Am¨¦rica Latina: ?c¨®mo hacerla indestructible frente a los desastres?
Un nuevo informe asegura que las p¨¦rdidas por los eventos de la naturaleza son mayores de las esperadas y afecta desproporcionadamente a los pobres
C¨¦sar, Matthew, Stan, Mitch y F¨¦lix. Para cualquier latinoamericano no son un grupo de nombres al azar sino la denominaci¨®n de pila de algunos de los m¨¢s devastadores huracanes de los ¨²ltimos 25 a?os.
Devastadores porque estamos acostumbrados a medir su impacto en n¨²mero de afectados y p¨¦rdidas econ¨®micas. Con frecuencia, luego de una inundaci¨®n, hurac¨¢n o terremoto, se leen titulares sobre cu¨¢nto cuesta el da?o a edificios, puentes y hasta potenciales cosechas.
Pero este c¨¢lculo est¨¢ a punto de tornarse mucho m¨¢s crudo.
Aunque estas cifras son ¨²tiles, no detallan la manera en que los desastres afectan al bienestar de las personas. Un d¨®lar en p¨¦rdidas no significa lo mismo para una persona rica que para una persona pobre.
Un nuevo estudio del Banco Mundial utiliza una metodolog¨ªa que va m¨¢s all¨¢ del recuento tradicional de las p¨¦rdidas de activos (bienes personales, casas, tierras). Esta capta mejor los impactos de los desastres naturales sobre los pobres, que a menudo no tienen ning¨²n activo que contabilizar.
Hasta ahora, el impacto de los desastres naturales estaba estimado solo en un 60% de su costo total. Con esta nueva manera de medir, se pasa de estimar unos 300.000 millones de d¨®lares en p¨¦rdidas a 520.000 millones de d¨®lares a nivel mundial. Seg¨²n el informe, los desastres naturales empujan a 26 millones de personas anualmente a la pobreza.
El an¨¢lisis toma en cuenta las diferentes capacidades de las personas pobres para hacer frente a las p¨¦rdidas, calculando c¨®mo se modifican sus ingresos y sus consumos ante un evento clim¨¢tico extremo. Ellos son los que est¨¢n frecuentemente m¨¢s expuestos a riesgos naturales, pierden m¨¢s en proporci¨®n a su riqueza y reciben menos apoyo de familiares y amigos, de los sistemas financieros y de los gobiernos.
En Am¨¦rica Latina y el Caribe, las p¨¦rdidas provocadas por desastres equivalen al doble de estimaciones anteriores y alcanzan un promedio de 84.000 millones de d¨®lares al a?o. Por ejemplo, en algunos pa¨ªses centroamericanos, la pobreza de las poblaciones afectadas por huracanes se increment¨® hasta en un 14%.
Pero, ?c¨®mo es que los pobres son los m¨¢s afectados? De acuerdo al estudio, estas son algunas de las razones:
1. Los desastres naturales mantienen o empujan a la gente a la pobreza y son una raz¨®n por la que erradicarla es tan dif¨ªcil. En Panam¨¢, las personas pobres tienen un 50% m¨¢s de probabilidad de sufrir inundaciones. En todo el continente, los pobres est¨¢n sobreexpuestos a sequ¨ªas y las olas de calor. En 2014, m¨¢s de 500,000 familias pobres de Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala no ten¨ªan qu¨¦ comer debido a una escasez de lluvias sin precedentes.
2. Cuando los pobres son v¨ªctimas de una cat¨¢strofe, su p¨¦rdida proporcional de riqueza es dos o tres veces superior a la de los no pobres debido a la naturaleza y la vulnerabilidad de sus bienes y medios de vida. Su cobertura social suele ser baja y tras verse afectados por una cat¨¢strofe, reciben menos ayuda. En Guatemala, la tormenta Stan aument¨® la probabilidad de trabajo infantil m¨¢s de un 7% en las zonas afectadas.
3. Existen efectos adversos en el ahorro y la inversi¨®n. Por ejemplo, los peque?os agricultores tienden a plantar cultivos de bajo rendimiento y bajo riesgo porque no pueden permitirse el costo de perder un a?o de producci¨®n en caso de mal tiempo.
Protecci¨®n y sistemas de alerta
Hay soluciones esperanzadoras para blindar a la regi¨®n contra los desastres naturales.
En el informe se eval¨²an, por primera vez, iniciativas implementadas para generar resiliencia como los sistemas de alerta temprana, el acceso a servicios bancarios personales, las p¨®lizas de seguros y los sistemas de protecci¨®n social (como las transferencias de efectivo y los programas de obras p¨²blicas), elementos que pueden ayudar a las personas a responder ante las crisis y a recuperarse.
Por ejemplo, las redes de protecci¨®n social existentes tienen efectos positivos en la recuperaci¨®n despu¨¦s de un desastre: cada d¨®lar gastado en protecci¨®n social despu¨¦s de un desastre representa 4 d¨®lares en beneficios en pa¨ªses como Bolivia, Brasil, Colombia, Honduras y Panam¨¢.
En M¨¦xico, el programa Prospera que brinda apoyo en educaci¨®n, salud y alimentaci¨®n a las familias m¨¢s pobres, reduce la posibilidad de que los ni?os abandonen la escuela despu¨¦s de un evento clim¨¢tico extremo.
En Caribe, se emple¨® un programa innovador de seguros contra desastres para respaldar los esfuerzos de recuperaci¨®n en Hait¨ª, Barbados, Santa Luc¨ªa y San Vicente y las Granadinas, mediante el cual se desembolsaron 29 millones de d¨®lares para hacer frente a los efectos del hurac¨¢n Matthew.
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