El pacto contra el cambio clim¨¢tico ya tiene un calendario para su desarrollo

La Cumbre del Clima de Marrakech se ha cerrado este viernes con un texto en el que se fija el calendario a seguir para desarrollar el Acuerdo de Par¨ªs contra el calentamiento global. Lo ha hecho a pesar de la amenaza para la lucha clim¨¢tica que supone la llegada a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump, que durante la campa?a advirti¨® de que sacar¨¢ a su pa¨ªs de este pacto.

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La cumbre se esperaba que fuera una reuni¨®n anodina y de transici¨®n despu¨¦s de que hace un a?o se aprobara el Acuerdo de Par¨ªs, pero Trump ha animado a los representantes de los 200 pa¨ªses reunidos en la ciudad marroqu¨ª a lanzar mensajes sobre su compromiso contra el calentamiento. El impulso es ya "irreversible", han concluido los pa¨ªses reunidos en Marrakech.

El Acuerdo de Par¨ªs entr¨® en vigor a principios de este mes. Fue en un tiempo r¨¦cord gracias a que se ha alcanzado el n¨²mero suficiente de pa¨ªses que lo han ratificado, entre ellos China y EE UU. Pero no est¨¢ desarrollada la letra peque?a del pacto, que marcar¨¢ si es un ¨¦xito o no. El acuerdo ser¨ªa algo as¨ª como una ley, pero a¨²n falta el desarrollo de los reglamentos. Por ejemplo, se deben fijar mecanismos claros de control y contabilidad de las emisiones mundiales de CO₂ o un sistema de balance de los esfuerzos globales en la reducci¨®n de los gases de efecto invernadero.

El pacto de Par¨ªs estaba pensado para que entrara en vigor en 2018. Durante los dos a?os anteriores, se deb¨ªa trabajar en ese desarrollo reglamentario. Y en la Cumbre de Marrakech lo que se ha aprobado es seguir con esa hoja de ruta, es decir, el compromiso de todos los pa¨ªses de tener el cuerpo de reglamentos listo para 2018.

Atasco

El texto final se ha atascado este viernes. Algunos pa¨ªses eran reacios a dejar claro ya ese calendario. Seg¨²n fuentes de la negociaci¨®n, apostaban por posponer la decisi¨®n a 2017. Se trataba, seg¨²n estas mismas fuentes, de pa¨ªses con intereses petroleros muy fuertes que prefer¨ªan "esperar a ver qu¨¦ hace Trump".

El texto final de Marrakech, que se divide en dos partes, tambi¨¦n ha entrado en la discusi¨®n sobre la financiaci¨®n. En estas negociaciones, que se celebran cada a?o desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, siempre se repite la misma pregunta: ?cu¨¢nto y c¨®mo deben pagar los Gobiernos desarrollados a los pa¨ªses pobres que sufren los efectos de un calentamiento desencadenado por los m¨¢s ricos?

En el Acuerdo de Par¨ªs se establec¨ªa la obligaci¨®n de que, en 2020, existan 100.000 millones de d¨®lares anuales para financiaci¨®n clim¨¢tica, que principalmente deben aportar los desarrollados. La OCDE sostiene que ya hay compromisos por valor de 70.000. La mitad debe ir a parar a mitigaci¨®n (recortes de emisiones) y la otra mitad a adaptaci¨®n, es decir, para esos pa¨ªses que ya sufren los efectos del calentamiento o los padecer¨¢n.

La discusi¨®n ahora se centra en saber a trav¨¦s de qu¨¦ instrumentos se canaliza ese dinero. Con el Protocolo de Kioto, que estar¨¢ vigente hasta que en 2020 se empiece a aplicar el Acuerdo de Par¨ªs, se cre¨® el Fondo de Adaptaci¨®n. Y los pa¨ªses en desarrollo quieren que contin¨²e, entre otras cosas, porque es mucho m¨¢s ¨¢gil que otros al tratarse de ayudas entre Estados sin intermediarios. El texto final de Marrakech recoge esa continuidad del Fondo de Adaptaci¨®n m¨¢s all¨¢ de 2020.