±¡ª, abog¨® por prohibir la entrada de musulmanes en el pa¨ªs y acus¨® a la Administraci¨®n dem¨®crata de haber creado el grupo terrorista ISIS (siglas en ingl¨¦s del autodenominado Estado Isl¨¢mico).

Los nombramientos en materia de seguridad y justicia hechos p¨²blicos este viernes se entienden dentro de este planteamiento de campa?a. Tambi¨¦n se explica en la estrategia del presidente electo de apoyarse en las personas m¨¢s cercanas a su c¨ªrculo (sus tres hijos mayores forman parte del equipo de transici¨®n y su yerno, Jared Kushner, marido de su hija Ivanka, se perfila como figura clave).

En el perfil de las personas escogidas para ocupar estos puestos es donde se buscan algunas indicaciones del rumbo de la era Trump, l¨ªder in p¨¦ctore de la mayor potencia del mundo. Las promesas electorales han sacudido a medio mundo por lo rupturistas, en econom¨ªa o en defensa, pero hay quien cree que la Administraci¨®n del empresario neoyorquino ser¨¢ m¨¢s convencional de lo temido. El presidente saliente, Barack Obama, confi¨® en que ser¨ªa ¡°pragm¨¢tico¡±. Sus primeros nombramientos desmienten la idea. La elecci¨®n del jefe de estrategia, Steve Bannon, agitador de la derecha extrema estadounidense, ya apuntaba maneras.

En una direcci¨®n opuesta, la de contentar al establishment, se sit¨²an los contactos previstos con figuras tradicionales del Partido Republicano, como el excandidato presidencial Mitt Romney, quien se ha colado en las quinielas como posible secretario de Estado. Romney ver¨¢ este fin de semana al presidente electo en su club de golf en Bedminster (Nueva Jersey), a donde se ha dirigido el magnate tras una semana pr¨¢cticamente recluido en la Torre Trump de Nueva York.

Tecn¨®cratas

De momento, en los ¨¢mbitos de la seguridad y la justicia, Trump ha apostado por la l¨ªnea dura, por personas muy controvertidas. Michael Flynn -quien en su d¨ªa estuvo registrado como dem¨®crata y fue nombrado por Barack Obama como como jefe de la unidad de inteligencia del Pent¨¢gono- ha sido un importante aliado del empresario neoyorquino a lo largo de toda la campa?a, cuando muchos militares de alto rango le daban la espalda y las grietas con el Partido Republicano se hac¨ªan cada vez m¨¢s evidentes.

Flynn ha sido el consejero de un candidato con magros conocimientos en pol¨ªtica internacional, pero ha coincidido con ¨¦l en un enfoque del terrorismo islamista a veces rayano en lo xen¨®fobo: ¡°El miedo a los musulmanes es racional: por favor, reenv¨ªen esto a otros. La verdad no teme las preguntas¡±, dec¨ªa en su cuenta de Twitter el pasado febrero.

El relevo en el puesto de fiscal general est¨¢ cargado de simbolismo. A Loretta Lynch, la primera mujer negra en ocupar ese puesto, hija de un matrimonio que luch¨® contra la segregaci¨®n, la sustituir¨¢ Jeff Sessions, con un historial de pol¨¦micas racistas detr¨¢s.

La incorporaci¨®n de personajes clave del movimiento conservador m¨¢s radical se completa, de momento, con Mike Pompeo al frente de la CIA. Fue vocal en el grupo que investig¨® el atentado en el consulado americano en Bengasi (Libia) en 2012, cuando Hillary Clinton era secretaria de Estado. Este proceso se convirti¨® en un quebradero de cabeza para Clinton, pese a que no se hall¨® ninguna responsabilidad, y en una l¨ªnea de ataque en la campa?a.

En materia de seguridad y ley, Trump ha optado por no cambiar su duro discurso electoral. Queda por ver si opta por la misma t¨®nica para el resto de puestos en el ¨¢mbito de la econom¨ªa, por ejemplo, donde los nombres que se barajan son los de tecn¨®cratas, criaturas del establishment de Wall Street. La formaci¨®n del Gabinete definir¨¢ la era Trump.