Los sindicatos peronistas recuperan la calle contra Mauricio Macri

Llega diciembre y Argentina se agita. Diciembre es un mes de reclamos sociales: una paga extra que salve el deterioro de un a?o de salarios atrasados o bolsas con alimentos para pasar las fiestas. Los argentinos recuerdan a¨²n el de 2001, cuando las protestas terminaron con el gobierno de Fernando de la R¨²a, un fantasma que se aparece cada fin de a?o. Por eso el gobierno, cualquiera sea, intensifica la asistencia social y los sindicatos aumentan la presi¨®n. La Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), en un duro pulso con el presidente Mauricio Macri por el pago de un bono que se sume a la paga de diciembre, decidi¨® romper una tregua de siete meses y se sum¨® a una marcha convocada por los movimientos sociales m¨¢s combativos. El desaf¨ªo ha sido movilizar a decenas de miles de personas para exigir una ley de emergencia social aprobada en el Senado por legisladores kirchneristas, pero que el Gobierno intenta bloquear en Diputados.

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El objetivo de la marcha ha sido presionar a los legisladores, pero tambi¨¦n enviar una advertencia a Macri. ¡°Tenemos mucha paciencia, pero la paciencia se nos puede agotar. Por eso le decimos al Congreso que apruebe esta ley y que al presidente que no la vete¡±, dijo Juan Carlos Alderete, titular de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), una de las organizaciones convocantes. Carlos Acu?a, miembro del triunvirato que lidera la CGT, advirti¨® que la central procurar¨¢ que el Gobierno "cumpla los compromisos de campa?a". Y resumi¨® en una frase cu¨¢l ser¨¢ el esp¨ªritu que animar¨¢ a partir de ahora cualquier negociaci¨®n con el gobierno: "Se terminaron los tiempos que ten¨ªan para gobernar, queremos respuestas¡±.

Desde temprano en la ma?ana, las columnas de manifestantes avanzaron hacia la plaza que est¨¢ frente al Congreso, donde se juega la suerte de la ley de emergencia social. Los sindicatos m¨¢s tradicionales, reunidos en la CGT, coincidieron por primera vez con los manifestantes de la Confederaci¨®n de Trabajadores de la Econom¨ªa Popular (CTEP), la CCC y Barrios de Pie, organizaciones sociales que operan por fuera de la estructura tradicional del sindicalismo y muy activas en la calle. De ellas salen los llamados ¡°piqueteros¡±, que usan como m¨¦todo de protesta el corte de carreteras. Tambi¨¦n se sum¨® la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), fuerte entre los trabajadores estatales, pero por su pelea con la CGT s¨®lo aport¨® ¡°unas columnas¡±. Para que quede claro el perfil de la protesta, los dirigentes hablaron arropados por dos fotos enormes de Juan Domingo Per¨®n y Evita.

El palco de oradores tuvo a representantes de cada una de las centrales, pero no hubo pol¨ªticos, ni siquiera los kirchneristas que redactaron el proyecto de ley de emergencia. La ley prev¨¦ una subida del 15% en la asignaci¨®n universal por hijo (AUH), hoy en 1.500 pesos (100 d¨®lares), que cada mes reciben los hijos de trabajadores no registrados o desempleados. Y convertir un mill¨®n de planes sociales en puestos de trabajo genuinos, sufragados por el Estado. El Gobierno calcula que algo semejante tendr¨¢ para las arcas oficiales un costo extra de 50.000 millones de pesos (3.300 millones de d¨®lares).

¡°Muchos de los que avalaron esta ley se fueron del gobierno sin reconocer la pobreza", dijo el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, al criticar el proyecto. Se refiri¨® as¨ª a la manipulaci¨®n kirchnerista de las estad¨ªsticas oficiales, al punto que la expresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner (2007-2015) dijo alguna vez que Argentina ¡°tiene menos pobres que Alemania¡±. Tras una reestructuraci¨®n del Indec, la oficina encargada de elaborar las cifras oficiales, Macri admiti¨® que la pobreza afecta al 32% de los argentinos.

Para la CGT, la protesta supuso el regreso a la calle despu¨¦s de siete meses, cuando march¨® para reclamar contra los despidos en el sector p¨²blico. Luego sus l¨ªderes acordaron una tregua con Macri y se sumaron a una mesa de ¡°di¨¢logo social¡± con ministros y empresarios. Esa mesa no se ha cerrado a¨²n y Triaca prometi¨® que el mi¨¦rcoles que viene habr¨¢ un nuevo encuentro. Pero los l¨ªderes sindicales peronistas saben que se acerca diciembre y sus afiliados pierden la paciencia.