El conservadurismo de Fillon se perfila como el dique frente a Le Pen

¡°Fillon es una s¨ªntesis casi perfecta de las derechas¡±, asegura el analista e historiador Beno?t Pellistrandi. ¡°Seduce al n¨²cleo duro y a los centristas, pasando por los democristianos¡±. La derecha, mucho m¨¢s activa y politizada de lo previsto, acudi¨® el domingo en masa a las urnas y ha dejado claro que prefiere ser cl¨¢sica, ortodoxa, cat¨®lica, no tan centrista como propone Alain Jupp¨¦ ni escorada a la ultraderecha como quer¨ªa Nicolas Sarkozy.

Esa es la derecha francesa actual, la que las encuestas no supieron ver y la que arranca la campa?a electoral en inmejorables condiciones. Los electores apostaron en la primera vuelta por Fillon, el m¨¢s conservador, el m¨¢s cl¨¢sico. Un ¡°ultraliberal¡±, seg¨²n el primer ministro, Manuel Valls.

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Fillon gan¨® con el 44% de los votos, seg¨²n los resultados preliminares, frente al 28% de Jupp¨¦ ¡ªque ahora conf¨ªa en otra sorpresa para imponerse el pr¨®ximo domingo¡ª y el 20% de Sarkozy. Cuando se conocieron los resultados de la primera vuelta, el derrotado expresidente pidi¨® a sus seguidores que apoyen al ganador.

Fillon cuenta con una gran ventaja frente a Le Pen. Las encuestas coinciden desde hace meses en que la l¨ªder ultraderechista ganar¨¢ la primera vuelta de las presidenciales en abril con el 30% de los votos aproximadamente y se enfrentar¨¢ en mayo, en la segunda ronda, al candidato de Los Republicanos. Para superarla, este tendr¨¢ que contar con el apoyo de los votantes del centro y de la izquierda. Para Le Pen, su mejor rival hubiera sido Sarkozy. Era, hasta despedirse de la pol¨ªtica el domingo tras su humillante derrota, el dirigente conservador que mayor rechazo levantaba en la izquierda. Los votantes progresistas, por tanto, se hubieran resistido a apoyarle a¨²n a riesgo de que Le Pen llegara al El¨ªseo. Fillon no provoca esa repulsa entre los progresistas.

Duro contra el terrorismo

No solo eso. Sarkozy ha rechazado una alianza con los centristas de Fran?ois Bayrou, que logr¨® el 10% de los votos en las presidenciales de 2012, con lo que el expresidente se cerraba una opci¨®n de ampliar su electorado.

Fillon quiere expulsar de Francia a todo sospechoso de radicalizaci¨®n islamista con doble nacionalidad

No es el caso de Fillon. Tampoco el de Jupp¨¦, pero la ventaja de aquel con respecto al candidato al que los sondeos daban por ganador es que el tambi¨¦n ex primer ministro y ahora alcalde de Burdeos tiene un discurso centrista, prudente, que no cautiva a la derecha m¨¢s radical hoy entregada al FN.

Primer ministro entre 2007 y 2012, ministro seis veces y en puestos pol¨ªticos desde los 23 a?os, Fillon transmite a sus 62 a?os el discurso propio de un dirigente duro y firme ante el terrorismo o la migraci¨®n, liberal en sus recetas econ¨®micas y agresivo en su empe?o de rebajar logros sociales y ciudadanos.

El hombre con grandes posibilidades de ser el pr¨®ximo presidente de la Rep¨²blica quiere endurecer la ya controvertida reforma laboral dando mayor protagonismo a los acuerdos internos en las empresas. Por ejemplo, para que puedan saltarse el l¨ªmite legal de 35 horas laborales por semana. El ¨²nico margen ser¨ªan las 48 horas que como m¨¢ximo fija tambi¨¦n la ley.

En su af¨¢n por adelgazar el peso del Estado, pretende reducir en 100.000 millones de euros el gasto p¨²blico (hoy en el 54,6% del PIB, uno de los m¨¢s altos del mundo) o eliminar medio mill¨®n de puestos de funcionarios (hay 5,6 millones). Los que queden deber¨¢n trabajar al menos 39 horas por semana, cuatro m¨¢s que ahora. Tambi¨¦n quiere retrasar hasta los 65 a?os la edad de jubilaci¨®n (ahora situada en los 62).

Por el contrario, se propone rebajar y suprimir impuestos y cargas sociales a las empresas para que se ahorren 50.000 millones de euros en cinco a?os. En la actual legislatura socialista, la rebaja ya ha alcanzado los 40.000 millones. Hasta aqu¨ª, el programa es muy similar al de su rival en la segunda vuelta, Alain Jupp¨¦.

Frente al yihadismo y el islamismo radical, la mano dura es la f¨®rmula de Fillon. Quiere expulsar de Francia a todo sospechoso con doble nacionalidad y prohibir el regreso a los franceses que hayan ido a combatir a Siria o Irak. Tambi¨¦n es partidario de prohibir el burkini, a pesar de que el Consejo de Estado rechaza ese veto.

En pol¨ªtica exterior, Fran?ois Fillon pretende recomponer las relaciones con Rusia. No ve con buenos ojos las sanciones impuestas por la anexi¨®n de Crimea y quiere una alianza con Mosc¨², y hasta con el r¨¦gimen de Bachar el Asad, para acabar con el Estado Isl¨¢mico, una tesis similar a la de Donald Trump. Mejorar las relaciones con Vlad¨ªmir Putin es un punto com¨²n entre Fillon y Marine Le Pen, pero el primero resulta m¨¢s cre¨ªble teniendo en cuenta que buena parte de la financiaci¨®n del Frente Nacional proviene de Mosc¨².

La vena conservadora del nuevo l¨ªder emergente de Los Republicanos tambi¨¦n es n¨ªtida con respecto a la pol¨ªtica europea. Planea un refer¨¦ndum sobre el reparto de refugiados entre los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, como el de Hungr¨ªa el mes pasado. Igualmente plantea consultas populares sobre la reducci¨®n de esca?os parlamentarios, la reforma territorial, la desaparici¨®n de reg¨ªmenes especiales de jubilaci¨®n o la introducci¨®n en la Constituci¨®n de un necesario equilibrio presupuestario.

Cat¨®lico practicante, hijo de militantes conservadores y padre de cinco hijos, Fillon se ha mostrado muy comprensivo con la Manif pour Tous, el exitoso movimiento de la derecha contra el matrimonio homosexual. Por eso, se propone prohibir la adopci¨®n por parejas gais, hoy legal en Francia.

En el terreno cat¨®lico arrastra m¨¢s simpat¨ªas que Marine Le Pen, que se descolg¨® de la Manif pour Tous y eligi¨® a varios homosexuales declarados entre sus m¨¢s directos colaboradores, un dato que enerv¨® a su padre y fundador del partido, Jean-Marie Le Pen. La joven Marion Mar¨¦chal Le Pen, sobrina de la presidenta del FN, es la ¨²nica figura del partido que participa en esos movimientos hom¨®fobos.